El paso de diferentes civilizaciones y dinastías, así como las épocas del protectorado francés y del colonialismo español, han configurado un rico patrimonio y una mezcla de culturas inigualable en una de las cinco ciudades imperiales de Marruecos. Para que no pierdas detalles si la visitas, te contamos qué ver y hacer en Marrakech.
Para ello, en en este artículo, te llevaremos casi de la mano a través de sus calles, monumentos, paisanaje y costumbres, sin olvidarnos de la gastronomía o de los lugares donde alojarte.
Sin olvidarnos de los rincones incluidos en la lista de la UNESCO. ¿Te vienes?
Qué ver y hacer en Marrakech SIN PRISAS
Estas son nuestras recomendaciones sobre qué ver y hacer en Marrakech sin prisas.
Quizás no están todos, pero, está bien que uno mismo se convierta en descubridor de las ciudades visitas y así sorprenderse, para bien o para mal.
1. Murallas y puertas de la Vieja Medina
El relajado paseo comienza fuera de las murallas. Punto ideal para apreciar los espectaculares bastiones de tierra roja-ocre, color natural del material local que rodea la Medina.
Solo aquí se entiende uno de sus sobrenombres «la ciudad roja». Dependiendo de la hora del día, también la puedes ver naranja o rosa.
La muralla conserva 19 puertas, destacada la monumental Bab Agnaou, «Puerta del carnero mudo sin cuernos».
Construida en el siglo XII por los almohades, daba acceso a la zona sur, lugar del que procedían las caravanas y comerciantes del desierto y del África Negra.
Tras rodear una buena parte de la muralla, muy olvidada por las guías convencionales, merece la pena acceder a la Vieja Medina por Bab Agnaou, para introducirte en un mundo fascinante.

2. Gran Medina o Ciudad Vieja
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1985. Imprescindible dejarse llevar por sus olores, colores, ruidos, pero sobre todo, por su gente.
¡Un consejo! Pasear con los ojos curiosos de un niño, olvidaros de las guías. Entrar en todos los sitios en los que se permita la entrada.
Tocar, oler, sentir y probar, sin miedo…, a pesar de que os quieran vender algo. Siente la fascinación de un lugar único, de calles de color rojo, naranja y ocre.
Un lugar donde el ruido de una moto te hace saltar de un susto, donde los gatos campean a sus anchas junto a los puestos del pescado mientras las abejas revolotean alrededor de los exquisitos dulces de miel y almendra.

Saldrán al paso fastuosos palacios, pequeñas mezquitas, callejuelas arqueadas en las que un peluquero corta el pelo mientras escucha una música que invita a bailar y observas bellísimas manos de Fátima en cada puerta.
Olores putrefactos se combinan con aromas a especies. Pescaderías junto a herbolarios, hostels junto a riads.
En la vieja medina escucharás la risa de los niños que salen del cole y el canto a la oración procedente de alguna escondida Mezquita.
3. Plaza de Jemaa el Fna
Inevitablemente, tus pasos te llevarán hasta el corazón de la Medina, la plaza de Jemaa el Fna, declarada Bien Inmaterial de la UNESCO en el 2008.
Principal espacio cultural de Marrakech y símbolo, por méritos propios, de la ciudad desde su fundación, allá por el siglo XI, aunque en aquellos momentos su uso no tenía nada que ver con el actual.
La UNESCO reconoció la excepcional concentración de tradiciones y costumbres populares de Marruecos representadas por un buen número de expresiones artísticas, musicales y religiosas.
Este lugar merece toda tu atención. Necesita ser observado a lo largo de diferentes horas.
Hay que escuchar la música, las historias de los cuentacuentos, el sonido de las motos e incluso, el canto del muecin llamando a la oración en la cercana Koutoubia.

Mejor por la noche
A nosotros nos ha fascinado por la noche, cuando los puestos de comida ocupan el espacio y el humo produce imágenes casi oníricas.
Toca preparase para ser asaltados por los «atrapa-clientes» con sloganes que harían sonrojar a cualquier publicista versado en la materia.
Sopa de caracoles, harira (sopa de tomate), zumos de naranja, estofados y pinchos morunos de cordero.
Algún que otro pescado, aceitunas, encurtidos, y de colofón, los puestos de pasteles que despiertan tu lado más goloso.

