Poco imaginaban Guzmán y Felisa al abandonar Ballobar con destino Barcelona que, años más tarde, su nieta María José y su marido Davide, situarían a Ballobar en el mapa de los recursos turísticos de la comarca del Bajo Cinca. ¡Bienvenidos a Casa Guzmán de Ballobar!
La oferta laboral de Barcelona con motivo de las obras de la Exposición Universal de 1929 atrajeron la mirada de Guzmán, desanimado y casi empobrecido por una época de malas cosechas que sufrían en el Bajo Cinca.
Por ello, en poco tiempo cambió su trabajo en el campo por las obras del metro de la Ciudad Condal.
Con él se fue su mujer, Felisa, quien aportó su grano de arena con la puesta en marcha de un pequeño taller de costura, convirtiéndose en emprendedora pionera al contar con una de las primeras máquinas de coser Singer.
La historia de esta pareja, a pesar del tiempo pasado, se repite en cada rincón del Ballobar del siglo XXI.
El tejido comercial de la localidad está en manos de las mujeres mientras los hombres trabajan en el campo o en la «PASA» (tal y como se conoce a la fábrica de una famosa marca de alimentación ubicada en las afueras del pueblo).

Acceso a Casa Guzmán, alojamiento rural en el corazón de Ballobar
Años más tarde, al descubrir la autenticidad de la vida cotidiana de Ballobar convierten a Davide y María José, en anfitriones de un alojamiento singular del siglo XIX.
Unos urbanitas enamorados de Ballobar por su naturalidad, familiaridad y cercanía. Un mundo local y rural compartido con sus huéspedes.
Casa Guzmán de Ballobar conserva el encanto original de las viviendas ballobarinas, así como el nombre del abuelo.
La piedra, el barro y la madera son los principales protagonistas que dotan de personalidad a esta acogedora casa rural, la segunda que se abre en la localidad.
La vuelta a la «vida de pueblo», la desconexión, el trato con la gente local y el desarrollo turístico de la zona son la base de la inspiració de este proyecto.
Tal y como dicen Davide y María José: «Nuestro sueño hecho realidad»

Cálidos espacios interiores en Casa Guzmán
Nuestra experiencia en Casa Guzmán de Ballobar
Las estrechas calles de Ballobar nos dan la bienvenida en una cálida mañana de la recién estrenada primavera.
El sonido de nuestros pasos en una calle sin actividad provoca la curiosidad de los vecinos que han recibido con cierta expectación la apertura de otra casa rural en el pueblo.
Davide nos espera en la puerta. Amable, cercano y apasionado con un proyecto que va más allá de su propia casa, ya que se ha empeñado en poner en el mapa de los atractivos turísticos del Bajo Cinca a este pueblo de unos 900 habitantes.
No nos extraña, ya que Ballobar es una encantadora caja de sorpresas de la que nunca sabes que saldrá.
Por nuestra parte, nunca habíamos oído hablar de Ballobar, por ello, cuando Davide nos propone tener el honor de inaugurar su mimada casa, no nos lo pensamos dos veces y venimos a vivir la experiencia y a apoyarle en su «locura».

Davide, anfitrión de lujo en Casa Guzmán de Ballobar
Somos un grupo variopinto llegado desde diferentes puntos de la provincia de Barcelona que enseguida conectamos con cada rincón de la casa.
La antigua vivienda es confortable, luminosa, ¡huele a nueva! Davide nos guía por ella y explica su historia, las obras realizadas para adaptarla a los nuevos usos, nos hipnotiza con cada detalle.
El viejo patio de la entrada es ahora una acogedora sala de bienvenida que comunica los diferentes niveles de la casa cuyo hilo conductor es la madera y la piedra.
Enseguida nos sentamos alrededor de la mesa ya que los espacios comunes invitan a la relajada tertulia.
Aquí los móviles no tienen cabida (¡no os preocupés, es solo una metáfora, ya que en Ballobar tienen buena señal y Casa Guzmán dispone de wifi!).
Todas las habitaciones disponen de ventanas por las que entra luz natural de la calle. Algunas cuentan con pequeños balcones que sirven de improvisados miradores del entorno natural de Ballobar e incluso, una de las estancias nos lleva hasta un patio interior.
El silencio es el mejor regalo de Casa Guzmán de Ballobar, un silencio que se interrumpe cada mañana por el sonido de los pájaros, despertador natural en este «casi idílico» mundo rural.

