Con motivo de la celebración del #Mercaforum, regresamos a la capital de La Rioja Baja para vivir dos intensos días inmersos en una fiesta de reminiscencias históricas. En esta ocasión, estamos decididos a sacarle el jugo a la ciudad bimilenaria. Para ello, realizaremos una serie de visitas culturales e históricas y viviremos experiencias gastronómicas que nos permitirán ampliar lo más interesante qué ver en Calahorra.
¿Nos acompañas? Prometemos sorprenderte con una excelente colección de propuestas aptas para todos los gustos.
Historia de Calahorra
Calahorra, aunque de entrada no lo parezca, es una de las ciudades históricas más importantes de España.
No te aburriremos con un tratado sobre su historia, pero si son necesarias unas pinceladas para entender su presente o el porqué de fiestas como el Mercaforum o las Jornadas Gastronómicas de las Verduras.
Con más de dos mil años, presume de ser bimilenaria, (a los calagurritanos le gusta recalcar este hecho en todas las conversaciones).
El casco antiguo conserva notables trazas del pasado romano (cloacas, lienzos de murallas, villas) y del trazado circular de la ciudad medieval.
El viejo Calahorra es un laberinto de callejuelas serpenteantes. A veces no llevan a ninguna parte y otras mueren en magníficos miradores desde donde otear los hermosos valles que rodean la ciudad.
La historia se observa también en las casas humildes y en las ruinas del casco viejo, como fieles herederas de las usadas por romanos y judíos durante siglos.
Kalakorikos, la época celtíbera
Las primeras noticias de la localidad se remontan al siglo II a C., cuando los celtíberos se refieren a Calahorra como Kalakorikos, término que aparece acuñado en algunas monedas encontradas en excavaciones arqueológicas.
Calagvrris Nassica Iulia, el esplendor romano
La invasión romana de la península trajo a Calahorra su época de esplendor debido a su posición estratégica.
Durante este período se denomina Calagvrris Nassica Iulia y se convierte en una de las ciudades más importantes de la Hispania romana.
Llegó a tener circo (actual Paseo del Mercadal ), acueducto, baños públicos, así como ostentó el privilegio de acuñar moneda propia y el título de Municipium Romanorum.

De esta gloriosa época se conservan restos de la presa que regaba la zona, consiguiendo que Calagvrris fuese una de las huertas más florecientes de la península.
Sus verduras y vegetales eran famosos, también sus recetas de cocina, expuestas en el actual Museo de la Romanización.
La Edad Media, época de convivencia
Este período trajo un período de convivencia de diferentes culturas. Visigodos, judíos (la ciudad forma parte de la Red de Juderías Españolas – Caminos del Sefarad), cristianos y musulmanes fueron dejando su huella en la ciudad.
Edad moderna, capital de las verduras
Desde el siglo XVI al XVIII Calahorra no deja de crecer. Gracias a su amplio regadío se convierte en la potencia productiva de verduras del país.
La llegada de nuevas cosechas desde América hacen de la ciudad y su entorno un lugar propicio para la aparición de la industria conservera.
Este hecho junto a la llegada del ferrocarril catapultan a la ciudad como capital de la comarca, y pasa a ser una de las ciudades agroalimentarias más importantes de España.
En el original Museo de la Verdura se explica este proceso de transformación de la ciudad, uno de los imprescindible que ver en Calahorra.

Qué ver en Calahorra
Como decíamos al principio, Calahorra puede presumir de su excepcional historia, de la que dan buena cuenta los numerosos restos arqueológicos y los monumentos de notable interés de su término municipal.
Podríamos asegurar que Calahorra tiene mil caras en función de la zona visitada.
Al caminar por el centro histórico, tienes la sensación de viajar en el tiempo a través de sustratos de historia, cuyos vestigios se encuentran en diversos museos y centros de interpretación.
Calahorra se entiende deambulando por las decadentes calles del casco viejo, disfrutando de su hermosa Catedral y oteando el paisaje desde sus sorprendentes miradores.
También, se entiende al disfrutar de su naturaleza circundante, marcada por la excelente ubicación de la ciudad entre las vegas de los ríos Ebro y Cidacos, así como al abrigo de la sierra de los Agudos.
Este entorno natural es ideal para recorrerlo a pie o en bicicleta, la mejor manera para disfrutar de la diversidad local.
¡Para no perderte nada, te contamos qué ver en Calahorra!
1. La Calahorra Romana
La excelente señalización ayuda bastante a la hora de seguir las diferentes rutas temáticas y conocer los lugares de interés vinculados a esta época.
– Vestigios romanos del casco antiguo
La ruta nos lleva a conocer una buena parte de los lienzos de la muralla, construida entre los siglos III y IV para aplacar las primeras invasiones germánicas.

