Abandonamos Antequera, la ruta de Washington Irving va tocando fin, más bien nuestros días en ella y debemos acelerar el ritmo para llegar a Granada en la fecha prevista. Salimos por la carretera A7282 siguiendo el perfil de la Peña de los Enamorados. Más adelante, la A92 nos acoge de nuevo con destino Loja, pero el caprichoso destino guarda una sorpresa, Archidona.
«La Señora de la Altura», enreda con su imagen a todo viajero que recorre la zona. Desde lo más alto llama tu atención, te deslumbra con sus casas de color blanco en contraste con el marrón de las rocas y el verde de los olivos.
Nadie puede pasar al lado de Archidona sin quedar atrapado por su imagen de postal, la imagen de un pueblo blanco encaramado y desparramado a las faldas de la magnífica Sierra de Gracia.

Historia de Archidona (Arcis Domina)
La localidad de Archidona está declarada como Conjunto Histórico-Artístico desde 1980.
Un legado patrimonial y histórico heredado por su estratégica posición aprovechada desde la época de los romanos quienes la nombraron Arcis Domina.
Conocida como Madina Archiduna a partir del 715 cuando grupos de sirios y mozárabes la repueblan tras la conquista musulmana.
Elegida por el príncipe Abd al-Rahman I, huido de Damasco, para autoproclamarse como emir independiente de al-Andalus.
A finales del siglo IX se convirtió en refugio del caudillo Uamr Ibn Hafsun, que tendría bajo sus dominios un vasto territorio de la conocida como alta Andalucía.
Durante el período nazarí se convirtió en una de las plazas fuertes y baluarte de la frontera árabe-cristiana, lugar que ocupó hasta su reconquista en 1462 por don Pedro Téllez de Girón (duque de Osuna).
Leyendas de W. Irving
Según cuenta una leyenda recogida por Washington Irving
«durante el asedio la Virgen se apareció a los cristianos mostrándoles el camino para tomar la fortaleza.
El gobernador andalusí, viéndose perdido, se arrojó al vacío en un gesto de arrogancia, dejando impresa en la roca de donde saltó la huella de su caballo».
Fuente: Rutas del Legado andalusí
Hasta bien entrado el siglo XVII Archidona mantuvo una importante comunidad mudéjar y morisca ubicada en el arrabal que hizo crecer la localidad hasta la Villa Baja, por lo que poco a poco se despobló la medina inicial.
La incorporación de un buen número de órdenes religiosas a partir de la reconquista trajo consigo un esplendor arquitectónico.
En el ámbito civil se produjeron importantes manifestaciones culturales y artísticas, ejemplo de ello son la Plaza Ochovada, joya del Barroco andaluz y el edificio de la Cilla (actual ayuntamiento).

Vídeo de nuestra visita a Archidona
Vídeo en versión 3D
Qué ver en Archidona
La sierra de Nuestra Señora de Gracia es el mejor balcón panorámico de la Villa Baja, de los montes y de las llanuras que bordean el entorno de Archidona.
1. La Villa Alta (Medina Arxiduna)
A unos mil metros de altitud se ubica el conjunto arqueológico del Castillo-Mezquita Ermita de la Virgen de Gracia o Villa Alta.

La antigua fortaleza se estructuraba en dos cinturones de murallas protegidas por un importante desnivel, convirtiéndola en inexpugnable.
Los restos del alcázar, el aljibe, la residencia palaciega, el primer cinturón de murallas y las torres-puerta de defensa se conservan con mejor o peor suerte.
– Restos de arquitectura militar almohade en Archidona, La Puerta del Sol
Sobresale en el conjunto la magnífica Puerta del Sol un ejemplo único de arquitectura militar almohade.

