Shiraz la ciudad de los poetas

Shiraz es una de esas ciudades duales para el viajero, de esos lugares que te producen el mismo amor que rechazo.

Aunque todo cambia si solo visitas los lugares recomendados en las guías turísticas, entonces, Shiraz la ciudad de los poetas, atonta tus sentidos con sus palacios, hammanes y jardines.

Nosotros tuvimos una dosis de todo. Visitamos su centro histórico y también zonas menos turísticas, más cotidianas, donde nos pasaron un sinfín de anécdotas que forman parte de nuestro viaje por Irán, de nuestra propia experiencia como personas.

Este artículo va de eso, de las cosas cotidianas que te pueden pasar mientras viajas.

El mundo no se paraliza porque tú estés de viaje, ni se para tu reloj interior, ni todo es de color de rosa.

Tumba del poeta Hazef junto a Amir, nuestro "guía particular" en Shiraz

Tumba del poeta Hafez junto a Amir, nuestro «guía particular» en Shiraz

Llevamos unos quince días recorriendo el país y se nota en nuestras espaldas, en nuestros pies, pero sobre todo en nuestra ropa sucia, que acumulamos en un petate a la espera de lavarla.

Nuestro joven anfitrión de couchsurfing no tiene lavadora por lo que nos recomienda llevar la ropa a una «lavandería».

Cogemos un taxi con nuestro petate y nos plantamos en «una lavandería». Al entrar le digo a Carmelo que a mi me parece más bien una tintorería.

Los dos hombres que la atienden nos dan la bienvenida, no hablan mucho inglés y les decimos que necesitamos una lavandería no una tintorería.

Pero cuando queremos darnos cuanta, han cogido nuestras bolsas con la ropa y las están vaciando en el mostrador para contar las prendas y decirnos el coste.

Imaginaros las caras de los cuatro cuando de la bolsa empiezan a caer mis braguitas, los calzoncillos de Carmelo, calcetines, ¡os prometo que fue uno de los momentos más surrealistas que vivimos en Irán!

Uno de ellos coge con asco una de mis braguitas y nos dice ¡Esto no! y empieza a lanzar improperios.

Pensábamos que vendría hasta la policía, imaginaros, ¡¡¡un musulmán tocando la ropa interior de una mujer!!!

Para colmo de situaciones, no ando en uno de mis mejores días ya que me ha bajado la regla y no hay nada peor que una menstruación en Irán (sobre todo por el tema lavabos y compresas, aquí no existen los tampones).

Este no es el típico post de «los mejores lugares de Shiraz» o «qué hacer en Shiraz». Este post va de «cosas de la vida diaria que te encuentras en un viaje y que te afectan como persona» .

El malentendido se resuelve, y nuestras prendas, a excepción de la ropa interior (con la que cargaré todo el día en el bolso) se quedan allí. 

El paso por la tintorería fue de lo más caro de todo nuestro viaje, nos dejamos unos 45€ al cambio.

Desde primera hora nos damos cuenta que ese, no será el mejor de los días que hemos tenido en Irán.

Me siento mal, atrapada en un pañuelo que no me gusta, con una de las peores combinaciones de ropa que hayan existido en la historia del mundo de la moda y, por primera vez en nuestro viaje, tenemos la «típica» discusión de pareja.

Nada nos hacia imaginar el brutal cambio que nos deparaba el destino, no olvidemos, estamos en Irán, y como dicen allí ¡No te preocupes!

Para colmo de «desgracias» no llevamos dinero en efectivo. No estamos en zona «turística» por lo que es más difícil encontrar quien hable inglés.

Un señor mayor se nos acerca, nos pregunta de donde somos (¡uff hoy no tengo el día para fotos, conversaciones y amabilidades!).

De golpe nos vemos en medio de una oferta comercial para importar pistachos a España. ¡Vamos subiendo peldaños en el día surrealista!

Nos da sus datos en una hoja de papel, tras él se acercan dos más, y yo quiero morir bajo el calor abrasador.

