El Parque arqueológico y natural de Olèrdola (Alt Penedès) es un espacio donde dejarse seducir por la historia y la naturaleza.
Una joya desconocida de la provincia de Barcelona, a no más de una hora de la Ciudad Condal y de Tarragona.
Elevado en la montaña de San Miguel, a medida que ascendemos, observamos el privilegiado paisaje donde se sitúa este emblemático yacimiento, convertido en una de las sedes del Museu d’Arqueologia de Catalunya (MAC).
Desde este antiguo asentamiento disfrutamos de unas espectaculares vistas al Penedès, al Garraf, la montaña de Montserrat, el Mediterráneo y el parque natural del Montseny, entre otros.
Lo mires desde donde lo mires, el conjunto de Olérdola es pura magia. El entorno, además, forma parte del Parc Comarcal d’Olèrdola (Red de Parques Naturales de la Diputación de Barcelona).
Un regalo para los sentidos, sobre todo para la vista. Durante la visita (unas tres horas), hemos disfrutado de bellas imágenes de la fauna, la flora y la geología de este espacio natural.
¡Imposible no aprovechar este entorno para hacerlo!

Pinceladas de historia de Olèrdola
La montaña de Sant Miquel d’Olèrdola ha sido un enclave estratégico a lo largo de la historia.
Hoy día se aprecian los restos arqueológicos de los diferentes pueblos que decidieron asentarse aquí desde la Edad del Bronce hasta finales del siglo XIX.
Los Íberos, primeros pobladores de Olèrdola
Sobre los restos de un antiguo túmulo funerario de los primeros pobladores de la zona, se construye, hace unos 2700 años, un primer muro de unas tres hectáreas de perímetro.
Los siglos V al IV aC, Olèrdola estuvo ocupada por los Cosetanos, un pueblo íbero procedente de Tarragona y alrededores. Este poblado fue creciendo en población e importancia, lo que proporcionó el aumento de construcciones defensivas en la muralla.
La parte derecha de acceso al recinto concentraba un nutrido grupo de talleres de artesanos que funcionaron hasta el siglo III aC.
Destaca, entre todos, la presencia de una curtidería, la única conocida del mundo íbero.

Huellas romanas
A principio del siglo I aC, los romanos establecieron una fortificación militar con un claro objetivo: controlar el territorio, especialmente la vía de acceso a Tárraco (Tarragona), capital de la Provincia Hispania Citerior que atravesaba el Penedès de norte a sur.
De la huella romana aún quedan notables restos de los que podemos disfrutar actualmente: la muralla, la cisterna (350 m2 de capacidad) y la torre-atalaya situada en la cima de colina de Sant Miquel, así como algunas canteras.
Castillo de la Marca Hispánica
Unos mil años más tarde, durante la alta edad media, el recinto fortificado recupera su vitalidad.
Durante el siglo IX, por cristianos que vivían en el interior de la muralla en un territorio, que en aquellos momentos, era la frontera norte del Al-Andalús.
A principios del siglo X el avance del Condado de Barcelona provoca que Olèrdola pase a ser la segunda ciudad más importante del condado y compita con la mismísima Barcelona.
Será el conde Sunyer I quien impulse la construcción de una nueva muralla perimetral, el castillo y las iglesias de Sant Miquel (en el interior del recinto amurallado) y de Santa María (en una zona exterior de la muralla).
Durante el siglo X, en el marco de las luchas territoriales entre cristianos y musulmanes, el castrum Olerdula tendrá un destacado papel en el control y defensa del territorio conocido como la Marca Hispánica.

A principios del siglo XII, tras el último ataque almorávide con graves consecuencias para Olèrdola, comienza el desplazamiento de la población a la plana del Penedès, concretamente, hacia la ciudad de Vilafranca.
El tiempo y la venta del conjunto histórico por parte del Obispado de Barcelona, provocan la casi desaparición de esta joya histórica.
Tras intentos de recuperación por parte de conocidos arqueólogos y arquitectos catalanes, en el año 1931 se declara Bien de Interés Cultural (BIC).
En 1963 la Diputación de Barcelona compra el conjunto y, el 1 de junio de ese mismo año, es declarado Conjunto Histórico Artístico. En noviembre de 1971, tras acometer algunas reformas, el conjunto de Olèrdola se abre al público.
Finalmente, en el año 1995 se traspasa a la Generalitat de Cataluña, actual propietaria del Parque arqueológico y natural de Olèrdola, convirtiéndolo en una de las sedes del Museo Arqueológico de Cataluña.
Estructura del conjunto monumental de Olèrdola
La estructura urbana medieval estaba configurada por dos núcleos:
Dentro del recinto fortificado encontramos, en la parte más elevada, la zona militar junto al castillo y, un poco más abajo, la zona sagrada con la iglesia y la necrópolis.
En las partes mediana y baja de la ciudad, se encontraban las zonas de actividad económica (prensa de vino y bodega, la cisterna romana recuperada como depósito de agua, la cantera romana reabierta, entre otras), las casas de las clases «pudientes» y talleres de artesanos situados en la calle principal junto a la puerta de acceso al recinto fortificado.
La civitas se extendía extra murallas en la zona conocido como Pla dels Albats, donde se ubicaba la iglesia de Santa María y la espectacular necrópolis de tumbas antropomorfas o olerdolanes.

