En Extremadura existe un territorio que reúne los requisitos necesarios para cubrir las expectativas del viajero exigente, del aventurero empedernido o el más puro amante de la naturaleza.
Ese lugar tienen nombre y apellidos, Geoparque Villuercas Ibores Jara, una auténtica sorpresa geológica y natural de España.
¿Qué esperas para conocerlo? Mientras tanto, te dejamos nuestra experiencia en este excepcional sitio.

¿Qué es un Geoparque?
Este tipo de distinción otorgada por la UNESCO se otorga a territorios de patrimonio geológico notable, en excelente estado de conservación y que funciona como fuente de motor para el desarrollo local.
Los geoparques son uno de los programas más importantes de la institución junto a los de Patrimonio de la Humanidad y Reservas de la Biosfera.
Los Geoparques combinan espacios naturales únicos con una alta implicación de los habitantes del territorio.
Así surgen diferentes proyectos que van más allá de la zona geológica para poner en valor, la cultura, la gastronomía, el paisaje y los recursos de una zona concreta.
En España hay declarados doce geoparques (Abril 2019).

Geoparque Villuercas Ibores Jara, joya natural de Extremadura
El Geoparque Villuercas Ibores Jara es un macizo montañoso situado entre las cuencas de los ríos Tajo y Guadiana.
Con una extensión de 2.544 km2, es una de las joyas naturales protegidas de Extremadura.
Este singular conjunto orográfico forma parte de la red Europea y de la red global de Geoparques de la UNESCO desde 2011.
En él, tienes la oportunidad de observar montes apalachenses, conocer el Monumento Natural Cueva de Castañar de Ibor, realizar actividades de aventura como el Geocaching o disfrutar de un Geomenú, a ello se suma la cultura, la antropología, la arqueología o la historia.
En la comarca de mismo nombre, descubrimos un buen número de rincones de interés cultural y patrimonial destacados como el Real Monasterio de Guadalupe, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Aventura en el Geoparque Villuercas Ibores Jara
Un día es suficiente para conocer algunas zonas del geoparque, sobre todo si dejas la planificación en manos de expertos guías del territorio como Natrural.
Nuestro día se inicia con un juego de Geocaching junto a la Ermita del Humilladero de Guadalupe.
Nunca lo había practicado y resulta divertido, pero sobretodo es una excusa para introducirse en la zona.

La historia de Pangea en el Geoparque
Desde aquí, seguimos la ruta en 4×4, atravesando pistas y carreteras que nos elevan hasta el Pico del Carbonero.
Durante el trayecto atisbamos algunos de los habitantes del geoparque como ciervos, jabalíes y aves. De vez en cuando hacemos una rápida parada para admirar el peculiar paisaje.
Salen al paso zonas boscosas, preciosas jaras en flor y alcornoques. Dejamos atrás las curiosas formaciones conocidas como rañas y alguna que otra pedrera.
Al ascender, el bosque y la vegetación desaparecen. En la parte más elevada del Geoparque, Jose Antonio de Natrural nos imparte una impresionante clase de geología que nos deja atónitos.
La historia que nos cuenta comienza hace muchos, pero muchos muchos millones de años, cuando la tierra era conocida como Pangea y no existían los continentes tal y como los conocemos hoy día.

El paisaje de los Montes Apalaches
¿Qué tiene en común la zona este de Extremadura con Carolina del Norte? ¿Hay indios en España? ¿Dónde quedan los Apalaches? No, no nos hemos vuelto locos ni estamos planteando un juego de adivinanzas.
Estamos a unos 1.400 metros de altitud, tenemos una perfecta visión de la sierra de Villuercas, así como de diferentes geositios del parque.
Ante nosotros se extiende un peculiar sistema montañoso conocido como «relieve apalachense». El nombre deriva de los Montes Apalaches de EEUU.
En este punto perdido de Extremadura se sitúa un hermano lejano y perdido de aquellos montes.
Todo tiene su explicación científica. Esta zona estuvo sumergida bajo el mar configurando un único territorio: Pangea.
La fuerte presión de las placas durante miles de años, hizo que la enorme roca se separara, abriendo paso a las aguas y creando los actuales continentes.
Así, zonas de EEUU, España, Portugal y Escocia, entre otras, comparten la misma configuración geológica apreciada en los sistemas apalachenses.
Actualmente se trabaja para la creación del Sendero Internacional de los Apalaches, único en el mundo por su singularidad.

