¿Cuántas sorpresas puede deparar un país como Marruecos? Pues parece que muchas. Nada más aterrizar en Fez nos acercamos a visitar una de ellas, la antigua ciudad de Volubilis situada a 33 km de Meknes y a tan solo cinco de la ciudad santa del Islam, Mulay Idriss.
El yacimiento arqueológico de Volubilis es uno de los mejor conservados en el norte de África y está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Pinceladas de historia de Volubilis
El origen de su nombre procede del término Oulili, posible deformación del nombre berber oualili, «adelfas».
Capital del reino de Mauritania hasta el año 40 d.c. momento de anexión a Roma tras el asesinato del rey mauritano Ptolomeo por el emperador Calígula.
Sus inicios se remontan a épocas de fenicios cuando fundan Volubilis por su importante localización estratégica como emplazamiento de intercambio comercial en zona bereber.
La penetración de Roma convirtió Volubilis en una de las ciudades más importantes de la provincia de Mauretania Tingitana.
Durante el principado de Marco Aurelio fue totalmente amurallada.
Contó con ocho puertas monumentales. Actualmente solo se conservan restos de una, la Puerta de Tánger.

En el año 789, Idris I, bisnieto de Mahoma y fundador de la dinastía Idrisi, se refugia en Volubilis mientras escapa de los abasidas.
La ciudad recupera su antiguo nombre bereber, Oulili, y se convierte en la primera ciudad donde llega el Islam a Marruecos.
En el 808 Idris II funda la ciudad de Fez. La ciudad de Oulili (Volubilis) pierde protagonismo con el traslado de la población a la cercana Moulay Idriss debido a la falta de recursos naturales, sobre todo, agua.
El desmantelamiento de la ciudad por parte del sultán Muley Ismael, quien aprovechó las piedras para la construcción de Meknes, postergaron a este importante emplazamiento al más absoluto de los olvidos.
Finalmente, el terrible terremoto de 1755 (el de Lisboa) fue la puntilla para la ciudad, derruyendo lo poco que quedaba en pie.
Así, sin saberlo previamente, me encontraba en medio de la historia del país.
Al fondo, la bella silueta de Mulay Idris, una población similar a los maravillosos pueblos blancos de Andalucía.
Perfecta manera de comenzar el periplo por Marruecos, estoy en el corazón de su origen como nación.

Aunque las piezas más destacables están expuestas en el Museo Arqueológico de Rabat, la visita al yacimiento es muy interesante, sobre todo por su colección de mosaicos.
Poco a poco nos internamos en los secretos de esta impresionante ciudad.
La visita guiada a Volubilis
La exploración del yacimiento comenzó en 1915 y ocupa actualmente unas 20 hectáreas en medio de una importante región agrícola.
A nuestro alrededor apreciamos los ricos campos de cereales que recuerdan la importancia de Volubilis como centro de recursos naturales para el imperio.

En la parte más elevada del yacimiento destacan los restos del Foro, la Basílica y el Templo de Júpiter, núcleo principal de reunión de los habitantes de Volubilis.
El yacimiento conserva perfectamente la traza de las dos principales vías de toda ciudad romana, la Cardus Maximus cruzada perpendicularmente con la Decumanus Maximus.

La imaginación se dispara en lugares así.
Intento hacerme de cómo fue la increíble ciudad que transito mientras resuena la voz del guía, contando historias y anécdotas de un vigoroso y lejano pasado.
Esas historias ayudan aún más a mi imaginación. Hay momentos en los que necesito sentarme y respirar el lugar, tocar esas piedras milenarias.
Este es uno de los problemas de viajar en grupo, ¡Hay un horario que cumplir!
Seguimos caminando tras los pasos de nuestro guía. Nos muestra antiguos urinarios públicos, termas y otra magnífica construcción nos hace detenernos.
Es el arco de Caracalla, construido en mármol por el emperador Caracalla en honor a su madre.

El calor aprieta. A pesar del agua, de la protección solar (muy necesaria por estos lares) del sombrero y las gafas, siento como el sol parece derretir cada poro de mi piel.
¿Cómo aguantan los mosaicos en tan bueno estado de conservación? Sobre todo sus colores, en medio de este sol abrasador.
Volubilis ofrece al visitante la posibilidad de entender el urbanismo de Roma y su capacidad de conquista.
El recorrido, de unas dos horas, va tocando su fin y nuestro guía nos muestra ahora las antiguas letrinas, las importantes termas de la ciudad.

La visita es imprescindible para entender la historia de Marruecos. No podíamos haber comenzado por un lugar mejor.
Es hora de regresar a Fez, el día ha estado cargado de increíbles sensaciones y de importantes lecciones de historia sobre Marruecos, un país tan cercano para nosotros y a la vez, tan desconocido.
Recomendaciones para visitar Volubilis
– Contratar guía profesional perfectamente identificado que se encuentran a la entrada del yacimiento.
– Llevar agua y protección para el sol.
– No existe transporte público que llegue hasta el yacimiento por lo que se debe concertar el viaje con taxis. No sale muy caro, unos 15 dhs.
– Aprovechar la visita para acercarse a la pintoresca Mulay Idriss.
– Horario sin restricción, de la salida a la puesta del sol.
– Encontraréis pequeños puestos de comida y bebida a la entrada del recinto.
Me encanta el lugar en el que está emplazado. Parece sin duda un lugar mágico!
Hola Diana, como bien dices, el lugar te transmite esa magia que señalas. Además con la impresión que te da ver este tipo de yacimientos en Marruecos, ya entras al recinto con cierto aire de ensueño 😉
Wow, ruinas romanas asi no me hubiera imaginado verlas en Marruecos!!… en cambio Meknes… totalmente marroqui 😀 hehehe
Hola Olga, pues sí, es toda una sorpresa encontrar esta antigua ciudad romana en Marruecos de la que tenemos la archiconocida imagen de sus zocos o del desierto ;-).