Nuestra relación de amor con el couchsurfing comenzó junto a una divertida familia flamenca de la ciudad de Dendermonde (Termonde en francés).
Junto a ellos compartimos veinte intensos días de un caluroso mes de setiembre durante nuestro road trip por Bélgica.
Situada en la región de Flandes, «la niña mimada de Bélgica», repleta de ciudades de postal, canales, campos de batalla y cicatrices de incontables guerras así como un importante catálogo de lugares declarados Patrimonio de la Humanidad.
Peter y Lieke nos abrieron las puertas de su casa y, de paso, nos engancharon a una extraña enfermedad llamada turismo colaborativo.
Actualmente, el couchsurfing sigue siendo nuestra manera favorita para alojarnos cuando viajamos (no entendemos un viaje sin contacto con los locales).
Así mismo, nuestra casa tiene las puertas abiertas a quien se anime a visitarnos en nuestro querido Penedès.

¿Qué es el Couchsurfing?
Conocimos a esta familia a través de una página de intercambio de casas. Solicitamos unas fechas, pero no podían hacer el intercambio. Acababan de regresar de España.
Y nos propusieron darnos de alta en couchsurfing para alojarnos vía esta plataforma colaborativa.
Pero ¿Qué es couchsurfing? ¿estaremos seguros? ¿veinte días en casa de alguien que no conocemos? ¿serán aburridos? ¿hablaran solo en flamenco?
Muchas dudas asaltaron nuestra cabeza en la primera experiencia de viaje colaborativo. Aún así, aceptamos el reto.
Hicimos maletas, pusimos al día nuestro coche y nos encaminamos en un road trip de casi un mes con destino Bélgica.
Antes de llegar a Dendermonde pasamos unos días disfrutando de la región de Valonia (la hermana olvidada de Flandes).
Lugares como las Ardenas, el castillo de Bouillon y Luxemburgo fueron el preámbulo de un viaje inolvidable.

una experiencia familiar en Dendermonde
Peter y Lieke nos acogieron como a unos más de su familia, convivimos con ellos, celebramos cumpleaños de sus hijos, participamos de cenas familiares en las que no faltó buena cocina española.
Vino tinto, cava, embutidos y por supuesto, la famosa tortilla de patatas by Carmelo chef.
¡Si tienes la suerte de comenzar un viaje colaborativo así, no puedes más que hablar positivamente de la experiencia!
Además, ellos se encargaron de darnos de alta en la página oficial de couchsurfing y ampliaron nuestra experiencia al invitarnos a conocer Brujas junto a una de sus amigas quien nos hizo de host en la bella ciudad de los canales.
¡Poco más podíamos pedir!
Patrimonio UNESCO en Dendermonde
El patrimonio UNESCO en Dendermonde la sitúa como una de las ciudades imprescindibles si visitas Flandes.
Entre los flamencos es muy apreciada y valorada. Para el resto de viajeros, la ciudad queda silenciada y apagada bajo el halo de luz de Brujas, Gante, Bruselas o Amberes (que están a pocos kilómetros).
Una pena, Dendermonde, además de un rico patrimonio, regala al visitante una oferta cultural envidiable.
Destacan con luz propia su museo del Jazz, un fascinante museo arqueológico con la recreación del mamut más antiguo encontrado en Bélgica o la singularidad de su fiesta popular: el Katuit, sin olvidar su símbolo, el caballo Bayard.

Dendermonde cuenta con un buen número de sitios patrimonio UNESCO:
– Beaterio de San Alejo
Un oasis de paz asombra al visitante en mitad de la ambientada ciudad. A través de un hueco arcado de la calle principal accedes a otro mundo, a otro tiempo, a un lugar atemporal.
El Beaterio de Dendermonde es una pequeña ciudad de sesenta y una casitas del siglo XVII agrupadas alrededor de un amplia plaza-jardín.
Una vez entras en estos lugares resulta difícil regresar al mundanal ruido.
Pasear por ellos atrae la inspiración, ralentiza el movimiento del corazón e infunde una atrayente calma. No me extraña que ahora sean los lugares elegidos por artistas y bohemios, aunque en algunos todavía convive alguna beata, pero son casos excepcionales.
¿Qué es un beaterio?
Un grupo de mujeres beatas deciden fundar su propia comunidad y vivir solas llevando una vida independiente, con la religión como inspiración, pero con un alto grado de independencia respecto a la institución eclesiástica (dirigida por hombres).

