La noche del 19 de enero, la música, el fuego, els gegants, els dimonis, les torrades, el drac y els xeremiers, entre otros personajes, toman las calles en honor a su patrón. ¡Bienvenidos a las fiestas de Sant Sebastià de Palma!
Con el nuevo año, pasada ya la Navidad, el calendario de fiestas de nuestro país se pone en marcha.
Enero puede parecer un mes anodino, pero nada más lejos de la realidad, el primer mes del año es uno de los más festivos.
Hace algunos años, decidimos recorrer el país para vibrar con sus fiestas tradicionales.
A mediados de enero, con una previsión de mal tiempo en nuestra contra, preparamos las maletas rumbo a las fiestas de Sant Sebastià de Palma, una verbena a la que teníamos muchas ganas.

Visitar Palma en invierno
«¿Palma en invierno? ¿Os habéis vuelto locos? ¿Qué se os ha perdido en Mallorca en enero? Si no habrá nada abierto. Estaréis solos ¡Hará mucho frío! ¡Palma es más bonita en verano!»
Este tipo de comentarios y advertencias escuchamos tras comunicar que nuestro primer destino del año era Mallorca para disfrutar de las intensas fiestas de Sant Sebastià de Palma y, a continuación, hacer un road trip de diez días por la isla.
¿Os ha pasado alguna vez que tenéis mucha ilusión por algo y la gente se empeña en quitarte las ganas de ello?
Pero ¡Ya nos conocéis! cuando algo se nos mete entre ceja y ceja ¡Allá que vamos! Además, las fechas de las fiestas no las marcamos nosotros sino el calendario oficial.
Por ello, y a pesar de los «buenos consejos», el 18 de enero por la noche nos embarcamos rumbo a Mallorca. ¡Nada nos hacia presagiar el sorprendente resultado del viaje!

Las fiestas de Sant Sebastià de Palma
Desde el 14 al 29 de enero, la ciudad de Palma celebra una de sus fiestas más queridas y populares. Su programa de actividades, para todos los públicos y gustos, cuenta con una amplia oferta organizada por el ayuntamiento y entidades públicas y privadas de la ciudad.
Una fiesta muy de «aquí», pero que abre los brazos a los que vienen de «allá». El frio no es inconveniente para sentir la calidez de los palmesanos.
El día grande es el 20 de enero, día de Sant Sebastià (patrón de la ciudad). Pero sin duda, la noche más especial es la del 19, conocida como la Revetlla de Sant Sebastià (la revetlla es la fiesta celebrada la noche antes de un día importante o señalado, es decir, una verbena).
Con la puesta del sol, los palmesanos llenan las calles y plazas del centro histórico, vibran con los conciertos y encienden els foguerons (las hogueras) necesarios para «torrar» la carne o lo que es lo mismo, para hacer les torrades.

Sant Sebastià, patrón de Palma (unas pinceladas de historia)
La relación de Mallorca con Sant Sebastià viene de lejos. Su fama como protector contra epidemias le precedía.
Según cuenta la tradición, en el año 1523 cuando la peste «invadía» Mallorca, llegó hasta la isla un presbítero de la isla de Rodas huyendo de los turcos.
Entre sus bienes, portaba una reliquia del santo, concretamente un hueso del brazo.
Cuando el portador de la reliquia, Manuel Suriavisqui (arcediano de la iglesia de San Juan Coladie) decide abandonar Mallorca, se desencadena un fuerte temporal en el puerto de Palma que se repite con cada intento de abandonar la isla.
Interpretando este hecho como un mensaje divino, para que la reliquia no marche de la isla, se decide dejar el hueso del brazo de Sant Sebastià en Palma.
Estos hechos coinciden con el fin de la grave peste que asolaba a Mallorca, atribuyendo el final de la epidemia a la llegada de la reliquia.
En agradecimiento, se funda una cofradía en honor al santo, se establece una renta para la fiesta anual, limosnas y el sufragio del retablo de la capilla de Sant Sebastià en la catedral.
La devoción hacia el santo fue creciendo. En el año 1634, los Jurados presentaron la nominación como patrón de la ciudad a favor de Sant Sebastià, título confirmado por la Santa Seu el 18 de junio de 1868.
Nota: resumen propio realizado en base a la información de Mallorca Tresure blog.
El fuego destacado elemento de la revetlla
El fuego vibra en las hogueras, durante el correfoc, bailando junto a los demonis o torrando las especialidades palmesanas en los foguerons (barbacoas).
El fuego simbolizado como elemento purificador de enfermedades, malas energías y todo aquello que necesitamos eliminar.
Por ello, Joan Amades, el más importante folclorista de Cataluña, menciona las hogueras de Sant Sebastià como otro elemento tradicional de la fiesta:
“En la ciudad de Mallorca, en la vigilia de Sant Sebastià se encendieron grandes hogueras para que el santo hiciera quemar todos los gérmenes pestilentes.
Alrededor de la hoguera los jóvenes se dejaban llevar por la danza y la alegría.
Amades, Joan: Costumari Català, vol. I, 569

