Viajamos condicionados por nuestra cultura y experiencias, por ello, esperar que un lugar sea tal y como lo ha descrito otro viajero es harto inexacto.
Asumiendo toda esa inexactitud, sumada a la dificultad del relato, intentaré transmitir mi experiencia de viajar por el Kurdistán iraní a lo largo de cinco días.
Kurdos, Iranís, chiíes, suníes, musulmanes, cristianos, laicos, zoroastrianos, hombres, mujeres, personas iguales y diferentes que les une haber nacido en un mismo país: Irán.
Con una historia de más de siete mil años, los persas disfrutaban en sus casas de «aire acondicionado ecológico» mientras Rómulo y Remo mamaban de una loba.
En todo este tiempo, entre otras cosas, han aprendido a convivir pese a sus diferencias y no me refiero a los siempre criticables gobiernos de turno, sino a la sociedad iraní.
Alguien diría que todos somos diferentes y otro replicaría que nada de eso, que en el fondo somos iguales.
En mi opinión lo más importante es aprender a respetar las diferencias para poder convivir en paz y eso es lo que me ha transmitido la sociedad iraní.
Viajar al Kurdistán iraní, un agradable imprevisto
En esta ocasión para viajar por el Kurdistán contamos con la compañía de Yalda, compañera de Eva en el Máster de Periodismo de Viajes, y su marido de origen kurdo.
Nuestros planes de viajar al sur para recorrer el Golfo Pérsico desde Bandar Bushehr a Bandar Abbás cambiaron tras aceptar los consejos de los anfitriones que nos habían acogido en diferentes localidades.
El insoportable calor de esas zona durante el mes de junio nos impediría vivir una grata experiencia de la zona.
Por ello, cambiamos el rumbo y desde Shiraz giramos hacia el oeste en dirección Ahvaz para, desde allí, continuar ruta hasta Tabriz.
Los 47 grados con los que nos recibió la ciudad de Ahvaz, ¡nos convencieron del acierto en el cambio de ruta!
Quién nos iba a decir que en esta ciudad petrolífera, perdida en el desierto, sofocante y poco atractiva tendríamos una de las mejores experiencias de couchsurfing.
Recién llegados a Ahvaz recibimos la llamada de nuestra amiga que nos emplazaba a reunirnos al día siguiente en Sanadaj lo que nos obligó a un viaje de 600 kilómetros en autobús y taxi.
Llegamos a Sanandaj, capital de la región del Kurdistán iraní, dejándonos por el camino, muy a nuestro pesar, pueblos y lugares con los que habíamos soñado visitar. ¡Tocará volver!
Con las prisas, no tuvimos tiempo de localizar a un anfitrión en Sanandaj así que, por primera vez desde que llegamos a Irán, nos alojaríamos en un hotel.
Todo un «lujo» cambiar la alfombra del suelo por una cama y la letrina por una taza de wc, aunque nos faltaba la calidez de la hospitalidad iraní.
Al encuentro de nuestros anfitriones
A la mañana siguiente nos esperaban, puntuales en la recepción del hotel, nuestros amigos.
Emocionados y tristes nos contaban como, muy a su pesar, tuvieron que vender todas sus posesiones en Ebril.
Casa, negocio, coche…, ya que temían que ISIS, el autoproclamado Estado Islámico, llegara a esa localidad en breve.
Todo ese día lo pasamos visitando Sanandaj la ciudad en la que nuestro amigo estudió de niño.
Nos acompañó en un recorrido por sus calles, sus mercados, sus parques y los lugares más interesantes. Por la tarde tomamos camino hacia su localidad natal, Marivan.
En el camino paramos en Negel, una pequeña localidad donde se encuentra uno de los coranes más antiguos del mundo.
Llegados a Marivan ya de noche y nos hospedamos en la casa familiar de nuestro amigo.
Su padre es un importante líder administrativo y espiritual de la comunidad con cerca de cien mil almas a su cargo.
La invisibilidad del pueblo kurdo
La experiencia de las primeras horas fue muy incómoda.