Como consecuencia del cierre de una parte de la ciudad, algunas zonas urbanas quedan extramuros.
Es el caso de la villa situada en el magnífico Yacimiento de la Clínica, un imprescindible si visitas Calahorra.
Este Centro de Interpretación muestra los restos de una edificación de carácter público y un conjunto termal levantados en la segunda mitad del siglo I.
En él han tenido lugar grandes hallazgos, como el de la Dama de Calahorra, uno de los símbolos de la ciudad.

– El Sequeral y otros hallazgos
Otro lugar de notable interés es la base de torreón y lienzo perteneciente a la muralla romana del siglo I, conocido como El Sequeral, situado en calle Murallas. El mejor lugar para verlo es el mirador del Rasillo de San Francisco.
Además, el subsuelo del casco antiguo aún conserva parte de las canalizaciones que permitían la evacuación de las aguas a las afueras de la ciudad.
Construidas en el siglo I, el trazado de las cloacas permite una acurada aproximación al callejero de la ciudad romana. (En breve se podrán visitar ya que actualmente, todo el entorno está sufriendo obras de rehabilitación)
En la zona conocida como Planillo de San Andrés sobresale la única puerta de entrada al recinto amurallado que se mantiene en pie. Sobre ella se integra una edificación posterior con la imagen de la Virgen del Planillo o Lobera.
– Museo de la Romanización
Este itinerario culmina en el Museo de la Romanización donde se descubren los secretos de la antigua Calagvrris Ivlia Nassica, un imprescindible que ver en Calahorra
El museo, se ubica en un bello palacete de principios del siglo XX conocido como «La Casa del Millonario».
Su propietario Angel Oliván, se construyó la vivienda tras ganar un buen pellizco en la lotería, convirtiéndose en un gran benefactor de la ciudad.

– Vestigios romanos fuera del casco antiguo
Fuera del casco antiguo, concretamente, en el actual paseo del Mercadal, se situaba el circo romano, edificio lúdico destinado a las carreras de carros construido en el siglo I.
En el Parque de la Era Alta, frente al Parador, se encuentra la reproducción de una canalización para la evacuación de aguas de la arena del circo.
Un paseo por esta zona invita a imaginar la importancia de Calagurris para disfrutar de este tipo de construcciones.
– Vestigios romanos a las afueras de la ciudad
En el valle de Ocón (Sierra Lahez), a unos 30 km de la ciudad, se encuentran los restos de cimentación del acueducto que abastecía de agua a Calagurris.
Si te animas, puedes puedes llegar andando o en bici a través de la Vía Verde del Cidacos.
Para finalizar esta ruta de la ciudad bimilenaria, no hay mejor lugar que el singular paraje de los Agudos, en la Senda Natural de La Degollada.
Aquí, sobreviven los restos de la presa construida para abastecer parte de la zona centuriada de Calagurris, situada entre la actual Calahorra y Rincón de Soto.

2. La Calahorra Judía – Caminos del Sefarad
El recorrido tras las huellas de una de las juderías más importantes de La Rioja, transita a través del laberinto de sinuosas calles del casco antiguo (para nuestro gusto un tanto dejado en cuanto a limpieza y conservación. Una pena, ¡la zona es increíblemente bella!)
La comunidad judía de Calahorra se situó en la parta más elevada de la ciudad, en el entorno de la actual zona del Rasillo de San Francisco.
Constituyendo una ciudadela dentro de la ciudad, rodeada de una muralla con una puerta de acceso, como se afirma en diversos documentos del siglo XV, en los que se hace referencia a la llamada “Puerta de la Judería”.
Dato curioso de la Judería de Calahorra
Al contrario de lo que es habitual en muchas ciudades españolas de raigambre, en Calahorra la madinat al-Yahud, o ciudad de los judíos, se encuentra en la misma acrópolis de la ciudad, junto al castillo y a la iglesia del Salvador, mientras que la catedral ocupa el territorio más bajo de la misma, junto a las orillas del río, subvirtiendo el orden clásico de la distribución geográfica del poder
https://redjuderias.org/wp-content/uploads/2021/07/Calahorra-web.pdf
¿Lo mejor? Camina sin rumbo por esta zona, aunque para que no pierdas detalle, te compartimos lo más interesante que ver en Calahorra judía:
-Archivo de la Catedral
Comienza el recorrido en la Catedral, concretamente en su Archivo.
Este lugar contiene el objeto más valioso del pasado judío de Calahorra, los fragmentos de una Torá.

