Nuevo día, nueva ruta en el sur de Francia. Hoy nos adentramos en la Provenza más chic a través de localidades como Bonnieux y Lourmarin.
Aunque nuestro destino inicial es Aix en Provence, capital de la Provenza, cargada de un importante patrimonio cultural e histórico, musa de Cézanne e importante hito cultural del sur de Francia, pero el retraso en llegar y el colapso por el día de mercado nos hacen desistir del intento.
Salimos de Aix con mal sabor de boca y decidimos adentrarnos en La Provenza más genuina.
El nuevo destino serán dos pueblos del Luberon: Bonnieux y Lourmarin.
La Serendipia, compañera de viaje, nos adentra en pueblos y paisajes espectaculares, de los que nunca habíamos oído hablar.

Al encuentro con los pueblos del Luberon
Pequeñas colinas, campos de girasoles, de lavanda, de hierbas provenzales, olivos de color plata, maizales de colores verde y dorado dignos de un buen cuadro impresionista.
Marlene (dulce voz afrancesada del GPS) nos va indicando alegremente la ruta. Entramos en el departamento de Vauclause.
No paro de hacer fotos desde el coche. ¡Si eres amante de la fotografía aquí mueres de saturación!
La climatología ayuda mucho, pasamos de un sol intenso a nublados plateados que acentúan aún más la fotogenia. La típica imagen bucólica de La Provenza se encuentra en estos pueblos del Luberon.
Bonieux y Lourmarin, así como los pueblos de Luberon existen para ser disfrutados de manera slow.
Son pueblos con encanto, ideales para callejear sin rumbo fijo. Tenemos suerte y los turistas son escasos, ¡deben estar todos en Aix en Provence!
Bonniex, pueblo de película
Tras un apacible trayecto llegamos a Bonnieux, encalamado en una colina, el pueblo parece salido de las manos de un jugador de Lego.
Casas cuadradas colgantes, diferentes cubos de color miel, ocre y azul, realizan un curioso mosaico.
Aprovechamos para hacer unas fotos panorámicas y de repente nos viene un recuerdo de la película «Un buen año», protagonizada por Russell Crowe.

La primera parada la hacemos en un conjunto de coquetas terrazas-restaurantes con vistas impresionantes a la localidad de Lacoste y decidimos comer ahí.
En la terraza confirmamos que este pueblo sirvió de plató para la película mencionada. Sonreímos pensando que Russell Crowe, quizás comió también aquí.
El menú ha sido exquisito y muy abundante. Lo más recomendable en Provenza es pedir un segundo y compartir una ensalada de primero. Los platos son descomunales. ¡Qué rica, sabrosa y saludable es la gastronomía provenzal!

– Un paseo por Bonnieux
Tras la comida nos dejamos embrujar por este pueblo de encantador toque chic. ¡No solo Aix en Provence lo tiene!
Subimos por unas estrechas y preciosas calles hasta el punto más elevado de Bonnieux, por cierto, el pueblo a más altura del Luberon. El esfuerzo merece la pena.
El camino nos ha llevado a un lugar mágico, un grupo de personas permanecen, al igual que nosotros, extasiadas con el entorno. Podría quedarme aquí para siempre, ¡cuanta paz transmite este lugar, los árboles son especiales, te limpian el alma!
Nos sentamos en un banco. El lugar es inspirador. Sin apenas darme cuenta dibujo la perfecta simbiosis de los los árboles y el paisaje (el dibujo lo he hecho en el dorso de la tarjeta del restaurante donde hemos comido).
Al acabar no me he podido resistir y me he abrazado a uno de los cipreses centenarios.

Sopla una fresca brisa y el sonido de la chicharra termina de definir este mágico lugar, pero, no será el único sitio encantador de este pueblo.
Tras relajarnos y disfrutar de una semisiesta, de un sueño estival y provenzal, continuamos meciéndonos por el casco medieval de Bonnieux. No hay casi nadie y eso acentúa su disfrute.
Dejamos Bonnieux, un golpe de nostalgia me invade, no me importaría vivir aquí, seguro que volvemos, aunque sea para pasar unos días.
Llevo mi cámara cargada de bellas estampas de este pueblo, la próxima vez vendré preparada con pinturas y un bloc y no pararé de dibujar. ¡Van Gogh, Cézanne y Gauguin, no estuvieron aquí, nosotros sí!
Bonieux gana de momento, por goleada, la competición de todo lo visto a lo largo de la semana provenzal.