¿Lo más importante para no agobiarte? ¡no tengas prisa! pasea y observa primero los diferentes puestos.
Si te tomas tu tiempo, verás los puestos ocupados casi en exclusiva por familias marroquíes o trabajadores de la zona, ¡son los mejores!
Tras algunos tenderetes que solo venden brillo y parafernalia occidental, hay puestos sencillos en los que se sientan los locales, en ellos vivirás una experiencia sea 100% genuina.

La plaza es una fiesta que atrapa al turista, al viajero, al extranjero, una mezcla de cuento y realidad.
No todo en la plaza es «tomadura de pelo al turista», sencillamente se produce un juego de roles, donde cada uno interpreta su papel.
Pero si sobrepasas el momento «¡¡me están engañando!!», descubres la verdadera esencia del lugar.
Otra de los imprescindibles de esta plaza son sus terrazas panorámicas. Desde las alturas el espectáculo es magnífico y además tienes unas panorámicas impagables de la plaza y la Koutoubia.
Aunque la esencia está abajo. ¡Bienvenidos al mayor teatro al aire libre del mundo!
4. Barrio de los Zocos
Una gran puerta en el lado sur de la plaza da acceso a otra de las zonas imprescindibles qué ver y hacer en Marrakech, el barrio de los suks (zocos).
Toca callejear sin sentido, siguiendo el rastro a los diferentes gremios situados, en perfecta armonía, en sus pertinentes áreas.
Para los occidentales, este mundo representa un auténtico caos de pasillos, tiendas, burros, carros, motos, personas y artículos de todo tipo y uso.
Los zocos se distribuyen en pequeñas plazas que dan paso a callejuelas expandidas hacia el infinito.
Si eres un amante del shopping, este es tu lugar. Tiendas y tiendas, de todo tipo, gusto, y accesibilidad se reparten por unos de los zocos más interesantes de Marruecos.
Aquí descubrirás el arte del regateo, llamado así porque conlleva su propio juego y costumbres.
En los zocos nunca verás los precios fijados, nada tiene un valor etiquetado. No queda más remedio que regatear.

5. Palacio Bahia
Magnífico palacio de estilo andalusí que significa «Palacio de la Bella». Su extensión es de ocho hectáreas repartidas en habitaciones, patios y jardines.
El palacio está totalmente vacío. Cuando murió el último visir, sus esposas y familiares cercanos se llevaron todo.
Por eso, es mejor hacer la visita con un guía que explique su historia, de otra manera puede decepcionar.
El Palacio está muy próximo a la Plaza Jemaa el Fna. Llegar hasta él supone un interesante paseo a través de las calles de la Vieja Medina.

6. Tumbas Saadíes
Interesante conjunto funerario descubierto en el año 1917. Ármate de paciencia para visitarlas, ¡son el must de Marrakech!
La parte más impresionante es el mausoleo del sultán Ahmad al-Mansur y su familia.
La visita no lleva más de media hora. El conjunto del edificio se compone de una colección de tumbas (unas cien), donde se enterraron a los guerreros de la dinastía saadí y a los sirvientes del sultán.

7. Mezquita y jardines de la Koutoubia
La mezquita es uno de los símbolos de la ciudad. Su minarete de 69 metros, es el techo de Marrakech. Resulta imposible no compararlo con La Giralda de Sevilla.
Desde su apacible jardín puedes observar el conjunto de la Koutoubia. El acceso está prohibido a los no musulmanes. Destaca su preciosa piedra arenisca de color rosado tan típico en toda la ciudad.
Koutoubia significa «mezquita de los libreros» ya que en sus inicios, estaba rodeada de puestos de libros. Ahora han quedado sustituidos por el jardín, los puestos de naranjas y los turistas.

8. el barrio Judío – Mellah
El Mellah, «lugar de sal», se remonta a la época del comercio de sal extraído del Atlas que servía para conservar los alimentos.
El enriquecedor monopolio de este comercio estaba en manos de los mercaderes judíos asentados en Marrakech. Hoy día no queda prácticamente nada de aquella comunidad.
Situado extramuros, en la zona sur de la Medina, atravesamos la puerta de Bab Agnaou para pasear por una de las zonas más interesantes de Marrakech.
Las calles, de diferenciadas connotaciones arquitectónicas respecto a la vieja Media, están repletas de tiendas de especias, de plantas aromáticas, alfombras, puestos ambulantes y artesanía.

