¡Bienvenidos a nuestro recorrido por la Ruta del Tambor y el Bombo del Bajo Aragón!
Una experiencia única que hemos vivido de la mano de Segundo Bordonaba, Presidente de la Asociación que aglutina a nueve poblaciones: Albalate del Arzobispo, Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Calanda, Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda y Urrea de Gaén, así como al lado de cofradías, grupos, cuadrillas y personas anónimas.
Es prácticamente imposible describir lo que se siente cuando a las 24:00 horas del Jueves Santo se realiza el acto de «Romper la hora» en varios pueblos del Bajo Aragón.
Hay que estar ahí para sentir como tu cuerpo y tu corazón vibran al ritmo de tambores y bombos.
Sentir como se confunden con la emoción desbordante de miles y miles de personas que, en perfecta armonía, se funden en un solo ritmo, a veces hipnótico, a veces frenético, atronador, pero siempre con una cadencia que atrae y te envuelve.
Teníamos muchas ganas de presenciar una de las Semanas Santas más emotivas y vibrantes de nuestro país, declarada de Interés Turístico Nacional.
¡Por fin estamos en la Ruta del Tambor y el Bombo del Bajo Aragón!

En un principio nuestra intención era estar presentes en las nueve localidades, pero al final no hemos llegado a todas.
Muchos actos coincidían en el tiempo. Otras veces hemos quedado «atrapados» en un corte de carretera, desvío o procesión.
Os relatamos nuestra experiencia, ¡a golpe de tambor y bombo!
Jueves Santo en la Ruta del Tambor y el Bombo
Llegamos a Alcañiz donde nos espera nuestro host de couchsurfing, el trotamundos José Alberto, ¡todo un personaje! Un viajero que nos ha dejado con la boca abierta contando sus historias a lo largo del mundo.
Nosotros seguimos apostando por esta manera de alojarnos y de viajar. Una magnífica experiencia que nos permite vivir los viajes desde un punto de vista local, más solidario y económico.
Tras las presentaciones, ponemos rumbo a La Puebla de Híjar, allí nos espera Segundo Bordonaba, presidente de la asociación para darnos la bienvenida y facilitarnos acreditaciones.

En La Puebla de Híjar, Segundo enseguida nos acoge, nos hace sentir como en casa.
Segundo es una persona muy amable, siempre sonríe y transmite una cercanía casi paternal, en él se resume el carácter de toda esta comarca, gente cercana, amable con el visitante, cordial, enamorada de sus tradiciones y dispuesta a ayudarte en todo.
Abandonamos La Puebla para regresar a Alcañiz. En la carretera, un bonito estanque y una grandiosa escultura captan nuestra atención.
Estamos en La Estanca un embalse del río Guadalope que recorre estas tierras.
En una pequeña explanada, sobresale el Monumento al Tambor, obra escultórica de hierro pintado, realizada en 1968 por el artista turolense, José Golzalvo que representa un cofrade tocando el tambor.

Romper la Hora – Híjar
Tras el descanso y la cena, nos dirigimos a Híjar para presenciar el «Romper la hora».
La tradición se remonta al S. XVI cuando el duque de Híjar, Luis Fernández, encargó a la orden franciscana la tarea de organizar la Semana Santa según el rito católico.
Los habitantes salían durante estos días con sayal negro, la cara tapada y tocaban cualquier cacharro que hiciera ruido, sobre todo, los calderos.
Mucho ha cambiado desde entonces. Tras diversos avatares, será desde los años ’60 del siglo XX que la celebración se repite con el mismo sentimiento.
Llegamos a Híjar, el pueblo casi triplica su población en esta noche, y eso se nota a la hora de aparcar. Las calles están animadas. Vemos personas de todas las edades, familias enteras ataviadas con túnicas negras y cargados con sus bombos y tambores.
La plaza de Híjar se convierte en el mejor escenario para presenciar el mágico momento de la medianoche. Nosotros tenemos el privilegio de presenciar el acto desde el balcón del ayuntamiento, y realmente, ¡impresiona!
El silencio se hace dueño de la plaza, no se oye ni un susurro, quedan escasos minutos para las 00:00, os puedo asegurar que nosotros estamos emocionados y casi tensos.
De repente, entre la «marea negra», una figura se abre paso. Se dirige al centro de la plaza, es el alcalde de Híjar. Se eleva en una pequeñísima plataforma y hace un rápido movimiento de la vara con su mano.
La hora está rota y el estruendo más atronador que he oído nunca se apodera de la plaza. ¡Os puedo asegurar que he llorado!
Es un espectáculo único, emocionante, vibrante, casi místico. Toda la emoción contenida de miles y miles de personas estalla de golpe.

