A escasos kilómetros de la ciudad condal existe una interesante colección de lugares para visitar o perderse, como los cinco pueblos de Barcelona, ideales para desconectar, mostrados a continuación.
Algunos son accesibles con transporte público. Puedes tomar un tren desde la capital catalana y llegar sin necesidad de conducir, como es el caso de Sitges.
Para llegar hasta los más alejados, existe la opción de autobuses de línea regular, pero ojo con los horarios.
Casi es mejor llegar en coche. Si lo haces, recuerda ser respetuoso y aparca en los lugares señalizados para tal fin.
Sea como sea, merece la pena hacer una escapada por lugares desconocidos de la provincia de Barcelona, a la que normalmente se llega para conocer la famosa capital.

5 pueblos de Barcelona que parecen de otra época
A continuación, mostramos rincones únicos donde adentrarse en la historia, en el patrimonio natural, histórico y artístico de la principal provincia catalana.
Viajamos de norte a sur, del interior a la costa, del medievo al modernisme, a través de una interesante colección de pintorescos lugares que parecen «diseñados» para el relax y el calmo paseo.
¿Nos acompañas por estos singulares pueblos de Barcelona?

1. Bagà y los Cátaros
Iniciamos el recorrido, por los cinco pueblos de Barcelona, en el excepcional Parque Natural del Cadí-Moixeró, en el corazón de este impresionante paraje natural se localiza Bagà.
La pequeña villa pirenaica del Berguedà, cuyos orígenes se remontan al siglo XIII, conserva buena parte de su trazado medieval, así como un interesante patrimonio histórico.

Conocido también como el pueblo «de las cien doncellas» debido a una bonita leyenda medieval protagonizada por el caballero Galceràn II de Pinos, uno de los fundadores de la villa.
Bagà presume de ser uno de los puntos más interesantes del Camino de los Hombres Buenos (camino de los cátaros) a su paso por Cataluña. Imprescindible visitar su museo.
Disfruta sin prisas de sus calles empinadas, subidas, bajadas, ferias medievales, pero sobre todo de su privilegiado entorno natural.

2. Caldes de Montbui, el pueble que hierve
A tan solo treinta y cinco kilómetros de la ciudad condal se encuentra una localidad famosa por sus aguas termales y balnearios.
Caldes de Montbui invita al relax, al calmo paseo y a vivir una sesión de spa en sus aguas calientes.
Los romanos ya descubrieron las propiedades sanadoras de este lugar y construyeron unas termas, las mejor conservadas del país.
El historiador Plinio «El Viejo» ya hablaba de un balneario conocido como Aquae-Calidae (caldes significa calientes).

Atractiva localidad con hoteles vintage, plazas repletas de terracitas y casco antiguo muy bien conservado.
Desde la oficina de turismo se realizan visitas guiadas.
Imprescindible acceder al museo Thermalia, centro temático del agua termal, además de museo de arte y patrimonio.
3. Castellet i La Gornal, la Marca Hispánica en el Penedès
En plena comarca del Alt Penedès, elevado sobre una mole rocosa, sobresale la silueta de un elegante castillo que da nombre al singular núcleo de Castellet.

El castillo, documentado desde el siglo X, se edificó como baluarte defensor de la Marca Hispánica, territorio comprendido entre el Imperio carolingio y al-Ándalus.
A escasos metros, destaca la iglesia románica de Sant Pere, desde cuyo mirador se obtienen unas preciosas panorámicas.
El Embalse del Foix queda a los pies de la localidad, creando una de las imágenes más fotografiadas de la provincia.
Además de pasear por sus escasas callecitas, desde Castellet puedes realizar rutas por el Parc Natural del Foix.
Algunas llevan hasta localidades costeras como Vilanova i La Geltrú o Sitges.
Castellet i La Gornal es un rincón muy apreciado por senderistas, moteros y ciclistas. Tanto sus senderos como su carretera local son fascinantes.
El único restaurante del pueblo es uno de los mejores rincones para desconectar durante un buen rato mientras observas la preciosa imagen del Embalse del Foix.

4. Mura, un viaje en el tiempo
Si quieres viajar en el tiempo, en este pintoresco pueblecito medieval sentirás esa sensación.
Muy bien conservado, con casas de piedra, balconadas de hierro forjado y madera.
Muchas de ellas, reconvertidas en establecimientos de turismo rural donde alojarse para una total desconexión.
Parece mentira que este lugar se encuentre a menos de una hora de la ciudad de Barcelona.
Calles que suben y bajan, adaptándose a la sinuosidad del terreno que te adentra en el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac.
Cada rincón es único, convirtiéndose en una localidad muy querida por los fotógrafos.
Si vienes por aquí, aprovecha para comprar productos de kilómetro cero en alguna de sus tiendas y visita alguno de sus molinos, recientemente restaurados, reconvertidos en museos etnográficos.

5. Sitges, más allá del turismo de sol y playa
Hay un Sitges megaturístico y otro más relajado, más auténtico, escondido tras viejas murallas y calles de adoquines.
La combinación de playa y patrimonio es el punto fuerte de una de las localidades costeras más bonitas de la provincia de Barcelona.
Solo hay que acercarse hasta la zona del antiguo baluarte para encontrar rincones con alma, calles donde se respira el espíritu marinero de esta villa.
Justo aquí, sobresalen los museos de Mar i Cel y el Cau Ferrat, joyas del amplio abanico de patrimonio de Sitges.

El blanco y el azul son los principales protagonistas de esta zona, a veces solapados por tramos supervivientes de la antigua muralla situada en el Carrer d’en Bosc.
La Calle del Agua, con sus ventanas repletas de flores y enrejados o la zona del ayuntamiento, consiguen enamorar al corazón más frío y hacen olvidar el tumulto de las zonas comerciales.
Solo hay que dejarse llevar y apartarse de las zonas más turísticas para encontrarse con el alma de esta bellísima localidad costera inspiración de artistas de reconocido prestigio como Santiago Russinyol o Ramon Casas.
Si te gustan las curiosidades, aquí nació Facund Bacardí i Massó, claro ejemplo de «indiano» (persona emigrante en busca de fortuna al otro lado del océano).
A los quince años marchó a Cuba, con el tiempo fundó la conocida compañía Bacardí .

El placer de la Barcelona desconocida
La provincia de Barcelona puede presumir de una interesante selección de localidades que merece la pena descubrir y disfrutar.
Además de buena conexión por carretera, en todas encontrarás interesantes alojamientos, desde casas rurales a hoteles de lujo así como restaurantes y tiendas donde disfrutar de buenos productos locales.

Y tú ¿Conoces algún rincón escondido cerca de Barcelona?
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