En la zona de la medina se pueden ver los restos arqueológicos de las viviendas de época nazarí. ¡Este lugar es una pequeñita Alhambra!
El balcón panorámico del cerro (convertido en un parque periurbano) nos ofrece unas vistas inmejorables hacia el centro urbano de la villa.
Si te pasa que, como en nuestro caso, llegas un lunes y todo se encuentra cerrado, puedes conocer la historia, nombres y resto de curiosidades gracias a la buena información disponible en los paneles informativos repartidos por el lugar.
– Ermita de la Virgen de Gracia
Destaca en el conjunto la blanca imagen de la Ermita de la Virgen de Gracia, patrona de la ciudad que se asienta sobre la antigua mezquita.

En su interior se ubica desde el 2013 el Centro de Interpretación de la cultura mozárabe. Imprescindible su visita para conocer la historia del Cerro y de su entorno.
Los restos andalusís son apreciables en varios lugares del Santuario.
En una de las esquinas exteriores sobresale con sus oscuros ladrillos el antiguo minarete reconvertido en campanario.
La mezquita conserva su estructura original, el santuario cristiano se acopló sobre ella en una bella simbiosis convirtiéndola en la única mezquita andalusí de la provincia de Málaga.

– Ermita del Santo Cristo
Antes de abandonar la Villa Alta merece la pena detenerse en la bella Ermita del Santo Cristo. Un amplio atrio nos da la bienvenida.
Al fondo se sitúa la pequeña construcción cristiana repleta de ramos de flores depositados ante la imagen del Cristo.
Un rinconcito agradable en la zona extramuros del conjunto del castillo-alcazaba.

2. La Villa Baja y el esplendor del Barroco en Archidona
El parque periurbano Sierra de Gracia incluye el recinto amurallado. La Puerta del Sol conduce hacia la antigua morería, desparramada con sus evocadoras calles hacia la Villa Baja, corazón de la Archidona actual.

Amplias calles bajan hasta la joya de la localidad, la plaza Ochovada, joya del barroco andaluz y una de las más bellas de España.
– La plaza Ochovada, joya barroca de Archidona
Construida en 1789 fue diseñada por maestros locales.
El conjunto, de inspiración francesa, se caracteriza por un fuerte carácter andalusí y de tradición popular andaluza.
Todo ello se aprecia en el diseño: patio interior, balcones de colores y ladrillo.
Los bajos de la plaza están repletos de bares y restaurantes típicos donde se respira el mejor ambiente de la localidad.
La oficina de turismo se sitúa al lado del edificio del ayuntamiento siendo uno de los mejores puntos de partida para realizar rutas por la Villa Baja.

Tras los magníficos tejados se aprecia el perfil de la Villa Alta en un contraste de texturas, colores y formas. Parece hecho adrede con el fin de ser retratado.
– Los enamorados de Antequera y Archidona
De nuevo, en esta plaza, nos encontramos con la historia de los enamorados de Antequera, ya que la protagonista femenina de la leyenda era archidonesa. Otra vez el amor llama a la puerta de nuestro viaje.
El amor de dos jóvenes. de dos mundos «en guerra», dos personas de diferentes religiones y creencias. Después de bastantes siglos seguimos igual…
Historias como esta sirven para reflexionar.

En esta atractiva y original plaza ponemos fin a la rápida e intensa visita a la Señora de la altura.
El Reino de Granada nos espera impaciente, los ecos lejanos de La Alhambra (nuestro final de viaje) llegan a través del viento.
Málaga nos dice adiós en Archidona. En pocos kilómetros entramos en la última de las provincias andaluzas por las que discurre la ruta de Washington Irving.
El corazón se acelera, el final nos espera, pero aún, el camino nos deparará nuevos encuentros y sorpresas.
Próximo destino en la ruta: Loja, la ciudad del agua.
No había oído hablar nunca de Archidona…y en un par de semanas ¡nos vamos a Málaga!. Me leeré vuestros post sobre la zona 😉
Besos!!
Muchas gracias por el comentario Maru!!! Jo, que envidia ;-), pues ya verás cuantas sorpresas hay por esta desconocida provincia!! Nos alegra que mires el eresto de entradas relacionadas con Málaga y que son parte de nuestra ruta Literaria de Washington Irving,¡Prepárate para Antequera! no te digo más 😉
Un superabrazo
Eva y Carmelo