No se mueve nadie, el ritmo cadente engancha. Tras unos minutos decidimos bajar a la plaza.
Ahora podemos ver de cerca las caras, los gestos, las emociones. Familias enteras, grupos, cuadrillas, grandes, jóvenes, mujeres, hombres, aquí nadie es extranjero, ni nadie es diferente. Todos somos una sola alma.
Al cabo de un cuarto de hora, en el que los tambores y bombos no han dejado de sonar, las cuadrillas comienzan a salir de la plaza y se mueven por todas las calles.
Vayas por donde vayas hay grupos tocando ritmos acompasados. Y así continuará, hasta el cese del toque tambores que se realiza el sábado por la noche.
Andorra y su procesión de las Antorchas
Tras compartir emoción con los habitantes de Híjar, nos dirigimos a Andorra.
A las 02:00 de la madrugada tiene lugar una de las procesiones más interesantes de la Ruta. Llegamos hacia la 01:00 y encontramos una localidad fantasmal, sin nadie.
Callejeando llegamos a una plaza donde vemos algunas familias con sus túnicas negras. Hay bombos y tambores descansando en el suelo.

En la plaza de la villa nos encontramos con una cuadrilla. Nuestra presencia les llama la atención, y pasamos a ser los protagonistas de la noche.
Nos invitan a participar de su «cena» de productos típicos de la vigilia y de una agradable conversación donde nos explican en que consiste la Procesión de San Macario o de las «Antorchas», la Oración del silencio y bajada del Cristo de los Tambores y Bombos.
A esa hora no tenemos ni un ápice de fuerzas. Creemos que la procesión es un pequeño recorrido por las calles del pueblo, pero una vez más, la Ruta del tambor y el Bombo supera cualquier expectativa previa.
Y sin quererlo, nos hemos visto inmersos en una de las procesiones más bellas, sencillas y emotivas de cuantas hemos vivido en estos días.
Poco a poco, las túnicas negras van apareciendo, los tambores y bombos se escuchan en perfecta armonía. De cada calle aparecen personas que portan antorchas en sus manos, las iluminan y comienza el paseo hasta la ermita de San Macario que se encuentra allá, en lo más elevado del pueblo. ¡Que espectáculo más bello!
Todo una procesión de túnicas negras, antorchas, bombos y tambores subiendo como un río humano de fuego por el paseo hacia la ermita. Una imagen que queda para siempre en tus retinas.
Ahora entendemos por que el pueblo estaba vacío, centenares de personas están posicionadas a lo largo de la subida y de la explanada de la ermita. Son más de las 3:00 de la mañana y nuestro cuerpos no pueden más.
En pocas horas nos espera Calanda. Hay que madrugar y decidimos, a pesar de la belleza del momento, regresar a Alcañiz y descansar un poco. !Demasiada emoción para asimilar en un solo día!
Viernes Santo en la Ruta del Tambor y el Bombo
08:00 de la mañana, suena el reloj y el cuerpo no responde. Sentimos el cansancio del día anterior. Una ducha fresca y un buen desayuno nos devuelven la energía necesaria para un nuevo día en la Ruta.
Hemos decidido llegar pronto a Calanda. Todo el mundo nos advierte que al ser la más mediática, se producen tapones en la carretera principal y es difícil encontrar aparcamiento.
«Romper la Hora» Calanda
Calanda es conocida internacionalmente por su «Romper la Hora» que, el maestro Buñuel (nacido aquí), publicitó sabiamente por todo el mundo.
La «rompida» de Calanda es la más popular y conocida.
En todas las localidades el romper la hora se realiza a las 24:00 del Jueves Santo, dicen que imitando al estruendo que produjo la tierra cuando Jesús dio su último suspiro, pero en Calanda se trasladó al viernes a las 12:00 del mediodía.
Nuestra privilegiada posición nos permite no perder detalle. Al igual que en Híjar, las cuadrillas se componen de jóvenes, mayores, mujeres, hombres…, un espíritu de igualdad que emociona. Los balcones se llenan de gente y la tensión se pala en el ambiente.
El día es muy caluroso, el sol aprieta considerablemente y yo me pregunto qué fuerza interior hace que tantas personas aguanten ahí, con el peso de los bombos y el calor. Solo, si uno es de esta tierra entiende ese sentimiento.
Un bombo gigantesco se abre paso entre las túnicas, la gente vitorea, algunos aplauden. Es el bombo que sirve para iniciar el acto. Nos cuentan que el director de cine, Moncho Armendáriz, será el maestro de ceremonias este año.
En la plataforma compartimos hueco con todas las televisiones nacionales. La plaza vibra, ya no cabe un alma. Alguien llama al silencio e impresiona no escuchar nada con miles de personas congregadas.
El alcalde de Calanda y el cineasta ya están en posición. Son casi las doce y de repente…, un estremecedor sonido se apodera de Calanda, de la plaza, y de mi corazón.
Es imposible relatar la sensación de este momento, no hay palabras, lo mejor es vivirlo. Os puedo asegurar que la visión es impresionante. Miles de brazos se mueven al mismo compás, caras de sudor, esfuerzo, ritmo cadente, fuerte, a veces bajo, de repente elevado.
Y ya te sientes uno más, te dejas llevar y te importa un pimiento la cámara, el vídeo y el resto del mundo. ¡Estás ahí! junto a miles de personas que forman una sola alma.

