¿Se puede viajar seguro a Marruecos? En tres ocasiones nos hemos dejado embrujar por el vecino reino alauí y a pesar de regresar sanos y salvos, siempre, siempre, nos hacen la misma pregunta.
Hemos realizado los viajes de maneras diversas: ruta organizada (por placer), por trabajo-estudios y a nuestro aire.
En el último, recorrimos el centro del país durante diecinueve días utilizando todo tipo de transportes y modalidades de alojamiento.
Aun así, al volver a casa, la pregunta es la misma. Por ello ha llegado el momento de compartir nuestras opiniones, recomendaciones y consejos para viajar seguro a Marruecos.

¿Qué entiendes por seguridad cuando viajas?
¿Regresar sano y salvo a casa? ¿No sentirte amenazado por un robo, por un accidente, por un desconocido? ¿Cómo se mide la seguridad en un país?
Cada uno tiene su percepción de la seguridad en función de sus propias experiencias, prejuicios y/o tópicos.
¿Es seguro pasear por las Ramblas de Barcelona? ¿Es seguro viajar a EEUU?
¿Quién me garantiza que viajar actualmente a cualquier capital o ciudad europea importante es más seguro que hacerlo a Marruecos?
Posiblemente en todo este tema juegan un importante papel los medios de comunicación y su manera de mostrar el mundo.
Marruecos es nuestro vecino y sin embargo es un gran desconocido al que solemos darle la espalda.
Sentimos una mezcla de amor/odio a partes iguales hacia este destino que se acaba decantando hacia un sentimiento u otro en función de las experiencias que nos cuentan o leemos.
En general, si es seguro viajar a Marruecos. En las tres ocasiones que lo hemos visitado nunca hemos sufrido un peligro que pueda demostrar lo contrario.
«Peligros» que pueden aparecer en tu viaje por Marruecos
1. Si eres periodista, mejor no lo digas.
Cuando fuimos con la expedición del Máster de Periodismo de Viajes nos recomendaron que en ningún momento nos presentáramos como periodistas. Mejor turistas o estudiantes.
A mí me resultó difícil de aceptar, si además le sumo que soy politóloga y que en Marruecos es mejor evitar hablar de ciertos temas.
No obstante, siempre encontrarás personas con las que tener entretenidas conversaciones sobre la realidad del país sin que por ello te detengan.
Carmelo, por su parte, en su viaje por libre a lo lago de diez días no tuvo problemas en iniciar conversaciones sobre religión, política y sociedad en general.

2. Conducir en Marruecos.
Posiblemente lo más «peligroso» con lo que te puedes encontrar en el país, tanto si alquilas un coche como si viajas en taxi, coche compartido o autobús.
En nuestro caso hemos probado todas las modalidades, por lo que podemos asegurar que nos hemos «jugado el tipo» siempre.
¡Seamos sinceros! La conducción no es tranquila, en las ciudades es una locura meterte en un taxi y al salir a las carreteras no mejora.
En Marruecos impera un caos ordenado que por algún motivo funciona.
No sería sincera si dijera que no he tenido «miedo» en algunas ocasiones, como cuando atravesé el Atlas de camino a Marrakech en un autobús sintiendo que a cada curva caeríamos por el precipicio.
Miedo al conducir a través de carreteras (por llamarlas de alguna manera) en las que teníamos que adivinar el trazado.
O dar algún grito ante un repentino adelantamiento inapropiado, volantazo o cruce de personas, animales o carros por delante del vehículo.

