Tübingen, ciudad universitaria, jovial, alegre, dinámica y un tanto bohemia. Cuna de pensadores, matemáticos, médicos, científicos y escritores románticos.
En nuestro recorrido por la Selva Negra nos adentramos en esta bella ciudad del suroeste alemán conocida por su inmejorable calidad de vida y volcada al conocimiento desde tiempos inmemorables.

Tübingen, la ciudad del río Neckar
Comenzamos el recorrido en la Oficina de Turismo junto al puente del río Neckar, punto ideal para iniciar la visita al rico y majestuoso casco antiguo.
Con la información recogida, y plano en mano, nos dirigimos al Platanenallee, una avenida de Castaños de Indias bicentenarios situada en la pequeña isla verde del Neckar.
Desde este parque se aprecia el pintoresco y sobresaliente “frente” de Tübingen, una colección de deliciosas y coloridas casas reflejadas en el río Neckar.
¡Estamos frente a la postal más atractiva de la ciudad!
Déjate llevar por la belleza de estos árboles centenarios, así como por la onírica magia que te invade al contemplar uno de los ríos más románticos de Alemania.
Un poeta y un río románticos
Tras dejar la isla, cruzamos hacia el Zwingel, la antigua ciudad medieval del S XIII.
En el muro lateral se alza la Torre Hölderlin, lugar de residencia del famoso poeta romántico, acogido por la familia Zimmer, hasta su muerte. La torre alberga un museo en su honor.
Desde aquí se accede a los embarcaderos, desde donde parten los paseos en las tradicionales barcas, Stocherkahn.

Seguimos el recorrido por los estrechos callejones junto al río. Nos sorprenden los antiguos baños públicos, Neckarbad, lugar de interesantes rincones y recovecos.
Más adelante encontramos la residencia estudiantil del Burse, magnífico edificio construido alrededor de 1482 y reformado en 1803. Fue la primera clínica de Tübingen.
Entre sus enfermos ilustres encontramos al poeta Hölderlin (el de la torre), expulsado del lugar por considerarle “un caso incurable”. Suele pasar, ¡los espíritus románticos no tenemos cura!
Tübingen, cuna del pensamiento europeo
Las calles que se abren paso hasta el antiguo Monasterio de Agustinos, Evangelisches Stiff, son bellísimas. Casas puntiagudas con entramados de madera. Nos recuerdan los cuentos de Hansel y Gretel.
El Stiff es un lugar único. Cuando descubres que aquí estudiaron personajes como Hegel, Schelling o Kepler no puedes menos que sobrecogerte. ¡Estamos en pleno corazón del pensamiento europeo!
Actualmente, es una de las residencias de estudiantes más afamadas de Alemania.
Nuestro pasos se dirigen hacia la Burgsteise, una de las calles más antiguas de Tübingen.
El número 7 es emblemático. Fue la casa del astrónomo Michael Mästlin, maestro de Kepler.
La ciudad es, a cada paso, una página de un libro de historia.
Las mejores vistas desde el castillo
La empinada Burgsteige finaliza en el majestuoso e imponente Schloss Hohentübingen.
Aunque los inicios del castillo son del siglo XII, lo que vemos en la actualidad procede del XVI y de retoques posteriores. Destaca su impactante puerta barroca.
Es el sitio ideal para contemplar la ciudad y entender el sobrenombre de “la ciudad puntiaguda”.

Una serie de preciosos miradores nos regala melancólicas vistas al Neckar y a la ciudad moderna.
Desde arriba, Tübingen se observa rodeada de una increíble vegetación. Tres colores imponen su hegemonía: el verde de los árboles, el rojo de sus tejados y el azul de su romántico río.
Actualmente el Castillo es sede de la prestigiosa universidad. También se ubican diferentes institutos y museos.

La bella Markplatz (Plaza del Mercado)
Todas las calles conducen hasta la joya del casco antiguo, la Markplatz.
Punto de encuentro de foráneos y locales, llena de ambiente con terrazas multicolores y preciosas casas donde destaca el edificio del Ayuntamiento.
En su fachada nos da la bienvenida el artístico reloj astronómico construido por el matemático local Johannes Stöffer en 1551.
Siéntate en alguna de sus terrazas y contempla una de las plazas más bellas del sur de Alemania.
Pide alguno de los pasteles típicos y disfruta del ir y venir de la gente, de los puestos del mercado semanal, del olor a flores, a frutas y, sin duda, de la delicada fuente dedicada a Neptuno.

Las calles te trasladan a otro tiempo cuando llegas al barrio judío. En la Judengasse se aprecia el estilo arquitectónico inconfundible de esta comunidad.
Es muy agradable pasear por esta zona de bares y comercios, ubicados junto al canal del Ammer, con sus características pasarelas.
Un paseo por el casco antiguo
Recoletas y animadas plazas, el esplendor de la zona universitaria, comercios tradicionales, zona peatonal ¡El Tübingen bohemio se concentra aquí!
La «Ciudad Baja», antiguamente habitada por humildes campesinos, desafía al presente como zona comercial y de ocio.
De entre las casas, como por arte de magia, sobresale la bonita estampa de la Iglesia de San Jacobo (Jakobuskirche) del año 1500, un importante hito del Camino de Santiago en Alemania.
En esta zona encontramos rincones de postal a cada paso, como el anciano puente encorvado o el viejo almacén de frutas.
Las casas entramadas siguen siendo absolutas protagonistas de la calle comercial.
Sobresale el Museo de la Ciudad (Kornhaus), antiguo almacén de cereales construido en 1453.