Igual que en Híjar, durante más de un cuarto de hora, nadie se mueve, el calor es brutal, y todos seguimos petrificados. Nosotros decidimos bajar de la plataforma y vivir el ritmo a ras de suelo.
Esta Semana Santa no nos ha parecido una celebración religiosa, parece más bien un acto festivo, una tradición cultural.
A excepción de momentos precisos donde hemos visto alguna imagen, el resto de actos tienen un carácter entre místico y pagano. Es como una mezcla de religiosidad y de exaltación a la primavera.
A pie de calle el sonido es aún más ensordecedor. Ahora vemos las caras, los gestos, las expresiones, la emoción casi rabiosa con la que los habitantes tocan el tambor y el bombo.
La plaza se va vaciando y las cuadrillas se reparten por las calles. Calanda es una sucesión de ríos humanos de color morado. En cualquier calle, plaza, esquina, hay grupos tocando, dándole al bombo.
Los bares y terrazas completos. Ahora vemos a familias enteras ataviadas, participando de su tradición que se pierde en la noche de los tiempos.

Procesión del Pregón de Alcañiz
Son casi las 15:00 cuando volvemos a Alcañiz, hay que comer y reponer fuerzas para asistir a las 17:30 a la representación del Drama de la Cruz en el Monte Calvario en Alcorisa.
Otro de los actos que llevamos programados en nuestra agenda. Nuestros pies están reventados pero nuestra alma está repleta de emociones.
Mientras comemos comienza el sonido incesante de tambores. Justo por la calle donde estamos alojados pasa una bellísima procesión de túnicas de un impoluto azul celeste.
Nos convertimos, sin esperarlo, en testigos privilegiados de la Procesión del Pregón. La comida se queda en la mesa, bajamos a disfrutar de este peculiar «desfile».
En Alcañiz no hay bombos, es la única localidad donde solo se toca el tambor.

La procesión es muy larga, regresamos a casa y a pesar del sonido de los redobles, ¡nos quedamos dormidos! El madrugón nos pasa factura y la emoción debe ser dosificada.
Son más de las 17:00 h. cuando despertamos y no tenemos ni fuerzas, ni tiempo para llegar al Calvario de Alcorisa, por lo que nos perdemos uno de los actos más bellos de la Ruta del tambor y el bombo.
Por lo tanto, ¡tendremos que volver! Jose Alberto, nos recomienda una procesión muy singular en un pueblo cercano, Berges, que no pertenece a la ruta, pero que por su singularidad merece la pena verla.
Berges es un pequeñísimo pueblo del Maestrazgo donde hemos sido acogidos enseguida por sus gentes, quienes se han acercado para contarnos lo peculiar de esta celebración. Dejamos atrás este fantástico lugar prometiendo a sus gentes una próxima visita más pausada.
Procesión del Santo Entierro de Alcorisa
Tras Berges, paramos en Alcorisa para presenciar su Procesión del Santo Entierro.
La casualidad ha hecho que nos encontráramos con una amiga de Barcelona. Sus padres son de aquí, por lo que vienen todos los años a disfrutar de su peculiar Semana Santa.