No hay nada mejor para asimilar una lección de geografía de esta envergadura que acompañarla de un picnic de productos autóctonos.
El Pico Carbonero
El mirador del Pico Carbonero es el mejor lugar del mundo para tomar un tentempié y disfrutar, a la vez, de una visión panorámica de 360º.
A esta altura se encuentran fósiles marinos con más de 600 millones de años como el Daedalus. Pisamos rocas que contienen sus huellas.

Es imposible no abrumarse ante la historia geológica de la tierra, sobretodo cuando nuestro guía nos cuenta como se produjeron estos valles y sierras, salpicados de anticlinales y sinclinales.
Nunca he recibido una lección tan práctica, rápida y condensada de geología. ¡Me ha encantado! Mi parte curiosa y ávida de historias ha disfrutado enormemente en este lugar.
Las Loreras de Castañarejo
Ponemos rumbo a Castañar de Ibor. Antes, José Antonio nos introduce en un lugar único y excepcional.
De repente, retrocedemos al Jurásico en el punto conocido como Loreras de Castañarejo, donde crece un tipo especial de laurisilva milenaria junto a algunos arroyos de la zona.
Descubrimos la evapo-transpiración, proceso realizado por esta especie vegetal para sobrevivir.
Consiste en tomar agua por las raíces y expulsarla a través de las hojas produciendo la humedad suficiente para vivir, por ello se las conoce como el árbol de la niebla.
¡Fantástico! En este momento no sé si estoy en Extremadura o en alguna selva tropical.

En los geoparques son tan importantes los aspectos geológicos del territorio como los culturales, patrimoniales y gastronómicos.
Por ello, algunos establecimientos preparan el «Geomenú», oportunidad única para degustar los productos autóctonos y típicos de la comarca como las migas o los quesos de denominación de origen Ibores.
En nuestra ruta, hemos probado dos tipos diferentes de geomenú en los restaurantes Solaire y Avellaneda de Castañar de Ibor.

¿Qué puedo decir de la gastronomía extremeña? Pues que me parece sublime.
Una fiesta de sabores en la boca, acompañados de productos sorprendentes como el cava de Almendralejo o vinos que se llaman «Luz».
Cueva de Castañar de Ibor
Tras la deliciosa comida seguimos camino hasta la Cueva de Castañar de Ibor, declarada Monumento Natural y uno de los geositios más importantes del Geoparque Villuercas Ibores Jara.
No podemos visitar in situ por lo delicado de su situación.
Es muy sensible a las variaciones de temperatura y está muy restringida a los visitantes por lo que se ofrece la alternativa en el Centro de interpretación de mismo nombre.
Un increíble documental en 3D y las explicaciones de los técnicos nos ayudan a entender el valor de la cueva. El centro cuenta, además, con maquetas que reproducen en su totalidad el geoparque.
¡La cantidad de cosas aprendidas en este viaje sobre la desconocida y variada Extremadura!

El Castañar de Calabazas
El final, a un día inolvidable, llega con la visita a una zona de árboles singulares extremeños.
El microclima de la zona permite la existencia de impresionantes bosques de castaños, robles, alisos, sauces y/o loreras.
Disfrutamos de un vergel en una zona que muchos consideran inhóspita.
El Castañar de Calabazas es un bosque donde habitan castaños centenarios muy queridos por estas tierras.
Es el caso de Postureo con unos setecientos años de antigüedad, diecisiete metros de altura y ocho de perímetro.

