Cada viajero, cada turista, cada visitante, en definitiva, cada persona tiene su propio gusto, mira con sus propios ojos, siente con su propio corazón y disfruta de un viaje de manera diferente.
De la misma manera, los lugares tienen un «algo» que los hace únicos, especiales, odiados o venerados aunque nos recuerden a otros, aunque al llegar sintamos que ya hemos estado allí, que «se parece a».
Eso ocurre con Durbuy la ciudad más pequeña del mundo, parece un lugar ya visto, parece un encantador pueblo francés, ¡parece tantas cosas!
Pero cuando lo conoces es, sencillamente, una de las localidades más bellas de Bélgica.

Las calles medievales, los puentes sobre el río Ourthe, el entorno natural, el encantador toque gourmande de sus tiendas hacen de Durbuy un bonito sueño del que no quieres salir.
Mientras paseas, te fijas en todo, necesitas encontrarle alguna pega a este lugar, pero es prácticamente imposible. Durbuy es bonita, atrayente y tiene un cierto toque dolce vita que engancha.
Durbuy ¿la ciudad más pequeña del mundo?
Esta frase es el mayor reclamo turístico. Es imposible ver algún cartel, algún folleto donde no salga el slogan. Pero ¿a qué se debe este apelativo?
Durbuy jugó un peso muy relevante como enclave estratégico de la vieja Europa.
En 1331 adquiere el carácter de Ville (ciudad) debido a su prestigio en los ámbitos del comercio y la justicia. A pesar de no crecer en población y dimensiones, nunca perdió la categoría de ciudad.
Sorprende al visitante el orgullo que sienten sus habitantes de ser una pequeña ciudad. Asimismo, resulta curioso el toque cosmopolita, incluso chic, que desprende la localidad.
En Durbuy no es extraño encontrar grupos de turistas de todo el mundo, escuchar muchos idiomas. No he podido dejar de sonreír al ver autobuses llenos de japoneses con unas ganas terribles de fotografiarlo todo.
Actualmente, la ciudad conserva ese aire estratégico y de defensa otorgado por un lado, por el río Ourthe, quien eleva a Durbuy en el montículo natural que hace su meandro.
Por otra parte, ese carácter se debe al impactante anticlinal de la Roche Frene.

Nuestro paseo por Durbuy, la ciudad más pequeña del mundo
Lo mejor para visitar Durbuy es caminar sin prisas, disfrutar de su diminuto casco antiguo, de preciosas casas y recoletas calles.
Admirar el entorno natural que la rodea y saborear su rica gastronomía.
Durbuy es muy fotogénica, pero también es real, y esta realidad cotidiana se palpa en sus tiendas de artesanos, en sus brasseries y en sus excelentes restaurantes.

Tras dejar el coche en una zona de libre aparcamiento, difíciles de encontrar por cierto, comenzamos nuestro paseo por la villa. Todo en ella invita a sentirte como en unas vacaciones eternas.
Clima, serenidad, belleza, una delicada sensación de dolce vita inunda cada rincón.
– Terraceo y cocina ardenense
La primera «atracción» de Durbuy es uno de sus anticlinales, la famosa Roche Frene que encajona la ciudad por uno de sus flancos.
A partir de aquí, una sucesión de preciosas y efímeras calles llevan hasta la plaza principal, uno de los pocos espacios abiertos donde el «terraceo» parece el deporte nacional.
Los restaurantes invaden el lugar con elegantes terrazas que invitan a tomar un aperitivo bajo el sol.

La calle principal es una sucesión de tiendas gourmets, muy recomendable para sibaritas.
Se acerca la hora de comer (mediodía). Tenemos mesa reservada en el Restaurante Saint Amour donde el chef Fredo nos explica las delicias de la cocina ardenense.
Un festival de platos y sabores inunda nuestra mesa. ¡Qué bien hemos comido!
Aunque parezca lo contrario, Durbuy es una ciudad al alcance de todos los bolsillos. Su halo de elegancia y exclusividad es solo eso.

Además, guarda sorpresas para el turismo familiar. Durbuy acoge por igual a parejas, grupos de amigos, familias, turistas o viajeros solitarios.
La oferta cultural, de naturaleza y gastronómica abarca un amplio catálogo.
– Parque de Topiarias
La localidad que presume de ser «la ciudad más pequeña del mundo» contiene el parque de Topiarias más grande de Europa.
Un precioso jardín de plantas talladas que ocupa unos 10.000 m2. ¿Curioso no? Bélgica suele sorprender con sus dualidades.
Imprescindible subir a la terraza-bar del jardín donde se obtienen las mejores vistas panorámicas de las topiarias, del castillo y de la Roche Frene.