El desconocimiento de sus costumbres nos hizo creer erróneamente que nos aislaban del núcleo familiar en un cuarto contiguo al salón donde ellos celebraban el reencuentro “en privado”.
Pasadas dos largas horas, el estúpido mal entendido acabó cuando nuestra amiga entró en el cuarto y nos preguntó si algo no iba bien.
Estaban simplemente siendo respetuosos con nuestra enclaustrada intimidad y esperaban que saliéramos, mientras nosotros esperábamos ser invitados a entrar en su salón.
Tras aclarar el malentendido, pudimos conocer la hospitalidad kurda, que nada tiene que envidiar a la del resto del país y que supera con creces a la “occidental”.
Compartir comida, canciones, historias y su atención por aprender lo que el visitante trae de diferente nos llevó a conversaciones muy reveladoras del día a día de esta sociedad.
Nuestro amigo fue mi interprete personal del inglés al kurdo cuando quise preguntar a su padre su opinión ante la obligación del uso del velo y demás normas islámicas.
Tras la traducción, el padre sonrió. El padre es un hombre que pasa de los sesenta años de edad.
Toda su vida la ha dedicado al estudio y al servicio de la comunidad. Puede presumir de ser el autor de la primera traducción del Corán al idioma kurdo.
El kurdo, es un pueblo de más de cuarenta millones de personas que permaneció excluido en el reparto de fronteras al acabar la Segunda Guerra Mundial.
Una milenaria cultura dividida por líneas creadas por terceros países que les llevó, como es el caso de Irán, a convivir con una mayoría chií mientras los kurdos son de creencias suníes.
No obstante, la tolerancia se hizo llevadera hasta la revolución islámica del Ayatolá Jomeini. Al llegar el nuevo régimen, el pueblo kurdo podía resultar peligroso.
Nuestro anfitrión pasó tres años y medio de su vida encarcelado. Su rostro inspira respeto, da confianza y su sonrisa es pura bondad, pero de dureza contenida y cierta nostalgia.
Como muestra de sometimiento al gobierno actual nos enteramos de que antes de oficiar las oraciones en la mezquita, debe esperar a que un religioso chií esté presente para supervisar todo cuanto pregona a sus fieles.
Esta es tan solo una de las perlas de libertad que le son robadas a los kurdos iraníes.
Cuando me expuso que existen recién nacidos que no son censados para que no puedan reclamar sanidad o educación y que ni tan siquiera cuentan como ciudadanos, comprendí su sonrisa ante mis preocupaciones por el obligado velo de las mujeres.
No quiero bajo ningún concepto perjudicar a tan maravillosa persona y no me perdonaría que sus sinceridades conmigo le causasen represalias, jamás me lo perdonaría, así que no pondré en su boca otras cuestiones sociales.
La hospitalidad de esta familia fue infinita, nos ofrecieron su casa, comida y hasta me ofrecieron la ropa típica para vestirme a juego con Eva, a quien su amiga había engalanado con su traje de bodas kurdo.
Nos hicieron sentir kurdos por un día. Paseamos por las calles con ellos mientras los vecinos nos miraban curiosos, preguntándose quienes eran aquellos vecinos desconocidos que acompañaban a la familia, vestidos de boda.
Lejos de ser un juego de disfraces, el hecho de aceptar sus ropajes nos hizo ganar su respeto y valoraron mucho nuestra buena disposición a integrarnos y formar parte del pueblo kurdo. Fue todo un honor.
Tras el paseo nos invitaron a una fiesta familiar, dado que faltaban apenas diez días para celebrar la boda de la pequeña, la familia se encontraba al completo.
Una vez más la serendipia (o el arte de dejarse llevar) nos llevó a experiencias inimaginables pocos meses antes, cuando planeábamos nuestro trip iraní.
Viajar al Kurdistán, enfrentarse a los miedos
Estuvimos durante toda una semana recorriendo pueblos de la región.