¿Que ver y hacer en el Parque arqueológico y natural de Olèrdola?
Impresiona llegar hasta este lugar.
Desde la carretera o desde diferentes puntos de la plana del Penedès solo se puede apreciar la torre de la iglesia de Sant Miquel, pero en ningún momento imaginamos lo que nos espera.
El acceso a esta sede del Museo de arqueología de Cataluña es impresionante. Una robusta muralla nos da la bienvenida. Al acceder al interior del recinto, de repente, viajamos en el tiempo.
Nosotros recomendamos, sin duda, la visita guiada para entender la importancia de cada vestigio, aunque puedes hacerla por tu cuenta con la información que te proporcionan en el Centre de Interpretación que da inicio al recorrido.
Destacamos algunos puntos de interés:
– La Muralla
Una enorme pared nos da la bienvenida. Los restos de las murallas preibérica y romana anticipan la maravilla que supone este conjunto arqueológico.
Con unos noventa centímetros de ancho, resultaba prácticamente inexpugnable. con el tiempo desempeñó funciones de muro posterior de las casas que se construyeron a su alrededor, perdiendo parte de su efectividad.
Actualmente, se ha perdido la mayor parte de su trazado, aunque el vestigio que podemos ver, nos deja boquiabiertos.

– Cisterna romana
Excavada íntegramente en la roca calcárea, construida probablemente a finales del siglo II aC, servía para almacenar el agua de lluvia recogida de la parte superior de la montaña y conducida a través de dos canales.
De notables dimensiones, unos 17 metros de largo por casi siete de ancho y con una profundidad de más de tres metros, tenía una capacidad para unos 350 m³ de agua.
De los restos más impresionantes y mejor conservados del recinto.

– Gran bodega medieval
El cultivo de la viña y la elaboración de vino no es algo reciente en el Penedès, y en lugares como Olèrdola se hace patente.
Pasado el depósito de agua accedemos a la zona de época alto medieval, aquí sucumbimos ante un espacio de considerables dimensiones, donde destacan varios elementos relacionados con las tareas de prensa y una pequeña bodega donde se guardaba en barricas.

– Iglesia de Sant Miquel d’Olèrdola
Joya del cielo del Penedès, elevada en la montaña de mismo nombre, la iglesia de San Miguel es una maravilla.
Merece la pena subir la empinada colina que da acceso a la parte «sagrada» del recinto.
En el lugar donde se situada una necrópolis cristiana, se construyó en el año 929 un pequeño templo prerrománico (solo se conserva el ábside norte) bajo el mandato del conde Sunyer I de Barcelona.
A partir de entonces, sufre constantes cambios y reconstrucciones debido a las batalla y usos que sufrió, actualmente no funciona como iglesia ya que en 1884 dejó de funcionar como templo.

Si vienes a Barcelona, acércate hasta esta joya arqueológica e histórica que muchos consideran «la cuna del Penedès». ¡Motivos no le faltan!
Después, puedes hacer una ruta por este término municipal cargado de bonitas sorpresas, te dejamos más información en este post que escribimos sobre Olèrdola.
Datos de interés del Parque arqueológico y natural de Olèrdola
Si llegas hasta aquí ten en cuenta una serie de recomendaciones:
–Buen calzado para caminar por la montaña y por el propio recinto. Agua, ropa de abrigo o una gorra según la estación del año.
-A lo largo del año se ofrecen visitas guiadas y/o teatralizadas al Parque Natural y al Conjunto Monumental.
-Puedes optar por visita libre al interior del recinto (duración mínima de una hora).
-Respecto a la accesibilidad, infórmate antes de venir en la web del conjunto.

¿Cómo llegar al Parque arqueológico y natural de Olèrdola?
Lamentablemente, no se puede llegar con transporte público, las opciones son:
– Transporte privado. La carretera que lleva directamente al conjunto (BV-2443) se encuentra en el km 10 de la carretera C-15 de Vilafranca del Penedès a Vilanova i la Geltrú, entre los pueblos de Olèrdola y Canyelles. Solo hay que seguir la señalización de Castillo de Olèrdola.
– A pie. Si eres amante del senderismo o del trekking, podrás llegar hasta el recinto a través de las rutas señalizadas del parque natural.

Nota de autora: Queremos dar las gracias a Xavier Esteve por la documentación aportada para la realización de este artículo, así como al equipo del MAC Olèrdola por su atenta acogida y explicaciones.
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