Es de noche y llueve cuando llegamos hasta el Palacio Torre de Ruesga, el alojamiento elegido para «descubrir» la desconocida Cantabria a lo largo de un fin de semana.
La falta de luz nos ha impedido ver y disfrutar del paisaje, pero lo hemos intuido al pasar por algunas localidades iluminadas.
Piedra, casas señoriales de indianos, pequeños puentes que salvan ríos, curvas, elevaciones desde las que hemos observado luces de ciudades como Laredo y como no, casi a nuestros pies, el desafiante Mar Cantábrico.
Nadie nos ha preparado para la exquisita sorpresa que nos espera en el íntimo Hotel Boutique que nos acogerá por dos días.

Magnífica casona señorial reconvertida en Hotel Boutique
Ruesga es un municipio situado en la comarca de Asón-Agüera-Trasmiera compuesto por un buen número de pequeñas localidades.
Nosotros estamos en Valle, un lugar de no más de 250 habitantes que ha sabido conservar su rico patrimonio formado por palacios, casonas y casas de indianos entre las que sobresale el Palacio Torre de Ruesga.
Pero la verdadera riqueza de esta zona se aprecia en el espectacular entorno natural que le envuelve cuyo principal protagonista es el río Asón.

Entorno natural del Palacio Torre de Ruesga en el Alto Asón
Pinceladas históricas del Palacio Torre de Ruesga
A principios del siglo XVII, concretamente en el año 1610, el arquitecto Diego de Sisniega, quien ha forjado fama en su participación en la obra de El Escorial, realiza en Ruesga el prototipo ideal de casa noble cántabra.
Este hecho convierte al Palacio de los Valles en uno de los palacios más importantes de Cantabria.
Una deuda contraída por el arquitecto mientras realizaba el puente de Valdivieso en Burgos, sirvió para que el licenciado Juan Fernández de Valle (depositario del dinero para la obra) reclamará el pago.
Esta deuda se materializó en la construcción de la casa.
El 27 de abril de 1610 se contrata la obra. Poco después se inicia la construcción.
Se utilizan maestros de cantería y elementos propios de la región.
Diego de Sisniega regresa a su localidad natal, San Mamés de Aras.
Construir en las mismas fechas su propia casa y una capilla de la iglesia parroquial.
Por ello, el Palacio de Valle (actual hotel) se asemeja a su casa y a la de su sobrino, Juan González de Sisniega, conocido maestro de cantería de la zona.
El conjunto de las tres casas se inscriben dentro del estilo conocido como «Clasicismo Cántabro».
Torre de Ruesga fue reformada en 1886, de esta época son los frescos pintados en la planta noble.
Decoran paredes y techos del gran salón, la biblioteca y la sala de juegos.
Creados por el artista catalán León Criach y Durán quien realizó un buen número de trabajos en importantes edificios cántabros.

Detalle de los frescos de León Criach en la planta noble del Palacio
La finca se abandona a mediados del siglo XX hasta que en 1997 fue adquirida por la familia Caprile, realizando las obras de remodelación para adecuarla como hotel.
Actualmente, Torre Palacio de Ruesga es un Hotel Boutique de la cadena de hoteles con encanto Bucolic.

Salón del Palacio Torre de Ruesga
El renovado Hotel Boutique
Llegamos a Ruesga tras un largo viaje en coche desde Barcelona. La noche es fría y lluviosa por lo que entrar en el cálido y acogedor hall de este palacio resulta acogedor.
Tras el registro nos vamos directamente a dormir ya que la jornada del día siguiente está bastante apretada y hay que descansar.
Subimos la escalera principal para introducirnos en un mundo señorial en el que se mezclan toques modernos y reminiscencias clásicas.
Al abrir la puerta de nuestra habitación descubrimos que nos alojamos en una de las dos torres con las que cuenta la casona.