También podréis visitar alguna de las famosas herboristerías donde los «médicos bereberes» siguen tradiciones ancestrales para prevenir y curar enfermedades de todo tipo, a base de hierbas y ungüentos.
Por esta zona déjate mimar, desde cualquier puesto os invitarán a un delicioso té a la menta, sin compromiso de compra.
Aunque hay que estar atentos, la zona del mercado está repleta de «ganchos» para atraer a los turistas hacia ciertas tiendas en las que te puedes sentir violento por la actitud de los encargados.
El Mehall atrapa por una interesante arquitectura diferenciada del resto de Marrakech, las casas cuentan con balconadas de madera, peculiaridad de los judíos en esta ciudad.

Planifica tu escapada a Marrakech
A parte de estos lugares, existe una ciudad moderna, de lujo, extramuros de la vieja medina, pero menos atractiva.
Una Marrakech que cada vez se parece más a nuestras ciudades de centros comerciales vacíos de contenido y de grandes avenidas con marcas que se repiten hasta la saciedad. ¡Tú decides que visitar!
Estos han sido nuestros consejos sobre qué ver y hacer en Marrakech. Ahora te dejamos las recomendaciones para que planifiques tu escapada.
– Dónde dormir en Marrakech
La ciudad cuenta con infinitas posibilidades para alojarse adaptadas a todos los bolsillos. Muy recomendables son los riads, sobre todo los de la Vieja Medina.
En nuestro caso, nos hemos alojado en varios hoteles situados en la zona nueva, pero cerca del centro, alque hemos llegado caminando la mayoría de las ocasiones.
En general cuentan con servicios complementarios que han hecho perfecta la estancia, como por ejemplo, piscina (sobre todo cuando el calor aprieta), restaurante, bar y música en directo, entre otros.
-Dónde comer en Marrakech
Te compartimos los lugares donde hemos comido en nuestras visitas a la ciudad.
Restaurantes y cafés
– Café Argana, en la misma plaza, uno de los clásicos para disfrutar de su ambiente, aunque se suben a la parra un poco con los precios.
– Aqua Café, un bonito lugar con carta marroquí, pero en la que también encontrarás otras variedades como pizzas o pastas. Buenos precios. Ideal para disfrutar de las vistas hacia la Vieja Medina.
– Restaurante Marroquí Albaraka. Bonito riad reconvertido en restaurante. Ofrecen menús degustación de especialidades marroquís.
Por la noche hay actuaciones de música tradicional. Ubicado en un lateral de la plaza, lo interesante pasa dentro y no en el exterior.

– Restaurante Le Tanjia. Si te apetece darte un pequeño lujo, este local es uno de los mejores restaurantes en el barrio de El Mellah cerca de los palacios de El Badii y de Al badia.
Un espectacular menú-degustación de platos locales. Muy recomendable para ir a cenar. El embrujo de su terraza a la luz de las velas es impagable.

Puestos de la plaza Jemaa el Fna
Imprescindible en cualquier guía sobre qué ver y hacer en Marrakech.
Atrévete al vértigo que supone adentrarse en este lugar por la tarde-noche. Date primero una vuelta por los diferentes puestos, mira bien las cartas, los precios y sobre todo fíjate en los tenderetes donde cena la gente local.
En todos existe la carta con el precio fijado, ¡pídela!
Siempre te van a poner un un aperitivo que consiste en pan, aceitunas y salsa de tomate, si no estás dispuesto a pagarlo (aquí es donde te dan el susto) no lo aceptes, les dices amablemente que eso no lo has pedido y no pasa nada.
¿Lo mejor? Degusta los productos típicos de los puestos con una sola especialidad. Por ejemplo, los hay especializados en harira, otros en caracoles, otros en brochetas.
Intenta cenar en ellos, ya verás que explosión de sabores. La cena no debe salirte por más de 25Dh.