Caminar por estos lugares es un privilegio que todo ser humano debería hacer para sentir la naturaleza en estado puro.
Aquí, uno desmiente por completo la imagen de una Extremadura seca. Es imposible asimilar tanta belleza natural junta.
Mis pies comienzan a alejarse del grupo para introducirse por los cercanos bosques de alisos y la sorpresa llega al encontrar ¡una orquídea!

En este insólito espacio acabamos nuestro día por el Geoparque Villuercas Ibores Jara.
Un lugar cargado de historias, de naturaleza, de un valor patrimonial que va más allá de la mano del hombre.
Un lugar de cuento, con zonas boscosas propias de películas de elfos y montañas donde pudieron haber vivido los indios.
Sencillamente, un rincón de Extremadura para conocer y disfrutar. Como veis, no hace falta viajar muy lejos para vivir una intensa aventura.
Lo cierto es querida Eva que cuando estudié Geografía, tanto en el primario como en el secundario, siempre leí que la tierra hace millones de años había estado unida de allí que se considere con cierta certeza que quien «descubrió» América no fue Colón sino los vikingos, con lo cual los parecidos geológicos no me sorprenden para nada. Es más, vasta con haber leído a Julio Verne, realmente un visionario en sus «cuentos e historias» que se confirmaron posteriormente, así lo decían. Me pareció maravilloso el recorrido, sus bosques, se geominas, sus senderos y orquídeas, cuando no nosotras y las flores, y me alegra haber conocido de «tu mano» este rincón de Extremadura. Besos y muy feliz viaje. Marta
Muchas gracias por el comentario Marta!. Me alegra que Extremadura se empiece a conocer ya que es una zona muy interesante desde muchos puntos de vista. Tienes que hacer lo imposible por llegar hasta ella :-). Un abrazo
Oh, me encanta. Justo acabo de volver de un fin de semana de relax y naturaleza en Extremadura, en la Sierra de Gata. Para mí esta región es «la gran desconocida» ya que la gente piensa en España en la costa, sol y playa, o en las capitales culturales… ¡Y Extremadura es tan bonita! Lo de la Extremadura seca también es un mito, la verdad a mí me sorprendió la cantidad de bosque, lo verde de las dehesas… Y la cantidad de aves que se observan. Me encantan las cigüeñas.
Gracias por compartir tu post, un sitio más para conocer, y una cosa más que sé antes de acabar el día (no tenía ni idea de lo que era un geoparque).
Un saludo de la cosmopolilla.
Un abrazo Patri, y muchas gracias por tu comentario. Somos muy conscientes que Extremadura es la gran desconocida de nuestro país, aunque a veces creemos que ese estado de desconocimiento ha hecho que se conserve tan bien :-). Pues ya sabes, otro lugar en el tintero para una próxima escapada.
Estamos muy contentos del éxito que ha tenido este artículo, eso significa que lo desconocido y próximo, llama la atención. Un fuerte abrazo, Carmelo y Eva
Super interasnte el artículo, un día muy completo de aprendizaje y como de disfrutar de la naturaleza. Me ha encantado la actividad de GEOCACHING. Cierto que no es necesario irse tan lejos para ver «mundos nuevos»
Felicidades por el post.
Saludos.
Muchas gracias por tu comentario Veronica, a esto le llamo yo dar buenos ánimos!!!. Pues ya sabes, tienes que probar el Geocaching, es muy divertida y de paso te permite conocer un territorio y sus peculiaridades. Un abrazo.
Menudo día más completito! Me has dejado atónita, he leído tantas cosas interesantes que no sé ni qué comentarte!
Me ha encantado lo del geocaching (he encontrado algún «tesorillo» por Galicia yo también), he flipado con lo de los Apalaches, los fósiles marinos a alta altura y la evapo-transpiración!!!
Lo mejor, acabar con ese pedazo de menú. Qué envidia!!