Algunos en verdes valles, otros colgados en las imposibles laderas de las montañas de Dalani y Oramán.
Eva y yo lloramos con los pies colgando al borde de un precipicio en un lugar sagrado donde se sitúa la cueva de Pir Shalyar (Santo visir del zoroastrismo).
Allí, las mujeres arrodilladas sobre sus alfombras elevan las plegarias a las almas de sus seres queridos.
Si alguien no es capaz de sentir la energía espiritual que desprenden lugares así, que no espere a detectarla con aparatos electrónicos ni se llame así mismo ser humano.
Los kurdos bailan, tocan instrumentos, cantan, aunque ahora solo puedan hacerlo en contadas celebraciones tradicionales muy concretas.
Nosotros no pudimos asistir a ninguna, aunque compramos un DVD que lo atestigua.

El Saipa con el que realizamos el road trip por el Kurdistán
Nuestro improvisado trip por el Kurdistán iraní ha dejado huella. Recuerdos imborrables y paisajes que ahora forman parte de nuestra vida, de nuestro ser.
Eva escribirá otro post sobre viajar al Kurdistán y os relatará mejor que yo sus singularidades.
La belleza del lago de Merivan, como preparan el sabroso pan que ellos llaman kalaneh, la vida alrededor de un río en la localidad de Palangan.
En definitiva, todo aquello que no os podéis perder si finalmente abandonáis los injustificados miedos que nos crean sobre algunos destinos o los que a veces nos auto imponemos para evitar abandonar el cómodo sofá.
Viajar al Kurdistán o donde sea, es descubrir, aprender, compartir, vencer miedos y evolucionar.
No esperes a que te toque la lotería, solo da el primer paso.
No hay día que pase sin que crezcan mis ganas por visitar Irán. Los medios se han encargado de hacernos creer que es un país peligroso y lleno de gente «mala». Qué experiencia más bonita, no me extraña que el uso del velo sea «secundario» ante tanta represión.
¡Qué gran muestra de hospitalidad recibistéis! ¡Estabáis guapísimos!
Hola Sara! Muchas gracias por pasrate por nuestro artículo y tomarte el tiempo para leerlo 😉 Sabemos de tus ganas por viajar a Irán y esperámos que pronto puedas cumplir ese sueño. Lo d elos medios es terrible, hace un día que hablamos con nuestros amigos de allí y nos confirman que hay protestas y algunas manifestaciones de jóvenes universitarios. NAda que no ocurra en Europa cada día.
Respecto a la experiencia.. creo que jamás seremos conscientes de la enorme suerte que tuvimos en este viaje. La enseñanza y las experiencias vividas fueron únicas, solo podemos dar las gracias al pueblo iraní nostrando a través del blog «la realidad más aproximada a lo que se vive allí».
Ya vemos que el estilo kurdo nos sentó muy bien 😉
Un abrazo viajera!
Eva y Carmelo
He encontrado vuestro blog mientras navegaba algo distraída y me ha encantado. Espectacular! Me han entrado ganas de ir 😀 Me encanta las referencias a la gente y a la cultura. Es una imagen que pocas veces se da de Irán.
Un beso muy fuerte desde Tokyo!
Hola Mary,
gracias por tu comentario. Precisamente conocer la gente, la cultura, el patrimonio de los lugares es lo que nos impulsa a viajar y a contarlo en nuestro blog. Comentarios como el tuyo son nuestra mejor recompensa y nos ayuda a infundir nuevos ánimos para hacer lo mejor posible nuestro trabajo.
gracias.
Gracias por toda están enorme aportación de información. Soy un joven de 29 años que sueña con poder ayudar a la reconstrucción de estos países . No me gustaría morir sin poder ofrecer mi grano solidario . Me gustaría saber como poder viajar y poder tener posibles contacto si para ir a ofrecer toda ayuda posible . Gracia de por vuestro esfuerzo y ganas de informar a la gente que sigue la lucha como buenamente puede . Salud
Hola Javier,
Antes de nada, agradecerte el visitar nuestro blog y que la información te halla sido útil.