Finalizada la procesión, donde participaba su hija, nos ha invitado a su casa.
Gracias a Silvia y familia, hemos vivido las sensaciones desde dentro. Su hija, agotada después de dos días de procesión, de tocar el bombo, afónica, pero con una emoción contagiosa, nos ha contado anécdotas.
El cansancio ha podido con ella y mientras los mayores tomábamos un buen vino y productos del Bajo Aragón se ha quedado dormida.
Regresamos a Alcañiz, son cerca de la 1:00 de la mañana. La ciudad está de «fiesta», esta noche los tambores no paran de sonar por el centro. Las cuadrillas van «de parroquía en parroquía». Nosotros nos hemos puesto tapones, ¡y a dormir!
Sábado Santo en la Ruta del Tambor y el Bombo
A primera hora hacemos un paseo para conocer Alcañiz. Después ponemos rumbo de nuevo a Calanda para presenciar el cese definitivo de los redobles.
«El Cese» de Calanda
Hemos llegado casi a la hora y Calanda está de nuevo, hasta la bandera. Otra vez un estruendo atronador que no para, miles de personas dándole al tambor y al bombo.
Se acercan las 14:00 horas. Desde varios balcones, unas trompetas indican el final. De repente, el silencio y una explosión de aplausos, abrazos, besos entre todos las cuadrillas pone punto y final al sonido de los instrumentos.

Procesión del Santo Entierro de Alcañiz
Alcañiz celebra a las 16:00 la Procesión del Santo Entierro. La Plaza de España se convierte en un marco perfecto para otra de las procesiones más bonitas de la Ruta.
Una procesión sencilla, donde se vuelve a juntar lo sagrado y lo pagano. Personas ataviadas con trajes regionales se mezclan con las túnicas azules. Una mezcla de desfile y procesión.
El momento culminante es el encuentro de la Virgen y un Cristo yaciente, que los cofrades tapan y sellan, emulando el entierro de Jesús.

Alabarderos romanos, curia judía y santones católicos se mezclan en una delicada y respetuosa representación cuyo momento más emotivo se produce cuando el cura grita, ¡que resuenen los tambores de Alcañiz!
Y todos los tambores suenan. Una chica joven que estaba a mi lado, me ha enseñado sus brazos de «piel de gallina» para mostrarme la emoción del momento.
Quizás, esa imagen es la que define lo que se siente cada vez que miles de tambores o bombos rugen de repente, como un canto ahogado al mundo.
Desfile de Alabarderos y «cese» en La Puebla de Híjar
Terminamos el día en La Puebla de Híjar, venimos hasta aquí para presenciar el desfile de Alabarderos y el Cese definitivo de los tambores y bombos.
Es curioso lo rápido que se realizan en esta tierra las cosas, no da tiempo a aburrirte. Todo tiene una hora concreta de inicio y fin, cosa que es de agradecer porque confiere dinamismo.
Justo casi media hora antes del cese, el agua nos ha obligado a refugiarnos en los soportales de la plaza del ayuntamiento.
Ha sido alucinante vivir al lado de las cuadrillas este momento, un sonido incesante de tambores y bombos, los gestos de pena, la esperanza de que la lluvia cese para poder salir a la plaza.
Imágenes bellísimas de bombos mojados donde el agua salta al ritmo del toque.

Minutos antes del fin, la lluvia ha parado. La plaza se ha llenado de túnicas negras. Si el «romper la hora» emociona, el acto del cese es increíble.
Cientos de personas tocan y tocan y miran de reojo el reloj que se encuentra en la pared del ayuntamiento.
Porropom, porrropom, la intensidad va subiendo, el estruendo es ensordecedor. Una figura se aproxima a un pequeño realzo, eleva su mano y !se acabó! El silencio reina de nuevo en estas tierras.
Abrazos, llantos de emoción contenida, felicitaciones, besos y una extraña energía de positivismo inunda todos los rincones de la plaza. He dejado de fotografiar porque quería vivir este momento, no quería que nada ni nadie me despistara.
En la calle nos hemos encontrado de nuevo con Segundo. Su cara emocionada resume nuestra vivencia. Son casi las 22:30 cuando llegamos a Alcañiz donde nos espera Jose Alberto para picar algo. Una excelente velada cierra otro día.
Domingo de Resurrección en la ruta
Con la Procesión de la Palometas de Alcañiz hemos dado por finalizada nuestra experiencia en la Semana Santa por la Ruta del Tambor y Bombo del Bajo Aragón.
La procesión es un sencillo acto simbólico donde se liberan unas palomas que se identifican con el Espíritu Santo.
La Plaza de España acoge el acto que pone fin a la Semana Santa de Alcañiz. Una liturgia sencilla, rápida y sin ningún tipo de exaltación ni fervor religioso. Una vez más, esta sensación de celebración laica nos ha sorprendido.
Un agradable paseo hasta el Parador ha sido el punto final de nuestra emotiva, vibrante y atronadora Semana Santa por la Ruta del Tambor y Bombo del Bajo Aragón.
En poco tiempo, Teruel nos ha vuelto a enganchar.