Un saludo y gracias por compartir toda esta información.
Gracias a ti Diana, pues ya sabes…, va tocar hacer una escapada a esta zona tan interesante :-). Pues si tú has flipado, imagínate yo que además soy media extremeña y he veraneado de pequeña por allí, y ahora me entero de todo esto, jajajajaj.
Un abrazo muy grande y un placer leer tus comentarios!
Lo mejor de la entrada la gastronomía -yo siempre me voy a mí terreno- La verdad que en España podemos presumir de una diversidad espectacular. No conocía esta zona, así que me la apunto. Además pronto nos vemos en Extremadura ¿no? 😉 Saludos
Hola Miryam!, gracias por el comentario. jajajaja si, cada uno tira para lo que le gusta más. La gastronomía extremeña es riquísima y muy variada, cuando vayas a Plasencia ya lo verás :-). Nosotros, al final, no iremos, el viaje de Irán, ya está aquí!.
un abrazo
Lo intentaré Amiga, lo intentaré, es una pena que el tiempo se escurra entre los dedos como si fuese agua veré como me arregloy si realmente me da el cuerpo jejejeje!!! aunque ganas no me faltan . Besotes!!!!
El Appalachian Trail es un reocrrido mítico, de esos que todo senderista quiere hacer una vez en la vida, y teniendo en cuenta la complicación que ese intento genera, tal vez sería buena idea empezar por recorrer este Geoparque, que al final, cada vez que hemos ido a Extremadura se nos ha quedado fuera de ruta… Al menos ahora si nos podemos hacer una clara idea de lo que nos encontraremos. Un gran post.
Saludos!
Un placer que unos bloggers como vosotros, a los que tenemos de absoluta referencia se pasen por nuestro humilde blog. Nos ha hecho mucha ilusión vuestro comentario. A parte del momento sorpresa, sí, el recorrido es un imprescindible para cualquier senderista o amante del trekking. Ya sabéis, la próxima visita a Extremadura, toca Geoparque y así podréis decir que por fin habéis recorrido parte del Appalachian Trail :-).
un fuerte abrazo compañeros!
Eva y Carmelo
¡Muy buenas! Pues si que hay ganas de darse una vuelta por allí, la verdad. En cuanto a lo que dices al principio, muchas gracias. 🙂 A nosotros también nos hace ilusión recibir comentarios, sobre todo ahora, que se derivan de forma imparable hacia las redes sociales. En esta blogosfera viajera en la que nos movemos todos somos pequeños.
¡Un abrazo!
No sé si me ha sorprendido más lo de los fósiles o lo de la cercanía geológica entre España y EEUU. Y de la parte gastronómica… es la hora de cenar así que solamente añadir que se me ha hecho la boca agua.
Gracias por compartir todo esto en este post tan completo.
Un abrazo
Muchas gracias a ti Cristina por disfrutar de una parte de mi querida Extremadura. jajajaj, es que la gastronomía extremeña es mucha gastronomía!!!. Nos alegra que te haya gustado.
Un abrazo amiga! Eva y Carmelo
Descubre el Valle del Ambroz, un paraíso natural en Extremadura, España. Con paisajes impresionantes, ríos cristalinos y senderos encantadores, ofrece una conexión única con la naturaleza. Sus pintorescos pueblos cuentan historias centenarias y su gastronomía, destacando el jamón ibérico y la miel local, deleitará tu paladar. Relájate en sus balnearios y disfruta de tratamientos de bienestar. Ven y descubre el encanto inolvidable del Valle del Ambroz en Extremadura.
¡Hola equipo! Muchísimas gracias por vuestra recomendación de este espectacular valle de Extremadura, una tierra que adoramos.
Yo (Eva) me crié en Mérida y veraneaba en Plasencia, mi infancia tiene aromas al río Jerte ;-), pero tenemos pendiente regresar y hacer rutas por los diferentes valles.
Tomamos buena nota y cuando vayamos para Extremadura os llamamos y nos hacéis de guías 😉
Un fuerte abrazo viajero.
Carmelo y Eva