Escalera principal del Palacio Torre de Ruesga
La distribución duplex de la suite aprovecha el hueco que forma la torre.
En la parte baja se sitúan el salón y el baño.
La cumbre del torreón se ha acondicionado con una romántica y confortale habitación suspendida en el vacio.

Suite familiar torre
Al despertar y abrir las ventanas disfrutamos del privilegiado entorno natural del hotel.
El desayuno espera en la planta baja. De día apreciamos mejor la decoración interior, una versión contemporánea y lujosa del mobiliario original del que se han conservado algunas piezas únicas.
Merece la pena desconectar por unas horas en este lugar, sentarse en alguna de sus salas, en su luminosa entrada.
El Palacio de Ruesga es ideal para unas vacaciones ya que el hotel también dispone de unos modernos y bien equipados bungalows.
El ría Asón pasa a pocos metros. La naturaleza recompensa la perfecta ubicación de la casona con imágenes de postal.

El desayuno en Palacio Torre de Ruesga

Estancias en las que olvidarse del tiempo
Abandonamos el hotel a primera hora de la mañana para hacer un recorrido por la comarca, nos espera un día de naturaleza, gastronomía y tradiciones cántabras.
¡Qué la lluvia no os impida venir a Cantabria! Al final nos ha dado una tregua para vivir momentos inolvidables.
En invierno la noche cae enseguida y el frío invita al cálido resguardo.
Tras su aparición, decidimos regresar al hotel para aprovechar su acogedora sala de estar, su cálida chimenea y acabar la jornada cenando en uno de sus salones.
¡Todo un acierto! La magia que envuelve al palacio, la perfecta iluminación de las estancias, la interesante y correcta carta del restaurante nos regalan un final de día inolvidable.
Cachopo de ternera, tempura de verduras con salsa romesco, tabla de quesos cántabros.
Una selección de platos que nos han hecho sentirnos como los «señores de la casa».
Me alegra encontrar opciones para vegetarianos en la cartas, aunque está claro que la carne es la absoluta protagonista.

Cachopo cántabro

Tempura de verduras con salsa romesco
La estancia invita a una cena calma, pausada. La grata conversación se mezcla con el ambiente palaciego.
Relatamos lo que hemos vivido a lo largo del día, las sensaciones que nos ha producido nuestra primera visita a Cantabria.
Después, toca ir a dormir y sonreímos al pensar que en nuestra habitación-torre habite algún fantasma de la familia del señor del Valle, pero eso, es ya otra historia.
Vídeo fin de semana por la desconocida Cantabria
Nota de autora: Este artículo forma parte del blogtrip #LadesconocidaCantabria.
Nuestras opiniones son independientes y se basan en nuestra propia experiencia. Este tipo de colaboraciones nos permite seguir adelante con nuestro proyecto viajero.
Me encanta este tipo de sitios. Y si además están en Cantabria o Asturias mejor aún. Me lo apunto!!!
Un lugar con encanto en el que merece la pena perderse unos días! A nosotros nos pasa como a ti, somos fans absolutos de este tipo de alojamiento histórico.
Un saludo,
Eva y Carmelo
Quiero enviar mis más sinceras felicitaciones por tu blog. Ha sido de gran ayuda para nosotros en nuestro viaje a Cantabria. Decidimos alojarnos en Cantabria y estamos encantados con nuestra elección. Tuvimos la oportunidad de disfrutar de esta hermosa región junto a nuestros niños. Definitivamente planeamos regresar en el futuro y explorar más de lo que Cantabria tiene para ofrecer. Agradecemos enormemente tu arduo trabajo y dedicación. ¡Gracias!
¡Buenas tardes Oscar!
Muchas gracias por tu comentario, nos alegra mucho saber que nuestro trabajo sirve de ayuda para otras personas a la hora de planificar su viaje o buscar inspiración y reseñas.
Cantabria es bellísima, justo nosotros vamos de vacaciones a principios de julio con la familia.
Un placer leeros y conocer un poco más a quienes están al otro lado ¡Nos vemos por Cantabria!
Saludos viajeros,
Carmelo y Eva