Realizaban el voto de castidad y conservaban sus bienes. La mayoría de los beaterios contaban con mujeres «poderosas» aunque también había cabida para las más necesitadas. Su sustento llegaba a través de labores no religiosas como tejer, dar clases o planchar.
La entrada a los hombres no estaba prohibida, pero a cierta hora de la tarde debían abandonar el sitio ya que el beaterio se cerraba con puerta y solo podían permanecer en él las mujeres.
¡Fascinante! Ahora entiendo la paz y serenidad, así como la sutil belleza de estos lugares, se nota una delicada mano femenina en su concepción y filosofía.
Un total de trece beaterios flamencos están inscritos en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO sede 1998.
En el mismo beaterio merece una visita el museo del folclore, la mejor manera de adentrarse en los usos y costumbres de la zona.
Curiosidades de las beatas, el mobiliario y un rico folclore nos recuerda que la Dendermonde flamenca tuvo un nombre francés, Termonde, cuando formaba parte del reino de Carlo Magno.

– El antiguo ayuntamiento
Uno de los edificios más bellos y singulares de la ciudad, ubicado en un lateral de la Grotte Markt (plaza del mercado).
Antigua lonja de los paños, el edificio alberga la oficina de turismo y el centro de interpretación histórico de Dendermonde donde puedes conocer la transformación de la ciudad tras la I Guerra Mundial.
El acceso es gratuito. Te permiten visitar la sala de plenos y los cuadros de la «Escuela flamenca de Dendermonde».
Una de las curiosidades de la exposición es la singular colección del caballo Bayard, símbolo de la ciudad.
La vida administrativa de la ciudad no se realiza en este edifico, el ayuntamiento actual se ha trasladado a otros más modernos y funcionales.
La lonja de los paños quedó muy deteriorada tras la I Guerra Mundial. Actualmente apreciamos una delicada y precisa reconstrucción.

La torre campanario forma parte de la lista Patrimonio de la Humanidad que agrupa a trece torres campanarios (Bellfroi o Belfort) de Bélgica, auténticos símbolos del poder civil sobre la iglesia, los aristócratas, príncipes y señores feudales.
– Katuit y desfile del caballo Bayard
Dendermonde, y en general Flandes, cuentan con un rico y variado folclore resultado de las diferentes «mezclas» de reinos y/o países que se han disputado esta tierra.
Influencias españolas, holandesas, pero sobre todo francesas, se perciben en leyendas como la del caballo Bayard, emblema de libertad frente a la tiranía.
Este caballo cuenta la historia de los hermanos Aymon que escaparon de la muerte gracias a su aparición. Cada diez años se recrea esta historia y cuatro hermanos de Dendermonde son escogidos para representar la leyenda.
A finales de agosto tiene lugar el espectacular desfile de Katuit, que por obra y gracia de nuestros anfitriones, presenciamos sentados en primera fila junto a las autoridades locales de la ciudad. ¡Anécdotas viajeras difíciles de olvidan!
Un desfile de personajes ilustres e historia donde destacan las figuras de los tres gigantes de la ciudad: Indio, Marte y Goliat.
El Katuit y el caballo Bayard forman parte del listado inmaterial de la UNESCO.

Lugares de interés en Dendermonde
La suerte de alojarte con locales son sus recomendaciones gastronómicas y culturales.
Ciudad del Jazz en Flandes – El Honky Town
Gracias a Peter y Lieke descubrimos el importante papel de Dendermonde como ciudad del Jazz.
Desde los años sesenta, la ciudad ofrece un espacio para los amantes de este estilo musical, la sala Honky Town, situada en un antiguo búnker lo que le confiere una excelente sonoridad.

Rincones secretos
Dendermonde cuenta con elegantes pastelerías, bares y locales multiespacios.
En ellos puedes comprar un vestido, tomar una cerveza o degustar las especialidades gastronómicas flamencas.
Son rincones secretos que solo conocen los locales y que descubres si le das una oportunidad a la ciudad.

El mercado de los lunes
La herencia comercial que Dendermonde recibe desde la Edad Media se perpetua en sus mercados.
Los lunes la ciudad se convierte en una animada y bulliciosa plaza comercial cuando se celebra uno de los mercadillos más activos y grandes de Bélgica.
¡Ojo con los horarios de por aquí! el mercado comienza a las 8:00 de la mañana y finaliza a las 13:00.
Más de trescientos cincuenta puestos se colocan en el centro peatonal, oportunidad que aprovechamos para visitar un buen número de edificios interesantes e históricos de la ciudad.
¿Lo que más nos sorprendió? Los trucks-tienda del mercado. Algunos son auténticas tiendas de lujo. ¡Una pasada!
Cuando llega la hora indicada se pliegan y cierran puertas quedando un estilizado camión de fácil movilidad y conducción.