Dices que te gustaría ser solidario en esta vida y solo por expresar esa voluntad el mundo ya es algo mejor, pero ser solidario muchas veces no implica gastarse dinero en viajar a otras tierras, no tan lejos también es necesaria la solidaridad; pero aun así, te cuento que hay vuelos directos a Teherán desde Barcelona y que una vez allí, la red de autobuses por el país es magnífica y muy económica.
Respecto a posibles contactos, te pasaré por correo privado una sugerencia, aunque estoy seguro que en cualquier pueblo o ciudad que vayas no te será dificil encontrar a alguien que te guíe en tu proposito.
Un abrazo y salud para tí también.
Carmelo
Hola Carmelo, este mes de octubre iremos un grupo de amigos hacia el Kurdistán iraní, y me ha encantado leer vuestra experiencia. No sé si guardaste contactos allí y si me los podrías pasar. Nosotros pasamos todos de los 50 y seremos unos 6 o 7. Yo he ido 5 veces a Iran, y esta es una de las zonas que no conozco. Os recomiendo el sur, especialmente las islas del estrecho de Ormuz. Y gracias de nuevo por tus informaciones
Hola Mar, encantado d epoderos ayudar. Que envidia sana me dais, la verdad es que tenemos muchas ganas de regresar, visitar el sur y también muchas ciudades indispensables que se nos quedaron en el tintero: Tabriz, Mashhad y muchas otras joyas con increible historia.
Ya vereis que Kurdistan es como otro Irán, bastante abandonado de la mano del gobierno, sin apenas industria. Nuestro contacto allí fue una amiga que hizo el master de periodismo de viajes con Eva en Barcelona, y actualmente pidió asilo político y vive en España. No obstante, te paso por correo un contacto alli.
Ya nos contareis al regreso. 😉
Hola eL 6 de marzo de 2020 entraremos en Irán con nuestra autocaravana. Queremos recorrer Irán en 2 meses de visado. Hemos leído mucho sobre el país. Nos atrae mucho la lucha del pueblo de Kurdistán por so idiosincracia y espíritu de libertad. En general y por lo que hemos leído es un pueblo muy acogedor. Tenemos un recorrido que queremos hacer y queremos que nos digáis que os parece. Entramos a Irán por Turquía, Tabriz, Zanján, Sanandaj, Kermanshah, Khoramabad, Esfahan,Shahr-e kord, Yasuj, Shiraz, Bandar-Abas, Kerman;Birjand, Mashhad, Bojnurd, Gorgan, Sari, Semnan, Teheran,Alborz, Qazvin, Zanjan, Rash Ardabil, Tabriz, TURQUIA¡¡¡ Que te parece?. Dinos cosas extraordinarias que no nos podemos perder. Experiencias??. Eskerrik asko. Muchas gracias. Joseba y Mertxe.
¡¡¡Hola pareja!!! Menudo viajazo, morimos de envidia desde ya!
En primer lugar, gracias por pasaros por nuestro blog y por compartir vuestra ruta y emoción de viaje al que para nosotros hasta ahora, ha sido el país que más nos ha gustado.
Con un viaje de dos meses, tenéis la oportunidad de hacer un buen viaje por el país y la ruta marcada es muy completa ya que prácticamente visitáis los lugares de mayor interés del país, pero os aconsejamos que os dejéis llevar también por la sorpresa y por los consejos de la gente local.
Si queréis saber cual fue nuestro itinerario, así como gastos del viaje, lugares visitados, etc, etc, os dejamos esta guía:
http://dondevamoseva.com/guia-para-viajar-a-iran-por-libre/
En ella podréis acceder a cada uno de los sitios visitados a través de un enlace.
Aquí: http://dondevamoseva.com/mapa-de-destinos-de-viaje/iran/ podéis encontrar todas las entradas que le hemos dedicado a Irán.
Espero que os sirvan de ayuda. Aquí estamos para cualquier duda.
Feliz viaje!!
Eva y Carmelo