En esta ocasión viajamos hasta el Cerrato Palentino para vivir una experiencia de enoturismo en Dueñas, localidad palentina con un interesante barrio de bodegas, ejemplo de arquitectura popular de la zona.
Una visita complementada con un paseo a través de su fascinante historia, cultura y gastronomía. ¡no todo es vino en nuestros viajes!
Palencia presume de excepcional románico, de cautivadoras montañas, de una Tierra de Campos y un Cerrato que atrapan por su historia, paisaje y paisanaje.
Además, se enorgullecerse de su patrimonio agro ganadero y gastronómico, contribuyendo al fomento del mundo rural.
Un mundo de abrumadora presencia en toda la provincia. Palpable bajo una «etiqueta» de calidad: «Alimentos de Palencia».
Si hay una experiencia que nos cautiva, es conocer los productos locales, saborearlos, aprender de las personas que hay detrás de ellos y perder el tiempo en una animada charla.
Una manera egoísta de absorber parte de su sabiduría. Por ello en cada viaje damos una gran importancia al territorio y a lo que ocurre en él.

Dueñas, la ciudad de los dos ríos
Antes de vivir la experiencia de Enoturismo en Dueñas, y como hemos llegdo con tiempo suficiente, nos acercamos a la oficina de turismo.
El equipo al frente de la oficina atiende con mucha amabilidad y nos facilita la información necesaria para hacer una ruta a nuestro aire, siguiendo los puntos más interesantes de la villa
También se puede hacer con guía a horas concertadas, muy recomendable.

En Dueñas se produce un emotivo reencuentro
Unos cuantos kilómetros más al norte, en pleno Parque Natural de Fuentes Carriones y Fuente Cobre, nacen dos de los ríos más importantes de Palencia, el Pisuerga y el Carrión.
Dos ríos separados en el Alto de Varga para seguir caminos diferentes. Mientras el río Carrión recorre la provincia por el oeste, el Pisuerga lo hace por el este, jugando a ser frontera natural con la vecina Burgos.
Tras volcar sus aguas en el Canal de Castilla, regar Tierra de Campos, llenar embalses y reflejar bellas estampas de pueblos en sus riberas, el Pisuerga y el Carrión se unen a las afueras de Dueñas.

Este hecho tiene algo de poético, o al menos a nosotros nos lo ha parecido, sobre todo cuando hemos conocido su lugar de nacimiento en plena Montaña Palentina.Experiencia de enoturismo en Dueñas
Nos elevamos por las calles hacia el cerro del castillo para llegar hasta la bodega de Amada, definida como «un paraíso para los amantes del vino» por su particular construcción, y vivir una inolvidable experiencia de enoturismo en Dueñas
Si nos dejamos llevar por la pequeña entrada a la bodega, pareciera que entramos en una vieja cantina castellana.
Pero cuando Amada introduce la llave en la puerta de acceso al lagar y comparte los secretos mejor guardados de la bodega, caemos rendidos ante un patrimonio cultural vivo y presente en el Cerrato Palentino desde hace siglos.
Un conjunto de ocho naves subterráneas en forma de laberinto en el que las barricas, la tierra húmeda y el tiempo nos envuelven en un peculiar aroma, el del vino.
Bodega Remigio de Salas Jalón, DO Cigales en Palencia
La bodega Remigio de Salas Jalón inicio su andadura en el año 1738 de la mano de la familia Medina-Rosales.
Gumersinda Medina-Rosales contrae matrimonio con Pablo Salas Quevedo, iniciando una importante saga de bodegueros que llega hasta nuestros días.
La bodega tuvo una fuerte expansión con motivo de la plaga de la filoxera que asoló los viñedos europeos.
Sobre todo, con la llegada de bodegueros franceses, buscando de materia prima y vinos.
Amada nos introduce por la historia de su familia de una manera calmada, serena.
Es todo un honor compartir visita junto a ella, caminar por la crónica local, cotidiana, la de una familia bodeguera, que también ha contribuido a la historia y desarrollo económico de Dueñas.

Si las calles de Dueñas causan admiración por su patrimonio, nosotros hemos sucumbido ante la belleza del subsuelo.
Cuna perfecta para Las Luceras
El lagar es, posiblemente, una de las joyas arquitectónicas de la ciudad.
Construido en piedras de sillería, llama la atención las bóvedas de medio cañón y sus perfectas arcadas.
Estamos en un santuario, un bello y desconocido lugar que atrapa por su mezcla de espectacularidad y sencillez, algo que también define a Las Luceras, marca con la que se comercializan los vinos de la bodega.
Seguimos a Amada por el los túneles, naves y recovecos de la bodega. Mientras, ella sigue hilvanando el hilo argumentativo de la historia de su familia, del presente de la bodega, de sus vinos.

Tras la visita a las cuevas, regresamos a la pequeña sala de degustación donde nos esperan Las Luceras para ser catadas.
La familia mima con mucho cariño sus ochenta hectáreas de viñedos de los cuales un 80% se compone de viña vieja, plantada poco después de la filoxera.
El vino empieza en la viña, en el suelo, y esta familia así lo ha entendido.
El final de visita llega con una tranquila y agradable degustación de tintos, rosados (que nos han cautivado) y de blancos, de variedades Tempranillo, Garnacha y Verdejo, entre otras.

La denominación de origen Cigales tiene una excelente embajadora en Amada y su bodega. Antes de marchar, hemos hecho acopio de una selección de vinos para traer a casa. ¡Imposible no hacerlo!
La experiencia de enoturismo en Dueñas nos ha resultado perfecta, una combinación de historia, patrimonio, curiosidades, cultura local y crónicas cotidianas.
Más allá del enoturismo en Dueñas
Un paseo relajado muestra la sencilla belleza del centro histórico, un recorrido imprescindible para todo aquel que visita la localidad.
Nosotros realizamos un tranquilo recorrido por Dueñas. Tómate tu tiempo para interiorizar las historias, curiosidades y anécdotas de esta villa.
La belleza de Dueñas se contiene, más que en su patrimonio arquitectónico, en otros matices, como por ejemplo, su barrio de las bodegas, las fascinantes historias como la de la familia Salas o en la sorpresa de sus famosos chocolates Trapa.
A propósito de tu post de Dueñas (Palencia), me gustaría decir que también tuve la oportunidad de ir hasta allá y de igual forma visité la bodega, a lo cual sumo que fué inmejorable la experiencia incluyendo la cata de vino, que por cierto lo recomiendo totalmente es de buena calidad del vino, se que esto se debe a la buena conserva de la materia prima (las uvas) ya que de eso parte todo.
El fin es que recomiendo la visita, créanme que no tendrán nada de que arrepentirse y a ti Eva gracias por aportarnos con tus escritos.
¡Muchas gracias por tu comentario Rosa! Qué ilusión nos hace que alguien que también ha visitado Dueñas y la bodega confirme nuestra experiencia y hacer que la visibilidad de estas localidades palentinas aumente.
El vino, como bien dices, de 10! gracias a ti por animarte a pasar por nuestro blog y compartir tu opinión. ¡Seguimos!
Eva y Carmelo