El coqueto Ammer refleja a la hipnótica Nonnenhaus – Casa de las Monjas, lugar de reunión de las hermanas beatas y antiguo WC desde el que se vertían “las aguas” hacía el canal.
En el edificio residió el que está considero padre de la botánica, Leonhard Fuchs. En el siglo XVIII pusieron su nombre a unas plantas recién descubiertas, la fucsia. ¡Tübingen es un lugar de personalidades!
A lo largo de este precioso y coqueto barrio de las monjas hemos disfrutado de otro mercadillo al aire libre, de más terrazas e interesantes tiendas especializadas para los estudiantes.
¡No te pierdas el Jardín Botánico!
Cruzando la calle encontramos el Jardín Botánico, otro imprescindible de la ciudad. Contiene diferentes ecosistemas con alrededor de doce mil especies.
Grupos de estudiantes, parejas, amigos y familias disfrutan de un bonito día. Nosotros hemos parado para hacer un delicioso pic-nic!
Tras el descanso entramos de nuevo al casco antiguo para llegar a la Holzmarkt, Mercado de la Madera, presidida por la escultura de San Jorge, patrono de la ciudad.
En una de las librerías laterales trabajó de joven Herman Hesse.
Situada en un lateral de la plaza, sobresale la Stiftskirche, primera iglesia protestante, construida en el siglo XII. Con la fundación de la Universidad en 1477 fue aula de seminarios acogiendo a 300 alumnos.
Convertida en la iglesia más importante de la región merecen especial atención sus vidrieras, el conjunto de tumbas y sepulturas de los Condes y Duques de la región y su altar, con uno de los coros más preciosos del sur de Alemania.
¡Imprescindible subir a la torre!

Con la visita al Münzgasse, antiguo salón de la universidad situado enfrente de la Iglesia, terminamos nuestro paseo por la ciudad antigua de Tübingen.
Paseo en barca por el Neckar
Regresamos al punto de partida para hacer un paseo en barca por el Neckar.
Si os toca un barquero pródigo en explicaciones, como fue nuestro caso, puede ser un broche de oro a la visita.

Para no faltar a la tradición de esta ciudad, en la que existió una prohibición muy peculiar relacionada con el consumo de alcohol entre los universitarios, nos hemos regalado unas copiosas cervezas en su fábrica más emblemática, la Neckarmüller.
Por supuesto, acompañadas de unas salchichas y panes típicos (15€).

