La Repúblicas Estudiantiles de Coimbra forman parte del patrimonio material e inmaterial de la ciudad.
Tanto si visitas la bella ciudad del río Mondego, como si llegas a ella para realizar un Erasmus o piensas estudiar en ella, te interesa saber qué es una República Estudiantil, qué beneficios ofrece y por qué es recomendable vivir la experiencia de residir en ella.
A pesar de los notables signos de desaparición de algunas, fruto de la constante presión inmobiliaria a la que se ven sometidos los viejos edificios del casco histórico de Coimbra para la reconversión de sus usos más al gusto «turístico» actual.
Coimbra tampoco se salva de las manos invisibles de la gentrificación que tanto amenaza a los centros históricos de Europa.
Pinceladas de historia
Sirva este artículo como homenaje a una de las tradiciones más antiguas de la ciudad.
Las Repúblicas Estudiantiles de Coimbra se remontan al siglo XIV.
El rey Dionisio I (D. Dinis) mandó construir una serie de edificios destinados a albergar, mediante pago, a estudiantes que llegaban de diferentes puntos del reino.
La Universidad de Coimbra es la más antigua de Portugal, fundada en 1290, y una de las más antiguas de Europa.
Desde el año 2013 su campus histórico forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
En las sinuosas calles del viejo Coimbra, camino de la Universidad, elevada como una fortaleza del saber secular por encima de las catedrales descubrimos la República Estudiantil de Prá-Kys-Tão.
Ubicada en un uno de los edificios más antiguos e interesantes del casco histórico: «A Nao», en clara referencia a su primer propietario un marinero que hizo fortuna comercializando con las especias.
Su afilado perfil parte en dos la rua, adentrándose hacia la Coimbra universitaria como la quilla de un barco lo hace sobre el mar.
A Nao es un edificio con especial protección, aún así, sufre del envite inmobiliario y adolece del mal de los casco históricos de muchas ciudades.
Repúblicas Estudiantiles de Coimbra, la Prá-Kys-Tão vista desde dentro
«Aquí residimos un total de siete moradores y cinco comensales», nos cuenta Matilde Couto, una de sus actuales moradoras.
A pesar de importunarla en la hora de la comida y de restarle tiempo de estudios en época de exámenes, nos invita a pasar para explicarnos este curioso modus vivendi estudiantil.
Siete habitaciones, un concurrido comedor, una cocina y varios aseos distribuidos en tres plantas forman el territorio de esta emblemática república.
Todas sus estancias se encuentran decoradas con grafitis, lemas reivindicativos que aportan colorido y personalidad a la república.

Hora de la comida comunitaria en la República
«La edad del edificio implica un continuo mantenimiento», nos cuenta Matilde mientras nos muestra su cuarto.
El espacio está cubierto de plásticos para proteger los muebles de la pintura aún fresca del techo, fruto de la última restauración a la que han tenido que hacer frente en la Nao.
Nosotros nos sentimos muy afortunados al estar dentro de este viejo edificio repleto de historias, de ecos del pasado, de interesante presente e incierto futuro.
Eva no ha podido evitar rememorar sus años de estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid, por lo que la conversación es fluida con la joven estudiante.
¿Porqué vivir esta experiencia?
¿Porqué invitarías a otros estudiantes a formar parte de una República? No es tan solo cuestión de subsistencia económica, nos cuenta Matilde.
Además del ahorro en alojamiento, de recibir alimentos subvencionados a mitad de precio por la Universidad (realizan comidas muy económicas para una treintena de estudiantes).
Vivir en una república estudiantil representa un crecimiento personal muy importante, toma de responsabilidades, acuerdos entre compañeros, grupos de estudio y un sin fin de compromisos en actividades académicas.
Así como una filosofía apartada de ritos y tradiciones poco éticas como las brutales «novatadas» que ademas de lesiones han provocado algunas muertes.
La historia de las Repúblicas Estudiantiles de Coimbra, tal y como se conocen ahora, se remontan a los años treinta del siglo pasado.
En esa época, los estudiantes de clases menos pudientes decidieron organizarse como alternativa a los altos precios de las rentas y al difícil acceso a residencias.
Los movimientos sociales y políticos de la época, de claro corte socialista derivaron en estas comunas del saber.
Nada que ver con las hermandades clasistas de las tópicas películas holywoodienses.
Tampoco provienen de otros movimientos reivindicativos urbanos, «no somo okupas» nos cuenta Matilde.
«Aunque muchos quieren vernos como tal, pagamos una renta mensual a los propietarios de los edificios y ayudamos en su conservación.»
Continuidad de las Repúblicas Estudiantiles de Coimbra
Preguntamos a Matilde cuáles son los mayores problemas a los que se enfrentan las Repúblicas Estudiantiles de Coimbra.
«Los precios del alquiler que suben, año tras año, debido a la fuerte presión inmobiliaria motivada por la gentrificación de las ciudades históricas con acentuado atractivo turístico.
Así como la no aceptación de este tipo de vida societaria en una sociedad fuertemente capitalista.»