Agradecimientos:
– Asociación de la Ruta del Tambor y Bombo, en particular a Segundo Bordonaba.
– Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Calanda, en especial a José Miguel Asensio, Técnico de Cultura.
– Jose Alberto, nuestro estupendo e inigualable anfitrión de couchsurfing.
– Cuadrilla de Andorra que nos acogió tan amablemente.
– Vecinos de La Puebla de Híjar que nos facilitaron su balcón para presenciar el Desfile de Alabarderos.
– Silvia Peralta y familia por dejarnos vivir la Ruta desde «dentro».
En general a todas y cada una de las personas que nos han acompañado estos días y nos han hecho sentir como en casa.
Vídeo «Rompida» de Híjar y procesión de Andorra
Vídeo Romper la Hora y Cese en Calanda
Ver el vídeo en versión 3D
¿Y tú, qué Semana Santa recuerdas con intensidad? Cuéntanos tu experiencia y así podremos visitarla.
He leído, «escuchado» y sentido profundamente cada uno de los párrafos, escenas, emociones y lágrimas que has descipto con tanto fervor en sus más mínimos detalles. Debo decir que tu emoción es contagiosa y me has hecho vivir tu experiencia casi tanto como si estuviese allí. ,
También has elegido muy bien la imagen de fondo que muestras en el blog y esas huellas en la arena mojada. Evidentemente hemos coincidido en aquello que tan bien ha cantado Serrat de las poesías de Antonio Machado (…) «Caminante, son tus huellas el camino y nada más, caminante no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca has de volver a pisar» (…)
Un abrazo. Marta Pilar
¡¡Muchas gracias Marta!!, gracias por tomarte tu tiempo, por seguirme en cada palabra, en cada frase. Esta maravillosa Ruta se merecía una visita y así lo hicimos. Cuando escribo, es lo que intento, que quien me lee se transporte a ese lugar y tenga unas infinitas ganas de verlo y vivirlo en su propia experiencia.
Como bien dices respecto a las huellas, identifican los pasos que vamos dando y el camino.
Un fuerte abrazo amiga.
Me encantan tus relatos, como describes tu experiencia, se que realmente cada viaje que haces lo vives de una manera especial, es un placer viajar contigo nos descubres lugares y situaciones que al menos a mi me pasarían desapercibidos, unas fotos maravillosas sigue adelante con este proyecto y alguna vez espero volver a compartir contigo uno de tus viajes, Besos
Muchas gracias Mercè!, realmente cuando uno hace algo que ama las cosas son más sencillas. Un besazo amiga y espero verte a menudo por este lugar 😉
Unas fotos fantásticas! Enhorabuena 🙂
¡Muchas gracias Diana!. Normalmente no me felicitan por las fotos y también hace ilusión 🙂
Hola Eva,
¡Tengo los pelos de punta! Había oído hablar de ello, pero después de leerte, tengo claro que eso hay que vivirlo al menos una vez. Me encanta la semana santa. ¡Qué de emociones!
Hola Iciar, gracias por tu comentario. Si, a veces no pensamos en destinos cercanos pero cada vez que lo hacemos acabamos sorprendidos y llenos de emociones. Me alegra que haya sabido transmitir la fuerza y esencia de esta celebración. Ya sabes, tienes que ir y disfrutarlo en vivo!. Saludos. Eva
Siempre pensé que en México somos muy intensos con la semana santa y en España no se quedan atrás, totalmente diferente pero también lo viven a tope. Nada como vivirlo, como bien dices. 😉 Saludos Eva.
Gracias por el comentario Arlene!, como bien dices, en España se vive muy intensamente esta celebración religiosa, no obstante, la Semana Santa del Bajo Aragón tiene una mezcla especial de religiosidad y acto pagano. La mayoría de las celebraciones tiene más aire folclórico que no religioso, pero como bien dices, es una vivencia muy intensa, muy emocionante. Hemos disfrutado muchísimo.
Saludos!
Que bonito, Eva. Me entro ganas de ir! Seguro que es precioso!
Beso
Muchas gracias por tu comentario Cristina y por pasarte por esta vibrante celebración!. Pues anímate a ir, no te defraudará. La Semana Santa del Bajo Aragón es única, te llena de energía, es única y muy cercana.
Besos!