– Rasillo de San Francisco
Sigue la ruta por la bellísima cuesta de la Catedral hasta el Rasillo de San Francisco, zona elevada de la ciudadela donde se ubica la iglesia de mismo nombre, situada en el lugar que ocupó la antigua judería calagurritana.
La sinagoga estuvo operativa hasta el siglo XV, cuando los Reyes Católicos ceden el edificio al Cabildo tras la expulsión de los judíos el 7 de agosto de 1492.
El templo hebraico dejó paso a la ermita de San Sebastián.
– Planillo de San Andrés
A través de la calle de San Sebastián y de las murallas llegamos hasta el Planillo de San Andrés, otro de los lugares más importantes de la judería.
Cierre los ojos. Imagine el bullicio de la judería a primera hora de la mañana.
A los cantos litúrgicos que emergían de las sinagogas se sumaba el rumor dialéctico de los Midrashim, o escuela de estudios religiosos.
En las carnicerías la actividad comenzaba desde temprano así como la venta de pan en los hornos. Todas ellas eran dependencias de uso comunitario cuya propiedad correspondía a la aljama.
redjuderias.org
Camina a través de pequeñas calles sinuosas, recovecos y callejones sin salida como el del Morcillón, donde puedes observar un interesante conjunto de casas.
Finaliza el paseo en el Portal o puerta de la Judería, que servía como punto de acceso al resto de la ciudad.
Un itinerario muy recomendable y bien señalizado. En cualquier calle encuentras paneles informativos para que sepas exactamente dónde estás.
Te recomendamos planificar tu ruta con la información proporcionada en la web de la red de juderías, solo entonces comprenderás la importancia de esta comunidad en la historia de Calahorra.

3. La Calahorra de la Verduras
Existe, también, una Calahorra natural, gastronómica, muy arraigada a la huerta que merece la pena conocer.
Por ello, os recomendamos estas propuestas naturales en los alrededores de la ciudad, los Senderos de las Verduras, cinco rutas señalizadas de unos cien kilómetros en total.
Las sendas discurren por caminos accesibles. Ideales para conocer, entre otros, los paisajes de las riberas del Ebro, la Vega del Cidacos o el embalse de Perdiguero.
Chopos, huertas y mucha agua se combinan en las diferentes propuestas que discurren a través de caminos de baja dificultad, totalmente accesibles para todos los públicos.
En definitiva, recorridos donde puedes contemplar los campos de cultivo y las huertas tradicionales, base de dos de los sectores económicos más importantes de esta zona de La Rioja (no todo es vino) como son el sector hortofrutícola y el conservero.

Un perfecto final para cualquiera de estas rutas es la visita al Museo de las Verduras, un must de Calahorra, ¡no encontrará otro igual en nuestro país!
Y, sin dudarlo, tienes que venir a Calahorra cuando se celebran las Jornadas Gastronómicas de las Verduras, nosotros hemos repetido dos veces ¡ñam, ñam!
4. Calahorra al Natural
Sumados a los senderos de las verduras, existen otra serie de espacios naturales (y sus pertinentes rutas) que ver en Calahorra.
– Parque del Cidacos – Vía Verde
A pocos metros de la catedral, sobresale el imponente Parque del Cidacos.
Con más de un kilómetro de longitud, es ideal para pasear sin alejarse del centro urbano o como punto de partida de la Vía Verde del Cidacos que finaliza en Arnedillo.
Su origen es el antiguo trayecto de «El Trenillo», un tren de vía estrecha que funcionó hasta los años sesenta del pasado siglo.