«Vivir cerca de la Universidad representa un ahorro en el transporte y en el tiempo al acceso de clases, bibliotecas y actividades.
A veces algún vecino no se muestra de acuerdo con estas repúblicas.
Nos regimos por normas estrictas que son de obligado cumplimiento y que de no cumplirse pueden suponer la expulsión.
En las repúblicas todo se realiza de forma democrática, consensuada, mediante votaciones por unanimidad.»
¡Gracias María Helena por el contacto!
«Cuando Portugal derogó el servicio militar obligatorio», nos cuenta María Helena Teixeira, madre de Renato, ex-miembro de la República de Prá-Kys-Tão, «decidí que lo mejor para que mi hijo aprendiera a enfrentarse solo a la vida, era vivir su fase estudiantil en una república.»
En este caso, la motivación no fue económica. María Helena es una notable cirujana portuguesa con poder adquisitivo suficiente como para pagar la estancia a su hijo.
El respeto que tienen los habitantes de Coimbra a estas instituciones, de las que han salido notables personajes de la cultura, política, economía o ciencias hace que muchos sigan apostando por vivir una inolvidable experiencia.
María Helena ha sido la causa de nuestra visita a la república, nos recomendó entrar en Prá-Kys-Tão y compartir un rato con los jóvenes que la habitan.
Muchas gracias a Helena (nuestra anfitriona de couchsurfing) por la recomendación.
Las Repúblicas Estudiantiles de Coimbra no son un recurso turístico más. Solo si consigues acceder durante unas horas a ellas y hablar con los «republicanos» conocerás la situación del casco viejo de la ciudad.
Entenderás las pintadas que salpican las paredes de la vieja Coimbra así como el carácter reivindicativo de una ciudad que forjó el himno de la Revolución de los Claveles.
José Afonso, autor de la legendaria ‘Grándola, Vila Morena’, vivió en este dédalo de calles. Con el tiempo, Portugal exportó a Brasil esta fórmula.
No sabemos de comunidades estudiantiles similares en otras ciudades o países.
Es precisa la implicación directa de universidades, municipios o políticas locales que potencien esta forma de organización estudiantil que promulga un consumo ético, así como valores democráticos y humanistas.
Hacer turismo desde este punto de vista ayuda a que las tradiciones de un lugar se asienten.
No todo tiene que ser bellos edificios, voluptuosos palacios o sobrecogedores templos, el legado inmaterial y cultural de los pueblos puede ser un recurso turístico de elevado interés si se sabe conservar.
¿Habéis conocido iniciativas parecidas en vuestros viajes? ¿te animas a compartirlas?
Estupendo artículo sobre estos sitios tan singulares y auténticos. Vivan las republikas de Coimbra.
Muchas gracias María, tras tu sugerencia y la de nuestra host en coimbra, decidimos visitar por dentro una de las magníficas republikas de estudiantes. No podíamos quedarnos tan solo con la historia y la foto del edificio 😉
Ha sido una inolvidable experiencia junto a un grupo de jóvenes que tienen las ideas muy claras y que trabajan por una sociedad más justa y equitaitva. No os importaría formar parte de una de ellas, mucha historia y personajes portugueses se fraguan en ellas, esperamos que no desaparezcan.
Un abrazo,
Eva
Vaya…pues mira que habré ido veces a Coimbra y no tenía ni idea…Me ha encantado conocer estas repúblicas, si volviese a la universidad sin duda me animaría a probar la experiencia.
¡Gracias por el post!
De nada Maruxaina! Es lo que tiene dejarse llevar por las recomendaciones de los locales que te descubren lugares y tradiciones únicas. cuandos vuelvas a coimbra, no dejes de pasarte por alguna de las Repúblikas, conociéndote, ¡te encantarán!
Un abrazo viajera,
Eva
Desconocía totalmente la existencia de las repúblicas estudiantiles de Coimbra. Quién pudiera volver a tener 20 años, ir a Coimbra de erasmus y vivir allí. Toda una experiencia.
Pues si, totalmente de acuerdo con esa afirmación ¡quién tuviera 20 años para vivir esta experiencia de las repúblicas!
Nosotros rejuvenecimos un porrón de años de golpe al visitarlas y además aprendimos cosas nuevas… Si decides viajar a Coimbra, acércate a alguna de ellas.
Un abrazo,
Eva y Carmelo
Guau… lo que me has descubierto. Mi prima hizo el Erasmus en Coimbra y jamás me contó nada de esto. Me ha parecido muy interesante por la filosofía que rodea todo esto y la larga historia que hay detrás. Ni me lo imaginaba.
¡Gracias por descubrirnos algo tan singular!
Vaya con tu prima, jajaja, lo mantuvo en secreto para ella 😉 Unos lugares únicos que van más allá del típico recurso turístico de Coimbra y que la llenan de identidad. La cultura, la reivindicación, lo social, forman parte muy importante de los viajes. Poder vivir este tipo de cotidianiedad al lado de la gente local es lo que nos mueve a viajar. Si vuelves a coimbra, no dejes de visitarlas!
Un abrazo,
Eva