A pesar de ello, al finalizar cada jornada, la sensación en el cuerpo era la de haber vivido una fuerte experiencia que removía el engranaje de nuestras aburguesadas mentes europeas.
Aunque no lo creas, en las carreteras hay muchos controles policiales y los radares aparecen en cada esquina, incluidas las ciudades.
Recomendaciones: si conduces tú, conviene estar muy atento a tu alrededor, hacerlo con tranquilidad y paciencia infinita.
Si te montas en un taxi, advierte al taxista de que por favor no corra (no queda otra), si lo haces con amabilidad respetará tu petición.
Si viajas en autobús, no te queda más remedio que encomendarte a Alá o algún otro santo.
3. Robos, situación política y terrorismo.
Marruecos es uno de los países con mejor estabilidad política del Norte de África por lo que no debes preocuparte por si te ves inmerso en una revolución o protesta.
El marroquí, en general, está sumido en una «aceptación sumisa» sobre la situación económica y social del país.
Una sugerencia, no hables ni menciones a la familia real (para bien o para mal, en Marruecos, la familia real es intocable y verás la foto del rey en puestos callejeros, hoteles, organismos oficiales, bares…).
En cuanto a la seguridad personal diaria ¡no te preocupes tanto! el turismo ocupa altos porcentajes del PIB por lo que en las grandes ciudades y lugares en los que se concentran turistas existe mucha vigilancia.
A lo largo de nuestros viajes nunca nos ha pasado nada, incluso al viajar en autocar, hemos dejado las maletas en el amplio maletero y nadie nos ha tocado nada.
Uno de los viajes más fascinantes lo realizamos entre Azrou y Errachidia, podríamos escribir un libro de anécdotas sobre este trayecto en el que vimos como un viajero introducía su moto en el autocar.
El tema terrorismo, da para mucho, ningún país del mundo está exento de esta plaga por lo que al final, se ha convertido en una lotería que te puede tocar o no.
Peligros reales (en clave de humor) que encontrarás al viajar por Marruecos
1. Acoso constante en zocos, tiendas, mercados.
Tienes que hacerte a la idea de que como turista, en Marruecos, eres un euro o un dólar andante desde el minuto uno en el que entras en alguno de estos lugares.
Asumir desde el primer momento que te van a seguir, a invitar a mirar una tienda o a infinitas tazas de té mientras te explican las excelencias de su producto, etc., etc., te ahorrará dolores de cabeza y enfados.
Un amable y enérgico no, o una aceptación de las reglas del juego es suficiente para salir airado del «trequiñuelo mundo» de los timos, regateos y estafas para turistas.
2. Que tengas una fuerte alergia por el empeño de una mujer en hacerte un tatuaje de Hena.
O una descomposición debido a la cantidad ingesta de tés (Wiskhy bereber) que tomas al día tras aceptar amablemente el ofrecimiento.
Un peligro real para las mujeres, ¡que te pidan matrimonio a cada paso o que les busques una novia! (si tú insistes en que ya estás casada).

3. Caer rendido ante la variedad de platos de la gastronomía marroquí.
¡Ojo! Marruecos no es solo cous-cous y tagine. Abre tu mente y déjate envolver por otro tipo de platos y especialidades.
Eso si, no te puedo asegurar que si bebes agua no embotellada o te pasas comiendo demasiada fibra, no tengas una fuerte descomposición.
Podríamos seguir haciendo una divertida lista para viajar seguro a Marrueco y de los peligros que te pueden acechar, pero no lo vamos a hacer.
Como hemos hecho en otras ocasiones, solo te pedimos que utilices tu sentido común, que abandones tus temores infundados.
Por supuesto, siempre, siempre, contrata un seguro de viajes, vayas al país que vayas, ya que te puede sacar de un grave aprieto si realmente te suecede algo (nosotros así lo hacemos).
Por otra parte, para cualquier duda siempre está bien consultar las páginas de las oficinas de turismo nacionales en las que puedes resolver muchas dudas a la hora de planificar tu viaje o consultar las experiencias de otros viajeros en sus blogs.
Vídeo resumen de nuestro viaje a Marruecos
Como habrás visto en el vídeo, viajar seguro a Marruecos es posible. ¡Anímate a descubrir este magnífico país sin miedos!
0 comentarios