¡No hay mejor final para un día de visita por esta bella ciudad!
Vídeo de Tübingen
Nos ha costado mucho abandonar Tübingen (Tubinga), una de las ciudades europeas que más nos ha gustado.
¿Qué ciudad recuerdas que te atrapara tanto como para quedarte a vivir en ella?
No había pensando en Alemania como romántica, pero expuesta así, como lo haces, pues sí.. para llevarse al novia 🙂
Pues si Arlene!, Alemania tiene mucho romanticismo, sobre todo la zona de la Selva Negra :-). Gracias por leer le post y ánimate!, segura que la novia te lo agradecerá, sobre todo si dais un paseo en barca por el Neckar!
No sabía nada sobre esta ciudad y me ha gustado mucho tu paseo. Muy completito y con unas fotos que animan a visitar este rincón de Alemania. Feliz día!
Hola Mauxi, gracias por el comentario. Pues te la recomiendo porque Tubingen es una delicia de ciudad. Además es lo que más me apasiona, encontrar lugares desconocidos ;-). La Selva Negra está repleta de pequeñas joyas escondidas!.
Yo tampoco me imaginaba romántica a Alemania, lo voy a tener en cuenta. ¡Gracias por compartir! Te mando un gran saludo desde la Patagonia Argentina Eva… ¡nos vemos en el camino!
Eso es lo bueno de compartir estos pequeños secretos Alejandro que uno descubre cosas que merecen la pena vivir como propia experiencia. Todo el sur de Alemania, sobre todo la Selva Negra tiene ciudades y pueblos bellísimos. Uauuu, la Patagonia.., algún día. !nos vemos!
Hola Eva. Me encanta tu blog. Este verano viajaré a Alemania, me gustaría llevarme tus guías de varios pueblecitos de la Selva Negra pero no puedo imprimirlos.
Hola Mariso! muchas gracias por tu comentario. He revisado lo que me comentas y ya puedes imprimir el texto de las guías. Había una opción que bloqueaba la posibilidad de imprimir el texto ;-). Mira en la pestaña de Alemania dentro de la categoría Destinos, y encontrarás todas las entradas que se refieren a la Selva Negra. Si necesitas ayuda no dudes en consultarme. Un saludo,
Eva y Carmelo
Comparto con Eva lo de que Alemania es muy romántica.
Gracias por la magnígica información sobre Tubinga.
Y si me permitis un consejo is reconendaría la visita de una ciudad,no en la Selva Negra pero no lejos de Sttutgar. También en el suroeste. Es Schwävischall, una preciosa ciudad pequeña y con dos museos de Wurth de lo mas interesante.
Hola M. Jesús! Muchas gracias por tu comentario y recomendación. Parece que no lo vivmos en su momento. No obstante, nos anotamos tu sugerencia para visitar las ciudades que nos comentas, ya que en breve queremos volver a Alemania, ya que es un país que nos encanta.
Un abrazo,
Eva y Carmelo
Hola! Estoy ahora mismo visitando Tübingen y he dado con tu blog para informarme un poco. Quería decirte, sin ánimo de ofender, que hay varias incorrecciones en esta entrada: la foto que pones como de la iglesia Jakobuschirche es en realidad un ambulatorio, la iglesia está cerca pero no es ese edificio (podéis buscar fotos en internet). Con la Nonnenhaus algo parecido, el edificio realmente es el que está a la derecha del de tu foto. Y en ella no vivió Joseph Gärtner, sino el botánico Leonhart Fuchs, como pone en una placa de la casa. En lo que sí coincido es en que es una ciudad bien bonita! Espero haber ayudado. Un saludo.
Buenas tardes Irene, gracias por las notas. Subsanado el error de la Jakobuschirche y de Joseph Gärtnet.
Respecto a la foto que comentas de la Nonnenhaus, si lees bien el pie de foto, en ningún momento ponemos que esa casa sea la Nonnenhaus, sino que se indica: «Casa entramada junto al canal del Ammer»
Y no ofendes para nada, al contrario, siempre nos viene bien que nuestros lectores y amigos nos informen de los errores que encuentren.
Nos alegra que te haya gustado esta ciudad, a nosotros nos pareció muy interesante, sobre todo por el número de personajes ilustres que pasaron por ella.
Nosotros fuimos a alquilar una caravana allí. La empresa se llama Hirschbül Caravan Rental. La caravana no estaba mal y Tübingen es lindo (hay lugares bastante más bonitos por la zona) pero tuvimos una experiencia nefasta porque después de devolverla en perfecto estado, de que ellos nos la revisaran y nos dijeran que todo estaba bien, cuando volvimos a España nos dijeron que se quedaban con nuestra fianza porque supuestamente una ventana no cerraba bien (ventana que ni tocamos, de modo que si no cerraba bien ya había venido así). Nos salió tan cara la broma que no queremos ni oír hablar de ese lugar.
Vaya! sentimos el percance. Al menos pudistéis disfrutar de la bella Tübingen. Este tipo de cosas suelen pasar en los viajes, a nosotros alguna vez nos ha pasado algo parecido, pero al final queda el recuerdo de los lugares.
Un abrazo y gracias por compartirnos vuestra experiencia.
Eva y Carmelo
Hola Eva, gracias por toda la informacion.. Yo tenia pensado ir en Febrero del 2020, no estoy seguro si el clima no me limitara para ver este fabuloso lugar pero es la unica epoca que puedo viajar. Tenia pensado ir desde Heidelberg en tren, pasar una noche alli y regresar con el FlixBus nuevamente a Heidelberg.
Que te parece?
Hola Walter, en primer lugar, gracias por tu comentario.
Me parece ‘magnífica idea! No te puedo ayudar con el tiempo, no sé qué podrás encontrate en esas fechas, aunque puede que tenga suerte, ya que estás en la zona más «cálida» de Alemania.
Tübingen es una de nuestras ciudades favoritas de Europa, una bella desconocida esperando a ser descubierta. si te apasiona la historia, la cultura, el patrimonio y la rica gastronomía, ¡estás en el lugar perfecto!
Todo un acierto pasar una noche en ella, así tendrás más tiempo para disfrutarla. aunque en esas fechas, la noche cae enseguida.
Te deseamos un feliz viaje y aquí nos tienes para lo que necesites.
Eva y Carmelo
Hola Eva, muy buen post y muy bonitas fotos. La verdad es que Tübingen es una ciudad que nos encanta. Desde que vivimos en Alemania la hemos visitado ya varias veces. Es una ciudad relativamente pequeña, pero con historia, museos, y buen ambiente. Y todavía tenemos que volver como mínimo una vez más, porque no conocemos el museo de las culturas antiguas, en el castillo.
Hola chicos,¡qué sorpresa! no sabíamos que vivís en Alemania. Nos alegra que os haya gustado nuestro post de Tübingen, fue de los primeros viajes que hicimos juntos y donde se inicio el nombre de nuestro blog ;-). A nosotros nos parece una ciudad preciosa, repleta de historia, cultura y un sinfín de cosas por ver y hacer, a pesar de ser pequeña. Gracias por pasaros por nuestro blog, ¡un abrazo viajeros!