Qué hacer durante las fiestas de Sant Sebastià de Palma
Sin dudarlo, el momento más interesante y festivo de Sant Sebastià es su Revetlla.
Lo mejor que puedes hacer es dejarte llevar por el ambiente, ir de plaza en plaza para disfrutar de los conciertos gratuitos, comprar los ingredientes necesarios para hacer tu propia torrada o comerla en algún bar o restaurante.
El día 19 la ciudad vibra con la música, con el fuego, con el sonido de les xeremies (intrumento de aire típico de las Baleares parecido a la gaita).
El humo y el olor de las barbacoas hacen acto de presencia en diferentes puntos del centro histórico.

Pero, ¿Cuáles son los elementos o momentos que no te puedes perder de la fiesta?
Sant Sebastià alternativo
Hay un Sant Sebastià oficial y uno alternativo, canalla, popular el Sent sa Bèstia, fiesta autogestionada con la colaboración de asociaciones y entidades ciudadanas.
Más de cuarenta cofradías se unen en la trobada de la Plaça Llorenç Bisbal hacia las 18 de la tarde en un acto conocido como «Trobada de confraries«.
Os podemos asegurar que ha sido de los momentos más intensos que hemos vivido durante las fiestas.
Una réplica del brazo del santo se coloca junto al escenario a la espera de que todas las entidades cuelguen su pañuelo representativo (mocador).
Los nombres de las cofradías dan para otro artículo. Entre otras, vimos la Confraria de la Gloriosa figa, Santa Abundància o Ben Trempats.

Cuando se llena la plaza y los pañuelos tapan por completo la réplica del brazo se produce una especie de ritual.
El brazo baila alrededor del ninot que representa a la peste para vencerlo.
La música, el baile, los cantos, la emotividad en los rostros de los cofrades cuando cuelgan los pañuelos, el buen rollo, hemos vibrado con este «espectáculo» alternativo.
Posteriormente, nos hemos encontrado las cofadrías en su peculiar procesión por locales emblemáticos de la ciudad como Can Vinagre o el Flexas.

El drac de na Coca
El pistoletazo de salida de la fiesta oficial se ubica en la plaza de la Cort, concretamente en el ayuntamiento.
Sobre las 19:30 sale el Drac de na Coca (un dragón con forma de cocodrilo) junto a glosadores, cabezudos y gigantes.
La comitiva desfila hasta la plaza mayor donde se enciende la gran hoguera dando por iniciada, de forma oficial, la revetlla de Sant Sebastià.
El drac es uno de los símbolos de la ciudad y cuenta con leyenda propia.
«En el siglo XVII uno de estos animales atemorizó a los palmesanos al andar suelto por las calles. Lo mató el capitán Bartomeu Coch.
Posteriormente, su familia cedió el cuerpo del cocodrilo al Museu d’Art Sacre de Mallorca, donde se puede ver embalsamado.»

Encendido de los foguerons (hogueras)
En diferentes ubicaciones de la ciudad, el ayuntamiento coloca una serie de parrillas, conocidas aquí como foguerons, donde se elaboran las torradas.
Una cena espontánea en plena calle, cobijados por la calidez del fuego.
Impresiona el ambientazo generado alrededor de los foguerons y el delicioso olor que sale de estas improvisadas parrillas.
Grupos de amigos, el abuelo, las nietas, cofradías, gente de aquí y allá disfrutamos de uno de los momentos culminantes de la verbena.