La luz natural es una característica de la casa
Los productos locales forman parte de las sorpresas que depara la estancia en Casa Guzmán de Ballobar en una apuesta clara por dar a conocer todo lo que el pueblo ofrece al visitante: embutidos artesanales, frutas del Bajo Cinca, panes recién hechos, riquísimas magdalenas tradicionales (aquí las cosas se llaman por su nombre, nada de muffins).
Un surtido número de tiendas, carnicerías, panaderías, estancos, negocios, bares y restaurantes salpican las calles de Ballobar por lo que no hace falta que traigas nada de fuera.

Ballobar desde el mirador del Castillazo
Ballobar al Natural, el regreso a la vida de pueblo
El mayor atractivo de Casa Guzmán es su ubicación en el corazón de Ballobar, una de las once localidades que forman la comarca del Bajo Cinca (Huesca), en la zona conocida como «La Franja Aragonesa».
Esta lengua de tierra que se extiende desde Benasque a Valderrobles, comparte elementos comunes en las tradiciones, lengua, gastronomía e historia con Cataluña.
La espectacular formación de Las Ripas sorprende al viajero que se acerca hasta Ballobar, un abrigo natural que protege el flanco oeste del tranquilo pueblo.
Los otros salvaguardas del pueblo son los ríos Alcanadre y Cinca, cuya confluencia a las afueras del casco urbano es uno de los atractivos naturales de la comarca.
El mirador de la ermita de San Juan, en la parte más alta de una de las formaciones de arcilla, es el lugar perfecto para dejarte llevar por el tranquilo ritmo del tiempo mientras disfrutas de un encantador atardecer con Ballobar a tus pies (hay bancos colocados en este punto de observación).
Los comercios centenarios, el puente medieval, bares con platos locales, el entorno natural, el fuerte tejido asociativo, así como la cercanía de sus habitantes, hacen de Ballobar un interesante destino para una escapada de fin de semana o como lugar para unas vacaciones cuyo objetivo sea el regreso a la vida de pueblo sin más.
Sin duda, este #BallobarAlNatural nos ha cautivado.
Qué destacamos de Casa Guzmán de Ballobar
– Atención cordial y cercana que te hace sentir como en casa.
– Situada en el casco urbano de Ballobar cerca de tiendas de alimentación y otros servicios con los que cuenta la localidad.
– La casa cuenta con todo lo imprescindible para no tener que sobrecargar tu maleta (secador de pelo, cubiertos, ropa de cama, toallas…)
– Potente señal de wifi.
– Productos de proximidad en una clara apuesta para el desarrollo turístico de la zona.
– Aunque no cuenta con plazas de aparcamiento, puedes dejar tu coche unos metros más abajo, en zonas habilitadas para ello sin ningún gasto extra
– Excelente lugar para la desconexión, para la vuelta a las tertulias familiares y de amigos.
– Ideal para venir con los peques, ya que Ballobar cuenta con un buen número de parques infantiles y zonas de merendero.
– Separación de residuos (diferentes cubos para los plásticos, orgánica, vidrios y papel).

Casa Guzmán de Ballobar invita a la relajada tertulia
Y tú, ¿cuándo fue la última vez que viviste una experiencia como esta?
Recomendación: No vengas cargado con productos desde tu destino, en Ballobar encontrarás todo lo necesario para tu escapada.
Deja el plástico, envases y todo aquello que puede suponer una sobrecarga de residuos en esta tranquila y acogedora localidad en tu casa. ¡Sé un viajero responsable y comprometido! en Ballobar te lo van a agradecer.
Localización: Calle San Juan Alta, 17.
Teléfono: +34 605 881 858
Nota de autora: Este artículo forma parte del blogtrip #BallobarAlNatural. Damos las gracias a Davide Menini y Alegría Sanz por su entrega e implicación en este blogtrip.
Sin duda la mejor opción para hospedarse Ballobar, ubicado en un entorno con unas características destacables.