Otros lugares
– La Casa Restaurante & Lounge. Uno de los cuatro restaurantes del Hotel Andalous (nuestro alojamiento).
Ambiente moderno, cocina fusión. Local moderno y muy occidentalizado.
Puedes ver como hacen la comida gracias a la gran cristalera de la cocina. Después, es perfecto para tomar copas y escuchar música.
– Knock Knock Kfè. Nos ha entusiasmado este local ubicado en la vieja Medina.
Tres pisos con diferentes salones complementados con una terraza panorámica. Opciones vegetarianas, comida local, menú degustación y buenos platos caseros.
Rápida atención, muy buenos precios y una bonita y sencilla decoración muy acorde con el lugar.¡De nuestros favoritos!
¿Cómo moverse por Marrakech?
La ciudad es perfecta para conocerla a pie, sobre todo la zona de la vieja Medina. Si planificas bien tus visitas, y te orientas bien con los mapas, esta ciudad es ideal para deambular.
No obstante, si estás alojado en algún hotel exterior a la medina o al centro, utiliza utiliza los taxis.
Si los compartes salen muy bien de precio y son muy cómodos para recorrer distancias en la ciudad.
Y si te atreves, la ciudad cuenta con autobuses, utilizarlos puede ser toda una aventura. Eso si, ¡Prepárate para el caos circulatorio!
Como ves, te hemos dejado una buena batería de consejos de qué ver y hacer en Marrakech, una ciudad que ofrece un amplio abanico de posibilidades.
A pesar de que a veces la odiamos mucho, al regresar a casa solo soñamos con regresar y seguir disfrutando de ella. ¡Esta ciudad es pura magia!
Qué buen post. Me habéis vuelto a llevar a la mágica Marrakech. Cómo vosotros la Plaza de Jemaa el Fna me parece especialmente fascinante de noche, cuando se llena con el humo de los puestos de comida y la gente se sienta a cenar con amigos o familiares.
Un abrazo.
Un abrazo para ti también Cris! Nos alegra haberte traído tan buenos recuerdos… realmente la mejor palabra que describe este lugar a esas horas es «fascinación» e incluso magia, lo único que a veces, el acoso de los «atrapaclientes» acaba de golpe con todo ello 😉
Un abrazo,
Eva y Carmelo
Lo tengo pendiente a pesar de lo cerca que lo tenemos. Me apunto tus sugerencias
Saludos
GranPumuki
A veces pasa que lo más cercano, es lo más desconocido 😉 Pues si te animas a ir por Marruecos, ya sabes, cualquier cosa que te podamos aportar, aquí nos tienes 🙂
Un abrazo,
Eva y Carmelo
gracias!
Y yo todavía sin conocer Marrakech!!! Es un destino que se me resiste y no me termina de apetecer hasta que leo posts como el tuyo, que me entran ganas locas de ir!!
Ay Cris!! pero, ¿cómo es eso? jajaj, bueno, es que hay tanto por ver y conocer. Al menos nos alegra haberte «influido» para que se despierten en ti las ganas de viajar a Marrakecch.
Un abrazo guapa,
Eva y Carmelo
¡Hola Eva y Carmelo!
Nos ha gustado tanto vuestro post, que este mes lo hemos incluido en nuestra sección de «blogs que inspiran a viajar».
Abrazos.
Uauuuuu, qué maravilla! muchisimas gracias pareja! No imagináis lo que nos alegra servir de inspiración a otros viajeros y colegas bloggers. Enhorabuena por esa bonita sección en la que daís visibilidad a otros colegas sin esperar nada a cambio, simplemente la satisfacción de sentiros inspirados.
Un abrazo y esperamos seguir contagiando nuestra pasión por Marruecos!
Eva y Carmelo
Muy buen resumen de una ciudad que tiene un lugar especial para mí. Añado otras dos visitas: el Palacio el-Badi y Ben Youssef.
Qué ganas de volver tengo…¡Un abrazo pareja!
Qué buen post Eva! La verdad que Marrakech es genial. Nunca he visto una plaza tan animada como Jma el Fna. Hay tantas actividades/espectáculos por la tarde-noche….Y los zumos naturales, qué maravilla
¡Hola Diana! gracias por pasarte por nuestra bitácora y por tu comentario.
Tal como dices, es así, no creemos que haya una plaza en todo el mundo tan animada, con tanta variedad de propuestas y con tanta magia como Jma el Fna, no imaginas las horas que hemos estado disfrutándola en cada una de las visitas a Marrakech.
Aunque, el resto de la ciudad, contiene unos rincones preciosos que también merecen una pausada visita.
Esperamos volver pronto!
Un saludo
Eva y Carmelo