Si quieres tener unas torrades sin complicaciones te compartimos algunos consejos:
-Ve bien abrigado y por si acaso, porta paraguas y/o chubasquero.
-No llegues muy tarde a los foguerones para encontrar buen fuego.
-Prepara un kit con tupper, pinzas para no quemarte al poner y recoger tu comida, bolsa de basura para no dejar desperdicios. También tienes la opción de comprar la carne/verdura en alguno de los bares que ponen barra junto a las parrillas.
-Ten cuidado con tu ropa, intenta no llevar tejidos inflamables y ojo con las posibles quemaduras.
Degustar platos típicos
Sant Sebastià es, también, una fiesta gastronómica. Una buena ocasión para degustar platos y recetas típicas de Palma y de la isla en general.
Por ejemplo, el Tianet de Sant Sebastià, un pastel (aquí se llaman coca) de algarroba y naranja.
En las parrillas, los reyes son los butifarrons y la llonganissa, también hay sitio para brochetas, pancetas y sobrasada.
Si como yo, eres vegetarina, no te preocupes, el ayuntamiento facilita espacios para las torradas veganas. ¡Está todo pensado!
El día del patrón
El 20 es festivo. En la catedral se celebra la misa en honor al patrón, mientras, las calles se llenan de bicis para la Diada ciclista de Palma.
Por la noche, algunos afortunados asisten en el Teatre Principal a los Premis Ciutat de Palma.
¿Qué ver en Palma en un día?
Aunque nuestro objetivo era vivir la retvella de Sant Sebastià, no podíamos abandonar Palma sin visitar algunos de sus lugares más icónicos.
Por cierto, todo un acierto disfrutarla en invierno.
No hay colas en los lugares más importantes, puedes reservar sin problema en restaurantes, precios más asequibles en los hoteles.
Las calles están repletas de escenas cotidianas, de gente y lengua locales. ¡Una maravilla!

A pocos metros del Hotel Palma Bellver, donde nos alojamos, tenemos una parada del bus turístic. Nos viene perfecto para subir hasta el castillo de Bellver.
De vuelta al bus, recorremos una parte importante de la ciudad a vista de pájaro. La ciudad está tranquila y el tiempo nos acompaña.
Durante la ruta, tomamos nota de lugares de interés para volver después andando.
Puntuales, a las 11:30, entramos a la catedral (conocida popularmente como La Seu). La belleza, arte, cultura e historia de este magnífico templo nos atrapa durante dos horas.
¡Hubiéramos estado mucho más! Pero el resto de la ciudad nos espera.

El resto del día aprovechamos para caminar pausadamente por barrios como Santa Catalina, Sa Calatrava o Sa Gerreria.
Una pasada descubrir la esencia de Palma de manera calmada, casi en silencio. Le dedicaremos un artículo completo a estos lugares.
Sin embargo, no podemos dejar pasar la ocasión par recomendaros el restaurat El Millor, muy cerquita de nuestro alojamiento, en el barrio de Santa Catalina.
Un establecimiento de cocina y clientes locales, muy buena relación calidad precio y atención. Ofrecen menús diarios y take away.
Vídeo Castillo Bellver, Catedral y fiestas de Sant Sebastià
Alojamiento en Palma
El hotel Palma Bellver fue el alojamiento elegido para pasar los dos días más importantes de las fiestas de San Sebastián.
Situado en el paseo marítimo, buen comunicado con transporte público y facilidad de aparcamiento de pago y gratuito.
Nosotros aparcamos unas calles por detrás sin problema, en una zona sin restricciones, ni zona azul.
Palma es ideal para disfrutarla a pie o en bus, por ello, nos olvidamos durante tres días del coche.

¿Cómo llegar a Palma?
Nosotros hemos llegado en ferry desde Barcelona con la naviera Trasmed. El barco atraca en el puerto muy próximo al centro.
Salimos de Barcelona a las doce de la noche y llegamos a la ciudad hacia las ocho de la mañana. Un viaje movidito por el oleaje, pero muy práctico, ya que viajamos con nuestro coche.
Las fiestas de Sant Sebastià de Palma nos han dejado muy buen sabor de boca y dan inicio a un road trip de diez por la isla.
Sin duda, os recomendamos visitar Palma en invierno, si además coincidís con su verbena, mucho mejor.
Nota de autor: Agradecemos la ayuda y el apoyo de Fundación Turismo Palma 365.
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