Tarascon y Beaucaire

Hoy he decidido escoger una ruta alternativa y no tan turística como las realizadas hasta ahora. Me he dejado llevar por el nombre de dos pueblos que suenan a cuento medieval, a novela histórica: Tarascon y Beaucaire.

Un rico olor a pan recién hecho nos despierta. En el hotel ya están preparando el suculento desayuno francés que disfrutamos cada mañana: croissant, mantequilla, mermelada, pan, jamón, zumos…

En el camino planificado veremos un buen número de «piedras romanas», el impresionante Pont du Gard y como colofón, mi acompañante me sugiere llegar hasta una ciudad de la que asegura que volveré encantada, Nîmes (que bien me conoce).

Madrugar en Saintes Maries merece la pena, el pueblo está tranquilo y escuchas el eco de los miles de flamencos que pueblan las marismas (a estas horas no hay nadie y las «vampiras chupasangre» ya duermen).

Mientras terminamos el desayuno (del cual Bicho es participe, faltaría más…) planificamos la ruta de Tarascon y Beaucaire con Marlene (voz afrancesada que nos indica el camino a seguir vía GPS).

Hoy, el calor sofocante de la Provenza ha mitigado y nos da un respiro. Tras contemplar las marismas que parecen una paleta de colores debido al reflejo de los flamencos comenzamos nuestra escapada del día.

Paleta de colores en las marismas de Saintes Maries de la Mer
Paleta de colores en las marismas de Saintes Maries de la Mer

Una parada en el magnífico Pont du Gard

Iniciamos la marcha rumbo a un lugar que mezcla el interés paisajístico con el cultural y monumental: Pont du Gard, un impresionante monumento romano, catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, nos espera.

El puente que a su vez es acueducto acercaba el agua hasta la villa romana de Nîmes. Actualmente carga con legiones y legiones de visitantes. Se puede cruzar a pie de una orilla a otra.

El área está muy bien habilitado para pasar el día. Cuenta con zona de baño (el río Gard es cristalino e invita a un bañito), zona para comer (mesas con sombrillas naturales de madera y techumbre de plantas), centro de interpretación de la época romana, Bar (cuidado con el bolsillo) y aparcamientos disuasorios (previo pago).

Después del baño que se ha dado Bicho y de refrescarnos en las cristalinas aguas, dejamos atrás este precioso lugar que bien ha merecido un desvío en nuestra ruta.

Pont du Gard un sublime acueducto Patrimonio de la Humanidad
Pont du Gard un sublime acueducto Patrimonio de la Humanidad

El Ródano, el mistral, Tarascon y Beaucaire 

Marlene nos indica de nuevo el camino. Yo sigo encantada con lo visto hasta ahora, y de repente, a lo lejos, no me lo puedo creer, ¡una construcción monstruosa!

Aprovechando las fuertes y caudalosas aguas del Ródano, se ha instalado en esta zona una gigantesca papelera.

De golpe, uno vuelve a la realidad… Lamentablemente, la ubicación de esta fábrica es la causa de que la zona no sea atractiva para el turismo. 

Pues mira, ellos se lo pierden ya que Tarascon y Beaucaire son muy interesantes. ¿A qué sus nombres suenan a cuento?

Los dos pueblos se encuentran frente a frente, separados por el río Ródano que embellece aún más el conjunto.

¡Pronto se olvida uno de la monstruosa papelera!

Acceso al castillo y casco antiguo de Beaucaire
Acceso al castillo y casco antiguo de Beaucaire

Beaucaire

Esta localidad me ha sorprendido para bien y para mal. Tras aparcar hemos subido al castillo, el punto más elevado, desde donde presenciamos una preciosa vista del pueblo y de su vecino Tarascon.

Pero…, por más vueltas que hemos dado, no hemos encontrado la entrada, una pena porque Beaucaire es ciudad templaria, cargada de historia y el castillo prometía.

Tras disfrutar, junto con algunos sorprendidos visitantes más, de los jardines y de las vistas, decidimos tomar un aperitif.

Pero…, Beaucaire es un pueblo fantasma (con el atracón de turistas que nos hemos dado en los últimos días).

No vemos a nadie por sus calles, muy bonitas por cierto. Deambulamos por el casco antiguo hasta que llegamos a una coqueta plaza.

Nos esperan agradables sorpresas. La primera, coincidir con algunas personas. La segunda, un monumento histórico, patrimonial y artístico de Beaucaire: un dragón gigante.

Bicho ladra, pero pronto desiste porque el animal no le contesta. Una placa en la pared indica que estamos ante un antiquísimo monumento de la ciudad. 