Plaza del pesacdo – Vlasmarkt
La plaza del pescado es otro rincón imprescindible de la ciudad, en uno de sus laterales sobresale la imponente mole de la Abadía de San Pedro y San Pablo, de las pocas situadas intramuros de una ciudad.
La figura del poeta flamenco Flamingant Prudens van Duyse, se encuentra a pocos metros de su lugar de nacimiento y ocupa el centro de la plaza.

Dendermonde también es conocido por su posición estratégica entre los ríos Dender (de quien toma su nombre) y Escalda.
Los carriles bici, la navegabilidad de ambas corrientes de agua y una interesante red de paseos permiten caminar junto a sus orillas y disfrutar de la ciudad desde otro punto de vista.
Fuentes, estatuas, puentes y los maravillosos reflejos de las casas flamencas, acompañan a lo largo del paseo por el casco viejo.


La Plaza del Mercado no tiene nada que envidiar a otras del mismo estilo y mucho más famosas. En nuestro caso nos quedamos atónitos por la belleza y elegancia de la Grotte Markt de Dendermonde en la que destacan edificios civiles bellísimos como la Lonja de los paños (antiguo ayuntamiento) repleto de banderas y flores o la Lonja de la Carne que actualmente alberga el Museo de arqueología.
El resto de la plaza invita a sentarte en una de sus animadas terrazas para degustar buena cerveza belga y platos tradicionales flamencos, que los hay más allá de las patatas fritas, los mejillones y los goffres.

En la planta superior del museo se guarda, con sumo cuidado, el esqueleto casi intacto de un mamut de unos 28.000 años. El habitante «más antiguo» del que se tienen noticias en la región recuperado durante unas excavaciones en 1968.
La planta baja recuerda el oficio de los carniceros que da nombre a la casa iniciada en el siglo XII y que a lo largo de la historia ha cambiado de usos, pasando a ser mercado de verduras, lonja de paños, prisión e incluso una sala de cine. Es, posiblemente, el edificio mejor reutilizado de Dendermonde.

Un paseo por la ciudad es incompleto sin la visita a la Iglesia de Notre Dame, cuyo interior guarda obras de preciado valor de maestros flamencos como Van Der Goes, entre otros. Elemento a destacar son sus vidrieras que proporcionan unos excelentes juegos de luces al templo.

Peter y Lieke nos han traspasado su amor por esta pequeña ciudad flamenca. A lo largo de los días que acompañamos a la familia también vivimos momentos cotidianos, propios del día a día, actividades diseñadas para los locales, escapando de las hordas turísticas de Flandes.
Nuestra anfitriona, además de profesora, canta en un grupo de música folk por lo que nos invitó a un concierto en el magnífico Centro Cultural-Biblioteca de Dendermonde. Fue, en ese preciso momento, que quedamos enganchados para siempre por este tipo de viajes compartidos, de fuerte carácter local.
Estamos seguros que sin ellos, Bélgica nos hubiera resultado diferente, extraña, un país cargado de patrimonio, cerveza y chocolate, pero vacío de vida e interesantes historias cotidianas.


La sempiterna Puerta de Bruselas que da acceso a uno de los parques urbanos de Dendermonde nos dio la despedida a nuestra experiencia y marcó el camino de regreso a casa tras un buen número de días que se convirtieron en bellos momentos. Momentos que jamás olvidaremos, igual que nunca olvidaremos a nuestros primeros anfitriones de couchsurfing, Peter y Lieke

Bruselas, Gante y Brujas están muy cerca, Dendermonde puede ser un punto interesante y más barato para alojarse en un tour por Flandes.
La red de transporte público es excelente y las carreteras nacionales se compaginan con kilómetros y kilómetros de carril bici que los flamencos ocupan a cualquier hora del día.
Ahora esperamos hacer de anfitriones a esta maravillosa familia, mientras tanto seguimos viajando, experimentando un estilo de viaje cercano, comprometido por lo local y caracterizado por el descubrimiento de lugares singulares, olvidados de los folletos turísticos, de muchos blogs de viajes y documentales televisivos.
Lugares como la ciudad de Dendermonde, una joya desconocida de Bélgica. Así como seguimos acogiendo viajeros que llegan hasta nuestra casa desde cualquier rincón del mundo. ¡Aquí os esperamos!
Vídeo Dendermonde (Flandes)
También puedes ver el vídeo en 3D aquí: https://youtu.be/0xfI1Qg4LIo
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