La Costa Brava está salpicada de interesantes localidades turísticas, bellísimas calas, interminables playas y pintorescas poblaciones repletas de encanto.
Es el caso de la desconocida Sant Martí d’Empúries, minúscula villa medieval a pocos kilómetros de L’Escala y del yacimiento grecorromano de Empuriès, dos lugares imprescindibles si visitas la bella, elegante e indómita Costa Brava (Girona).
La zona es ideal para desconectar, pasar unas horas en sus extensas y doradas playas, tomar un aperitivo en alguna de sus coquetas terrazas o, directamente, alojarse en algún hotel donde disfrutar de unas merecidas vacaciones.

Hemos llegado, hasta la encantadora localidad, de pura casualidad, justo al final de nuestro road trip de unos días por la comarca gerundense del Empordà y la visita al festival, Girona Temps de Flors.
Nadie nos había hablado antes de este núcleo, ni siquiera lo habíamos visto a la hora de planificar el viaje.
Con Sant Martí d’Empúries pasa como con otras localidades cercanas a un importante monumento, yacimiento o hito del Patrimonio Mundial, quedando eclipsadas por su brillo e importancia, en este caso, por el yacimiento grecorromano de Empúries., al que se puede llegar caminando, en un relajado paseo desde Sant Martí.
Además, el núcleo medieval, forma parte del vecindario de L’Escala, monstruo megaturístico de la Costa Brava.

Breve historia de Sant Martí d’Empúries
Sant Martí d’Empúries se localiza sobre un promontorio rocoso que antiguamente estuvo rodeado de agua, por lo que en sus inicios fue una pequeña península.
Este estratégico emplazamiento atrajo, alrededor del siglo IX a. C., a los primeros habitantes.
Paleopolis
Con el tiempo, los habitantes establecieron relaciones comerciales con fenicios, púnicos y foceos masaliotas, semilla de la creación de Empúries, uno de los puertos más importantes del Mediterráneo.
En este promontorio se funda, en el año 575 a.C., la colonia Focea de Empúries, siendo uno de sus enclaves comerciales más significativos del Mediterráneo occidental.
Por este motivo, a Sant Martí se la conoce como la Paleópolis (ciudad vieja), para diferenciarla de la Neápolis, emplazamiento de la gran ciudad de Empurias donde se encuentran las ruinas actuales.
En el siglo IX, cuando la gran ciudad romana quedó abandonada, el pequeño núcleo seguía habitado, convirtiéndose en la capital del condado de Empúries.
Al caer en manos de los invasores normandas, cedió su protagonismo a la cercana localidad de Castelló de Empúries.
Sant Marí conserva el excepcional trazado medieval de esa época.

Qué ver en Sant Martí d’Empúries
El núcleo medieval engloba un singular conjunto de edificios de alto valor arquitectónico e histórico.
Lo mejor que puedes hacer, una vez atraviesas el arco de acceso a la muralla, es deambular por las cuatro o cinco calles con las que cuenta el núcleo y después, bajar al fascinante y dorado arenal donde sobresalen las ruinas griegas de antiguos emporios.
Puedes caminar tranquilo. El acceso al transporte privado está prohibido, realzando el encarto medieval de este pueblo que apenas llega a los 40 habitantes.
Exidte zona de aparcamiento disuasorio en las afueras de las murallas.

1. Iglesia de Sant Martí
Iniciamos el paseo en la joya de la localidad, la iglesia, situada en medio de la plaza Mayor. Catalogada como bien cultural de interés Local.
Construida en el año 1538, sobre un templo prerománico fechado en 926 y dedicado a Sant Martín de tours, elevado, según cuentan, sobre las ruinas de un antiguo templo dedicado a Artemisa.
De estilo gótico tardío, en su fachada sólo destaca un bonito rosetón.
En el interior se guardan fragmentos de época grecorromano, varios altares paleocristianos y una pica bautismal románica.

2. Plaza Mayor
Coqueto emplazamiento, muy ambientado por las terrazas de los diferentes restaurantes que se ubican en ella.
Desde ella se tiene una bella imagen de la iglesia, de la Casa forestal y de los restos del antiguo castillo del siglo XIII.

Este mágico lugar sirvió de inspiración al creador del cómic el Capitán Trueno, Víctor Mora, convirtiendo el lugar en la residencia del héroe.
¿curiosos verdad?

3. Casa Forestal
Bello edificio de estilo modernista situado al lado de la iglesia, con quien forma un singular conjunto arquitectónico y en claro contraste con el conjunto medieval de Sant Martí.
Incluido en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.
Actualmente es la sede de la Fundación Iberia Graeca.
El edificio recuerda el art decó. Destacan sus galerías rectangulares y vitrales, con vistas a la bahía de Roses y al Cap de Creus.

4. Jardín Víctor Catalá
Casi abandonado a su suerte, tocando la muralla, atrapa por su melancólica belleza un jardín, mandado construir por la escritora Caterina Albert.
Merece la pena respirar este lugar disfrutar unos minutos de su soledad y pensar que sirvió de inspiración para algunos relatos de la escritora ampurdanesa.
Aunque es de propiedad privada, está permitido el acceso. Está claro que a pesar de su reducido tamaño, Sant Martí d’Empúries provoca inspiración creativa.

5. Playa de Sant Martí d’Empúries
Tenemos una mención especial para las encantadoras y tranquilas playas de Sant Martí, prolongación de los magníficos arenales con los que cuenta la localidad de L’Escala.
Destacan por sus dunas, así como por la recuperación y protección mediambiental realizada en la zona.
Aprovecha para vivir los mágicos atardeceres y amaneceres y sumergirte en unas aguas repletas de historia.
En la playa podrás contemplar el espectacular Moll Grec, (muelle griego), restos de un muelle helénico del siglo I a.C.

Entorno y otras actividades
Si te apasiona el senderismo, puedes recorrer el Camino de Ronda que une a Sant Martí con L’Escala.
Una senda junto al mar de 2 kilómetros que transcurre por algunas de las plyasa más bonitas de L’Escala e incluye la anteriormente mencionada del Moll Grec.
Una vez en L’Escala puedes aprovechar para pasar el día y comer en alguno de sus restaurantes.
El camino es ideal para hacerlo a pie o en bici y su dificultad es baja.

Y por supuesto, no puedes irte de Sant Martí sin visitar la joya de la zona, el yacimiento grecorromano de Ampúrias, donde se sitúa el Museo de Arqueológia de Cataluña.
Resulta muy interesante este pequeño secreto de la Costa Brava, ¿verdad?
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