Bajo la dictadura de mis cambios hormonales y con unas ganas terribles de salir corriendo para esconderme en la casa de nuestro anfitrión.

Carmelo tampoco tiene su mejor día. Decidimos caminar callados siguiendo la ruta que nos marca google maps en busca de una casa de cambio de moneda.

Tras un largo paseo en el que caminamos al lado de una zona militar (digna de fotografiar), una avenida feísima y un calor terrible, Shiraz cambia de imagen.

Hacemos un giro y tomamos una nueva avenida que nos lleva hasta una zona residencial de limpias calles arboladas, con modernos y eclécticos edificios.

Extraños edificios

Arquitectura vanguardista en un centro comercial de Shiraz

No puedo más, necesito un lavabo urgente, necesito saber dónde estamos, necesito un poco de aire fresco y quitarme el absurdo pañuelo durante unos minutos.

Mis suplicas tienen su respuesta con la aparición de un vanguardista centro comercial (en Shiraz pasan de la docena e incluso cuentan con uno de los más grandes del mundo: el Complejo del Golfo Pérsico) . 

Estamos atónitos, es como si nos hubieran teletransportado a alguna ciudad europea.

En nuestro deambular, hemos topado con la zona más chic de Shiraz. ¡Y yo con estas pintas!

Entramos al centro comercial de la avenida Afif Abad para buscar un lavabo. En el interior nada nos recuerda que estemos en Irán.

Tiendas de ropa exclusivas y artículos de lujo. Hasta los lavabos son pulcros, occidentales, con papel higiénico. ¡Estoy en el paraíso!

Carmelo me anima a entrar en una pequeña tienda donde hemos visto prendas de conocidas marcas españolas y así solucionar mi desastrosa vestimenta.

Nos atiende una chica a la que se suma un apuesto joven de acentuado estilo hipster. De esta sencilla manera topamos con quien se convertirá en nuestro guía particular durante un día.

Amir, no solo me asesora en la ropa sino que nos acompaña hasta una casa de cambio. No le importa perder su tiempo con nosotros, deja al frente de la tienda a su joven empleada. 

Se empeña en regalarme el blusón que he elegido (cosa a la que nos negamos Carmelo y yo).

Pero es imposible decir que no a su petición de acompañarnos el resto del día para mostrarnos algunos lugares de la ciudad.

Y sin pensarlo, una vez más, nos dejamos llevar por la amabilidad de un joven iraní, en este caso de un ingeniero que ha decidido invertir su dinero en una tienda de ropa del moderno centro comercial.

Amir tiene un coche europeo, de los pocos que vemos en la ciudad. Con él topamos con la clase social media-alta iraní.

Nuestro paseo, junto a Amir, por Shiraz la ciudad de los poetas

Nuestro nuevo anfitrión conduce tranquilo, relajado, es de esas personas que transmiten confianza y serenidad. No llega a los treinta años. Siente una curiosidad infinita por España y por nuestro viaje.

Se empeña en invitarnos a comer en el restaurante tradicional más famoso de Shiraz, el Sharzeh que se sitúa cerca del bazar Vakhil

Mezquita Vakil

Complejo Vakil

Nuestro humor ha cambiado, volvemos a ser los de siempre.

La aparición providencial de nuestro joven cicerone nos ha hecho olvidar el cansancio, el calor y el enfado de la lavandería (eso, la nueva camisa, el paso por un lavabo y la expectativa de una nueva aventura).

Amir escoge los platos, quiere enseñarnos lo mejor de la cocina tradicional persa.

Nuestra mesa se llena de deliciosos manjares como el Lari Kebab, ensaladas, platos de berenjena, lentejas, sopas, pan y doogh (la bebida más famosa del país).