Una característica de Durbuy es la buena señalización de sus lugares de interés o edificios emblemáticos.
También se pueden hacer diferentes rutas señalizadas siguiendo los pasos de personajes ilustres de la ciudad.
Cualquier opción es buena para conocer la ciudad. Cruzamos otro puente sobre el Ourthe y entramos de nuevo en el casco antiguo.

El tiempo se detiene y entendemos porqué Durbuy parece encontrarse en un estado vacacional continuo.
– Castillo de los Condes de Ursel
Tras unas deliciosas cervezas seguimos nuestro paseo por el casco antiguo donde destaca el castillo de los Condes de Ursel, fortaleza del siglo XI reformada por la propia familia en el siglo XVII.
La delicada iglesia de San Nicolás se erige cercana al castillo, estampa que completa el antiguo convento de los Recoletos.

– Senderos del río Ourthe
Los alrededores la pequeña ciudad resultan una interesante opción para los amantes del senderismo, de los paseos a pie o en bici.
Desde el casco urbano parten diferentes rutas que permiten disfrutar del encanto natural de la villa. El interés por esta localidad va más allá de su vertiente monumental.
Caminar por los senderos paralelos al río Ourthe es una actividad muy recomendable sobre todo si te gusta la naturaleza.
Las opciones se amplían con paseos en kayak y diferentes actividades de aventura.
La localidad no es un lugar de paso para el turista, merece la pena disfrutarla varios días.

La mejor manera de finalizar una visita a la localidad es verla desde el punto más elevado, apreciar su tamaño y rica arquitectura.
Gracias a la amabilidad de una encantadora señora pudimos disfrutar de las mejores imágenes a la ciudad.
Es una característica que se ha repetido en nuestro viaje por Valonia, la amabilidad de los belgas hacia el visitante y el empeño en mostrar sus tesoros.

Vídeo de Durbuy la ciudad más pequeña del mundo
Vídeo versión 3D
Si queréis ampliar información sobre este lugar y sus alrededores podéis consultarla en la página de la Oficina de Turismo de Bélgica: Bruselas – Valonia a quien agradecemos su invitación para realizar este viaje.
He estado varias veces en Belgica pero nunca he visitado esta mini ciudad, ni habia la habia oido. Y es verdad, por las fotos que nos muestras tiene mucho encanto, se ve preciosa! Me entra curiosidad por saber su numero de habitantes si tienen este slogan por todos los sitios…
http://www.travelera.es
Hola Travelera, pues su población es de unos 11.000 habitantes, poca población para una categoría de ciudad :-). Aún así, el eslogan es un reclamo para diferenciarse de otros lugares y la verdad es que atrae la atención 🙂
Si vuelves por Bélgica, ya sabes, Durbuy en tu agenda!
Muy interesante, nunca había oído hablar de esta mini ciudad tampoco. Me encanta el jardín!
Muchas gracias Kris!, hemos detectado que muy poca gente conoce la región de Valonia y ya ves las joyas que tiene. Como bien dices, el jardín es una preciosidad, parece que entras en un cuento de color verde :-).
Un saludo!
Por lo que contáis Durbuy tiene que ofrecer mucho a sus visitantes, esa mezcla entre antiguo y contemporáneo, dan ganas de plantarse allí, ya mismo. Un saludo
Si Cristina, es un buen lugar para hacer una desconexión durante una semana, el pueblo es encantador, tiene buen ambiente y además los alrededores ofrecen todo tipo de actividades y pequeñas excursiones para los amantes d ela naturaleza. Durbuy es una buena opción para una escapada por Valonia
Te voy a nombrar mi guía por Bélgica. El otro día descubrí gracias a tí la ciudad de los libros, hoy Durbuy… muy buenos destinos nos presentas.
Gracias Rubén, solo puedo decirte que Valonia nos ha enamorado y estas pequeñas localidades son encantadoras. Gracias a ti por leernos y descubrir, junto a nosotros, rincones y tesoros ocultos de Bélgica que salen de los típicos destinos :-).
Jos, no me cansaré de repetirlo… Durbuy es de lo más bonito de Valonia. Te lo comparto en el g+
Pues muchas gracias Javier!!! por cierto, totalmente de acuerdo, un lugar peculiar 🙂
Eva y Carmelo