En general, detrás de cada uno de nuestros viajes hay una historia, como la ha habido en el Kasbah Hotel Tombouctou de Mezourga.
En 2014 viajé a Marruecos con motivo de la expedición de fin de curso del Máster de Periodismo de Viajes, un periplo de diez días por el Gran Sur del país junto al equipo de Xaluca Tours. Mientras tanto, Carmelo vivía su propia aventura marroquí.
Años después regresamos para revivir el viaje de Carmelo y el mío. ¿El objetivo? Ir al reencuentro de las personas que ayudaron a Carmelo con su amable hospitalidad y vivir la experiencia «de lujo» de mi viaje programado.
Por ello, al viajar al desierto decidimos alojarnos en el magnífico Kasbah Hotel Tombouctou de Mezourga.
Un oasis junto a las dunas del Erg Chebbi, parada obligatoria para el viajero que se acerca al Sahara marroquí.

Adiós Errachidia ¡Hola Merzouga!
A primera hora de la mañana nos esperan, puntuales en la puerta del hotel de Er Rachidia, Zacarias (uno de esos magníficos «conseguidores» marroquís capaces de facilitar el viaje si confías en ellos) y un joven taxista con un coche impecable, limpio, nuevo.
Después de varios días de autobuses sin aire, de caminos de tierra, de paradas en bares olvidados en la nada y de un sinfín de anécdotas, no nos creemos semejante lujo a nuestro alcance.
Sobre todo por el precio que hemos pactado, 50 dirham (unos 5€ al cambio) para el trayecto de Er Rachidia hasta el Kasbah Hotel Tombouctou en la localidad de Merzouga.
Zacarias nos advierte, ¡Será un recorrido sin prisas! Mustafa, nuestro joven taxista, hará paradas en puntos interesantes y lugares poco turísticos que siempre le gusta enseñar.
En el maletero lleva agua fresca y un pequeño picnic por si tenemos hambre. ¡Si volvemos a Marruecos ya sabemos a quien llamar!
Nuestra experiencia en el Kasbah Hotel Tombouctou
En mi caso ya había disfrutado del confort de otros dos hoteles del grupo Xaluca en Erfoud y Boumalne Dades, me apetecía conocer el hotel de referencia en el Erg Chebbi.
Tras una semana de viaje por el corazón del Medio Atlas, desde Fez hasta Azrou, reencontrándonos con algunas de las personas que ayudaron a Carmelo años atrás, toca repetir mi ruta por el desierto.

Una ruta para mostrar a Carmelo la inmensidad del desierto, la belleza de los pueblos de la zona y la música Gnoua que tanto me impresionaron en mi periplo por el Gran Sur.
Y sin dudarlo, el mejor lugar para revivir esos momentos, tanto por su confort, por su infraestructura, por los servicios y actividades extra en la zona, es el Kasbah Hotel Tombouctou.
Llegamos a Mezourga un día después de las intensas lluvias que han dejado anegadas buena parte de las carreteras y algunas localidades.
Una zona que recordaba árida, desértica, donde el polvo y la arena se incrusta en tu piel y llenan tus pulmones, es ahora un vergel de agua, de espejismos irreales.
¡El impacto es hipnótico! Carmelo sonríe con mi cara de sorpresa.

La N13 es un espectáculo en si misma, atravesamos zonas de Hamada y de Erg (los dos tipos de desierto que se encuentran en esta región de Marruecos).
Pequeñas localidades salpican el horizonte mezcladas con un buen número de complejos hoteleros en absurda competición por imitar la arquitectura típica de Merzouga, llamados por aquí Auberge.
Uno de ellos es el Kasbah Hotel Tombouctou al que vemos de lejos en una imagen onírica que recuerda a antiguas fortalezas.
El agua refleja la bonita arquitectura del complejo hotelero y nos deja imágenes irrepetibles.
Mustafa, al que hemos tomado cariño después de cinco horas de ruta, nos deja su teléfono para lo que necesitemos.
Él es un joven emprendedor de la zona. Ha decidido establecerse por su cuenta como taxista, guía y «conseguidor».
Hemos quedado encantados con su servicio por su simpatía, limpieza e higiene, calidad de servicio, buena y tranquila conducción.
Ha entendido enseguida los lugares que nos interesan y la amabilidad con la que nos mostró su casa familiar fueron cualidades más que suficientes para volver a confiar en él.
Nos despedimos de Mustafa y entramos al magnífico Kasbah situado a los pies de las dunas del Erg Chebbi. La ubicación es perfecta, así como su arquitectura y servicios.

La cálida atención y la amable bienvenida son una de las mejores bazas de este establecimiento.
De notable interés son la calidad de las habitaciones y de los materiales utilizados para su construcción, todos de origen local igual que sus empleados.
En Tombouctou sientes que estás en Marruecos en el detalle de los colores, de la decoración, sin necesidad de falsas copias de cartón piedra.
Se respira autenticidad y Km0 por todas partes con un exquisito toque de lujo, el necesario para que tu estancia la sientas como una experiencia inolvidable.
Alojarse aquí es una opción para olvidarte de todo, para dejarte llevar por la cálida acaricia del desierto.
En nuestro caso hemos vivido tres días de ensueño en los que hemos disfrutado de la piscina, del hammam, de rica gastronomía y de música local.

Y como no, de nuestra preciosa y confortable habitación, a la que no le falta detalle así como de las magníficas dunas del Erg Chebbi.

Uno de los valores del hotel es su ubicación a los pies del Erg Chebbi, puedes alejarte de la civilización para contemplar el mágico amanecer o el épico atardecer en las dunas.
Hemos sucumbido al magnífico lujo y confort del Tombouctou.
Los paseos por las dunas han sido las únicas veces que hemos abandonado un complejo al que no le falta detalle.
Una de las cosas que más nos ha gustado es la arquitectura del Kasbah.
Los patios interiores, los pasillos cubiertos de llamativos colores, los acabados en taladaket, técnica decorativa ancestral de Marruecos y por supuesto, sus soberbios torreones de adobe.

Lo bueno de planificar un viaje sin fecha de vuelta es que te puedes dar pequeños placeres como este.
Alojarte en un hotel para disfrutar de sus servicios, de su entorno, de la gastronomía de su restaurante.
Dejar pasar el tiempo respirando el lugar, sin obsesionarnos por salir corriendo a visitar lugares con los que ampliar la lista de sitios visitados.

El Kasbah Hotel Tombouctou provoca una deliciosa sensación de dejadez, de olvidarte del mundo e incluso de ti mismo.
Por ello en nuestra sección de alojamientos con encanto no podía faltar este hotel.
Desde aquí agradecemos a todo el equipo su amabilidad y complicidad a la hora de hacer nuestro vídeo y fotos.
muy bonito lugar
Hola Ana, garcias por pasarte por nuestro blog y dejarnos un comentario sobre Kasbah Hotel Tombouctou, ¿lo conoces? ¿Habéis estado con vuestra agencia? ¿Qué es lo que más os gusta del desierto?
Un abrazo,
Eva y Carmelo
Hola Eva, Estoy del desierto de Marruecos y de Verdad es articulo es muy bonitoo
¡Hola Moha, muchas gracias! La verdad que el lugar ayuda mucho ;-). ¿En qué parte del desierto estás? A nosotros nos gustó mucho la experiencia en Erg Chabbi.
¡Saludos viajeros!
Estoy del desierto de Marruecos muchas gracias por este super bueno articulo sobre el desierto 🙂