Lourmarin, uno de los pueblos más bellos de Francia
Cae la tarde y seguimos camino por una carretera comarcal. Sin saberlo, nos tiene reservada una nueva, inesperada y atractiva sorpresa, la localidad de Lourmarin catalogada como: Un des plus beaux villages de Francia.
Pueblo de artistas, mecenas, literatos. El premio nobel de literatura, Albert Camús, se enamoró de esta villa, sus restos descansan en el cementerio de la bella localidad.
El refinamiento francés te sacude por todos los lados. ¡Pero que estilazo tiene esta gente, son los reyes del buen gusto!
Todo está en su sitio. Por una vez, hasta el abundante número de turistas que llenan de bote en bote las plazas, restaurantes y tiendas resulta agradable.

Paseando tranquilamente, mi compañero ha identificado una plaza llena de terrazas como el lugar donde la protagonista femenina de la película «Un buen año», anteriormente nombrada en bonnieux, tiene su propio negocio.
– Lourmarin, es también escenario de «A Good Year» de Peter Mayle
La película se basa en el libro A good year de Peter Mayle, basado en un hecho real.
Un corredor de bolsa inglés recibe la noticia del fallecimiento de su tío quien le ha dejado como herencia unas tierras en la Provenza. El protagonista llega hasta aquí obsesionado con venderlo todo y recuperar una inversión, pero…, el destino le depara sorpresas.
¡Bonnieux y Lourmarin nos adentran en el mundo del cine!
A mi nunca me pasan esas cosas, ¡no tendré un tío rico en Andalucía, Extremadura, Castilla, La Provenza, la Toscana o donde sea!.

Lourmarin se sale de chic, cada tienda es una explosión de savoir faire francés.
¡Acabo de ver una peluquería que parece una galería de arte! El pueblo está repleto de ateliers que atrapan tu mirada.

Todo el compendio del buen gusto francés se concentra en Lourmarin. No digo más, me quedo con mis impresiones, sólo puedo recomendar visitar este pueblo. Eso si, ¡traer la cartera llena!
El empacho de belleza que llevamos es increíble, hay quien llama a esto «Sindrome de Stendhal». Bonnieux y Lourmarin provocan esta sensación. ¡Y solo hemos visitado dos de los pueblos del Luberon!

¡Hasta Pronto bello Luberon!
Tras abandonar el sueño de verano de Bonnieux y Lourmarin, del Luberon y sus encantadores pueblos llegamos a Saintes Maries.
Una incursión en su noche de pasión gitana nos hace olvidar la nostalgia provocada al abandonar esta singular zona de La Provenza.
Mañana será otra día, por cierto, el último de las vacaciones provenzales.
Próximo destino en la ruta: La Camarga en estado puro.
Nota de autora: Este relato forma parte de mi primer “blog de viajes” que comencé en el año 2009 que quedó en el cajón del olvido del disco duro de mi viejo ordenador.
Ahora me ha apetecido compartirlo con todos nuestros lectores y amigos. ¡La Provenza bien merece ser compartida! Pedimos disculpas por la calidad de las fotos, la mayoría son analógicas y el paso a digital no les ha sentado muy bien.
Te voy siguiendo tu recorrido por la Provenza y no he podido dejar de ponerte un comentario para darte la enhorabuena por lo bien y detallado de la información. Sabes que he estado varias veces en Francia pero no en esta región, sino en Bretaña, el Perigord o la zona de París, y creo que hay mucha Francia por recorrer.
Repito que muy interesante, y aprovecho para desear unas FELICES FIESTAS, LoBo BoBo
Muchas gracias Paco! Felices fiestas igualmente par ti y familia :-). Gracias por tu comentario, nos alegra saber que los artículos sirven de inspiración viajera. A nosotros nos quedan aún varias zonas de Francia por conocer como la Bretaña, tendremos que ir poniendo remedio a este descalabro viajero, jajajaj.
Te animo a poner La Provence en tu agenda para el 2018, ya verás que quedarás encantado.
Un abrazo viajero!
Eva y Carmelo
Gloria y yo tenemos la provenza grabada a fuego. Es de esos sitios a los que siempre vamos a ir y al final nunca vamos. Leyendo tu post me han entrado ganas de retomar el tema. A vwer si lo conseguimos para 2018. Tiene todo muy buena pinta, en especial Lourmanin.
Hola Jose! Pues este año os toca ir, sí o sí! Es una zona interesante, de bonitos y pintorescos pueblos, como Lourmarin. Yo la recorrí hace uns años y ya tengo ganas de regresar con Carmelo, ya que es una zona muy grande territorialmente y ¡tiene tanto por ver!!
Un abrazo viajeros!
Eva y Carmelo
Hola Eva, sólo decirte que comparto tu adoración por la Provenza y un matiz es que en la película de UN BUEN AÑO, el pueblo donde la chica tiene su negocio del bar restaurante no es Lourmarin, es Gordes.
Un abrazo