Está prohibido tocarlo bajo pena de cárcel, además, un cartel, explica la historia del dragón. ¡Sant Jordi me viene de golpe a la cabeza!

Le Drac de Beaucaire Monumento Nacional
Le Drac de Beaucaire Monumento Nacional

Como no encontramos un sitio donde poder refrescarnos decidimos dejar la insólita Beaucaire y acercarnos a su vecina Tarascon.

Para nuestra sorpresa, una vez hemos abandonado el casco antiguo, descubrimos una zona bulliciosa y bellísima, el pequeño puerto-canal de bateaux de Beaucaire, de encantador ambiente retro y mediterráneo. 

Si, curioso Beaucaire…

Tarascón, La Tarasque, Tartarín

Lo sabía, este pueblo con nombre de cuento encierra una de las historias de ficción más famosas de Francia.

Ha sido una grata sorpresa descubrir una ville poco turística, pero con mucho charme.

Como ya es la hora de comer, buscamos un lugar para el buen yantar.

La búsqueda nos lleva al restaurante más exquisito de los que hemos tenido el placer de conocer en esta intensa semana en la Provenza (lamentablemente no digo el nombre, pues el local cerró sus puertas).

Todavía con el efecto encantamiento de la comida decidimos dejarnos sorprender por la villa.

Tarancon tiene un interesante patrimonio. Sobresale el bellísimo castillo de los condes de Provenza y la iglesia de Santa Marta (hasta aquí llegan los ecos de las tres marías de Saintes Maries de la Mer).

Además cuenta con una fantástica leyenda protagonizada por una criatura mitológica, la Tarasque.

La Tarasque, símbolo de Tarascón y del folclore popular del sur de Francia
La Tarasque, símbolo de Tarascón y del folclore popular del sur de Francia

El impresionante castillo fortaleza de los condes de Provenza-Barcelona está catalogado como Monumento Nacional.

No es de extrañar, es uno de los castillos renacentistas más bellos de Europa.

Como llegamos un pelín tarde solo nos da tiempo a disfrutar de sus bellos jardines, su interior está cerrado ¡ohhhh!

Castillo de los Condes de Provenza-Barcelona en Tarascon
Castillo de los Condes de Provenza-Barcelona en Tarascon

Dejamos atrás Tarascón y el Ródano. De nuevo sopla el Mistral. El calor nos ha dado un respiro.

La simbiosis entre el Ródano y el Mistral es hipnótica. Menos mal que alguien me grita: ¡Evaaaa, despierta! y salgo de mi ensoñación para continuar ruta.

Próximo destino: Nîmes, a golpe de piedra.

Nota de autora: Este relato forma parte de mi primer “blog de viajes” que comencé en el año 2009 y que quedó en el cajón del olvido del disco duro de mi viejo ordenador y ahora me ha apetecido compartirlo con todos nuestros lectores y amigos.

¡La Provenza bien merece ser compartida! Pedimos disculpas por la calidad de las fotos ya que la mayoría son analógicas y el paso a jpg no les ha sentado muy bien.

5 Comentarios

  1. Maruxaina Bóveda

    Me alegra que sigas sacando escritos del cajón 🙂
    A cuadros me he quedado con el castigo por tocar el dragón…Dos lugares nuevos encantadores para la lista. Abrazos y buen fin de semana!

    Responder
    • Eva Puente

      Muchas gracias por animarte a leer nuestro diario provenzal!! Menuda añoranza me ha entrada al rescatar esta joya perdida!! No veas como me alegra que al menos sirva para descubrir alguna joyita perdida de La Provenza a otras personas.

      Besote guapa!
      Eva y Carmelo

      Responder
  2. MARTA

    tu comentario:
    la búsqueda nos llevó al restaurante más exquisito de los que hemos tenido el placer de conocer en esta intensa semana en la Provenza (lamantablemente no digo el nombre ya que está cerrado ).

    Cerró definitivament sus puertas al público?

    Responder
    • Eva Puente

      Hola Marta, gracias por tu comentario e interés por esta ruta. Lamentablemente, si, el establecimiento cerró definitivamente sus puertas. ¡Una pena!

      ¿Vas a viajar a la zona? Ya me contarás si encuentras otro lugar que sea de interés.
      Un slaudo,
      Eva

      Responder

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Eva Puente

Aprendiza de todo, maestra de nada. Viajera empedernida, disléxica ocasional. Me apasiona descubrir historias y después compartirlas. ¿te animas a acompañarnos en nuestros viajes?

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