Amir nos invita al Sharzeh Traditional Restaurant del Centro histórico de Shiraz

Amir nos invita al Sharzeh Traditional Restaurant del Centro histórico de Shiraz

Tras la copiosa comida nos lleva al Bazar Vakhil para enseñarnos la Moshir House (una antigua casa tradicional) que se esconde en el Saray-e-Moshir

Los Saray son lugares únicosYa tuvimos ocasión de conocer algunos en Isfahan.

Saray Vakhil en Shiraz Irán

Saray-e-Moshir en el Bazar Vakhil

Accedemos al saray a través de uno de los pasillos laterales del bazar. 

Sorprende que en medio del laberinto de callejuelas y pasillos se abra un patio ajardinado de grandes dimensiones, es como una pequeña comunidad de vecinos en el entramado del bazar.

La casa está cerrada, antes funcionaba como museo, pero se ha conservado la arquitectura del lugar.

Actualmente contiene un singular conjunto de tiendas y talleres de artesanos.

Saray Bazar Vahkil Shiraz Irán

Moshir House – Shiraz

Artesanía jarrón con grabados en Shiraz Irán

La delicadeza y calidad del lugar atrapa enseguida.

El ladrillo, elemento característico del centro histórico de Shiraz, surge de nuevo.

Así como las espectaculares cúpulas que hemos visto en otros caravanserais como el de Kashan.

Cúpula del Saray-e-Moshir

Cúpula del Saray-e-Moshir

Amir nos indica que quiere mostrarnos su «rincón» de la ciudad, pero de momento no nos revela nada.

Atravesamos el bazar en busca del coche. Entramos en la zona textil con miles y miles de telas de las mil y una noches.

No puedo dejar de pensar en el contraste de esas telas, de los vestidos que proponen para las mujeres y lo que realmente ves por la calle.

Me asombra particularmente la cantidad de maniquís que muestran figuras femeninas vestidas de sugerentes formas e incluso alguna de ellas sin el velo.

Zona de telas en el Bazar Vakhil

Zona de telas en el Bazar Vakhil

Bazar Vakhil

El Bazar Vakhil descansa a la hora de la comida

Una vez en el coche, Amir nos hace un tour parecido a los que realizan los bus turísticos de la ciudades.

Hace de guía-chófer por los lugares más interesantes de Shiraz, no paramos en ninguno, solo nos da explicaciones. Su objetivo es la tumba del poeta Hafez.

Es media tarde, el jardín que contiene el mausoleo del más famoso de los poetas iranís, está repleto de jóvenes y familias que vienen a recitar sus poemas, a poner rosas en la tumba.

A dejarse llevar por la inspiración y el romanticismo que impregna el lugar. 

tumba del poeta Hafez

Tumba del poeta Hafez

«Shiraz ciudad de los poetas», aquí entendemos ese sobrenombre, igual que el de ciudad de las rosas.

Sus jardines son sublimes y el recuerdo de Hafez, imborrable.

Cúpula del templete donde se sitúa la tumba del poeta Hazef

Cúpula del templete donde se sitúa la tumba del poeta Hazef

El místico poeta sufí es una de las figuras más queridas de la literatura persa.

En sus poemas se hace exaltación de los placeres de la corte del siglo XIV, otros hablan de su relación con las divinidades.

Ahora entiendo porqué es tan querido, seguro que más de uno cambiaría sus «recomendaciones» por lo que se predica en el Corán.

Jardín Musalla , lugar de peregrinaje para los adeptos al poeta Hafez

Jardín Musalla , lugar de peregrinaje para los adeptos al poeta Hafez

El conjunto del jardín, templete y pabellón es también uno de los lugares más turísticos de Irán por lo que siempre están repletos de gente. 

A pesar de ello, puedes encuentrar algún rinconcito solitario donde llenarte de la increíble energía que desprende este monumento.

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¡Cómo ha cambiado nuestro día!

De que manera más sencilla nos encontramos ahora felices, conectados de nuevo a nuestro viaje y dejándonos fluir.

Hay lugares que por sí solos limpian las tonterías de la cabeza y llenan el alma.