– Otros áreas naturales de interés que ver en Calahorra
La Laguna de Recuenco, situada a unos once kilómetros del casco urbano, es un humedal ornitológico referente en La Rioja, cuyo mayor atractivo reside en la colonia de garzas Imperial y Martinete.
El área recreativa de Fuente Caricente, a tan solo cinco kilómetros, nos muestra un bello paisaje a orillas del río Cidacos.
El área de La Degolla, una senda natural de unos cuatro kilómetros, es un imprescindible en cualquier visita a Calahorra.
Destacan sus observatorios ornitológicos y los restos de la que fuera presa romana alto-imperial que abasteció a Calagurris.
Otra zona de interés es la Sierra de Los Agudos, un conjunto de cerros y pequeñas montañas de arcilla, rodeado de lagunas como La Degollada, La Estanca, El Recuenco y el embalse del Perdiguero.
A parte de estos lugares, Calahorra cuenta con otros rincones interesantes.
A nada que realices algunas de las rutas temáticas propuestas, irán apareciendo en tu camino joyas como las iglesias de San Andrés y de Santiago, el Mercado de Abastos o el Santuario del Carmen.

Y, sin dudarlo, disfruta de rincones como el paseo del Mercadal, de un relajado paseo por la calle Mártires y de la céntrica glorieta de Quintiliano, un icono de la ciudad.
Fiestas de interés en Calahorra
Otro de los atractivos que ver en Calahorra son sus fiestas, entre las que destacan:
– La Semana Santa Calagurritana
Declara de Interés turístico Nacional en el año 2014 por «aglutinar originalidad, tradición, historia y diversidad en su conjunto».
Desde el año 1995, la Semana Santa incluye la celebración del Mercaforum, recreación pseudohistórica de un gran mercado romano, realizado por la Asociación Cultural Grupo Paso Viviente.
Excelente momento para «retroceder» dos mil años y trasladarnos a la antigua Calagurris Nassica Iulia.
Tiene lugar cada año, durante el fin de semana del Domingo de Ramos y os podemos asegurar que el ambientazo durante estos días en Calahorra es brutal.
Imprescindible visitar el Museo de los Pasos situado en la iglesia de San Francisco, sede de la Cofradía de la Santa Vera Cruz que custodia 14 de los 19 pasos que desfilan en las procesiones, y vivir alguna de las procesiones.

– Jornadas Gastronómicas de las Verduras
Hemos estado en dos ocasiones en Calahorra durante la celebración de esta fiesta y la verdad, hemos flipado con el ambiente, con la gastronomía, con los escaparates adornados con todo tipo de frutas y hortalizas.
Como le dedicamos un artículo en el blog, no vamos a extendernos mucho, solo comentaros que dejeis un huequito en vuestra agenda viajera para esta fiesta de la exaltación de las verduras, ys obre todo, hueco en vuestro estómago para que quepan los infinitos platos y tapas que proponen los fogones de la ciudad.

Y por supuesto, no dejes de probar el Zurracapote en las fiestas patronales de la ciudad.
¿Dónde comer y dormir en Calahorra?
Las opciones para comer en Calahorra son muy amplias.
Nosotros te recomendaremos los lugares donde hemos tenido la oportunidad de comer y/o tapear.
Somos superfans del chef Miguel Espinosa y su «cocina de la felicidad» creada en los fogones del restaurante El Albergue, situado en la parte más elevada del casco histórico, en el Rasillo de San Lorenzo.
Se suman las preciosas vistas desde la terraza y la animada conversación que siempre nos regala Miguel .

Este lugar, tal y como indica su nombre es, además, un albergue de peregrinos. Las habitaciones son sencillas, cómodas y con una ubicación inmejorable.
Otros lugares recomendados
Restaurante La Comedia y Restaural, tienda degustación con platos para llevar, situados en la plaza Monte Compatri.
En el Mercado de Abastos, donde también encontrarás otro buen surtido de locales donde tapear de 10, sobresale El Flor y Nata.

Para acabar, no podemos dejar de recomendar el Hotel Ciudad de Calahorra donde hemos degustado exquisitos menús de las verduras y hemos tenido la oportunidad de alojarnos.
¿Hubieras imaginado alguna vez que hay tanto que ver en Calahorra, esta desconocida localidad riojana?
Nosotros tampoco, por ello hemos recopilado toda esta información sobre qué ver en Calahorra.
¡Esperamos que os sirva de ayuda e inspiración para vuestro próximos viajes por La Rioja.
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