No nos extraña que Hafez sea una referencia en Shiraz.

Vídeo versión 3D

Al salir del jardín escuchamos música. De nuevo Irán nos sorprende con una actividad que se supone prohibida.

En el contiguo parque público de Jahan Nama se celebra un festival de música tradicional.

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Estamos inmersos en la vida cotidiana del país.

Sabemos que también está prohibido bailar en público, pero no podemos evitar mover nuestros cuerpos al ritmo de la hipnótica música persa.

Amir sonríe a nuestro lado mientras la música, las palmas acompasadas y las letras de canciones llenan cada rincón de la maravillosa tarde shirazí.

El mejor regalo para esta plácida tarde viene en forma de helado (bastani).

«En la heladería Baba (calle Bagh-e Nari) se elaboran los mejores Faloodeh» nos dice Amir.

Hasta allí nos lleva con su coche. 

Faloodeh en la heladería Baba de Shiraz

Faloodeh en la heladería Baba de Shiraz

Me declaro fan absoluta de este tipo de helado. A Carmelo no le gustan mucho, yo los considero originales, diferentes y refrescan un montón.

La noche empieza a hacer acto de presencia, Amir está agotado y nosotros también.

Regresamos a su tienda del centro comercial donde empezó nuestra aventura.

Acabamos la jornada en el Café Melange, un local de acentuado parecido a los bistro franceses, sentados junto a Amir y algunos de sus amigos.

La ropa interior continúa en mi bolso, necesita volver a casa, necesita ser lavada.

Eso hago en casa de nuestro anfitrión mientras Carmelo prepara una tortilla de patatas. El resto de la ropa será mimada y agasajada en la tintorería.

Al día siguiente visitaremos Persépolis, uno de los motivos principales de nuestro viaje a Irán.

Con ropa limpia o no, llegaremos hasta la ciudad de las ciudades, a la cuna de una civilización para sentir los ecos del Imperio Persa. 

Nota de autora: este post se lo dedicamos a nuestro guía improvisado de Shiraz, Amir. ¡Gracias por tu amabilidad y tu sonrisa!

4 Comentarios

  1. Laura

    Hola de nuevo!

    Estoy venga a buscar los hosts… y de nuevo, sin suerte con Amir…

    Os agradecería mucho que me hicierais llegar sus contactos!
    Saludos,
    Laura

    Responder
  2. Anonima

    Hola, enhorabuena por el blog! Unicamente quería decirte que vivo en Irán desde hace unos meses y sí existen los tampones además de lo fácil que es encontrarlos en los supermercados más grandes. Era solo para informarlo a los visitantes de este precioso país, ya que yo tuve esa duda antes de venir. Saludos.

    Responder
    • Eva Puente

      Hola Anónima, muchas gracias por ampliar este tipo de información! Siemprevienen bien sabverlo, muchas mujers me preguntan al respecto!

      Un abrazo y disfruta de tu residencia en Irán, ya nos contarás!!

      Eva y Carmelo

      Responder
  3. Kiana

    hola… que historias que ya habeis experimentado en Shiraz! yo soy guia de viajes en Iran y tambien organizo viajes a mi pais. me sorprendio mucho que no has encontrado tampones. normalmente en todas las farmacias y tambien en los supermercados lo venden. la diferencia es q respetando a las normas de Islam y seguir sensurando las cosas de las mujeres (de ser machista) no ponen este tipo de cosas a la vista y lo debes pedir o preguntar del vendedor. y otra cosa : para nosotros tintoreria y lavanderia es el mismo y era raro q no acepto lavar las ropas interiores! de todas formas ya ha pasado. ojala q no ocurran este tipo de cosas durante los siguientes viajes!

    Responder

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Eva Puente

Aprendiza de todo, maestra de nada. Viajera empedernida, disléxica ocasional. Me apasiona descubrir historias y después compartirlas. ¿te animas a acompañarnos en nuestros viajes?

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